Cada 31 de agosto se conmemora el Día Internacional de las Personas Afrodescendientes, una fecha destinada a promover y proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas negras. En este contexto, el periodismo no puede quedarse atrás en una lucha que busca que las sociedades globales reconozcan cada día más el papel del racismo estructural en la exacerbación de desigualdades sociales, económicas y políticas. Así pues, es fundamental que la prensa adopte prácticas antirracistas, no solo en la cobertura de noticias, sino también en la estructura y cultura interna de las redacciones.
Pero empecemos por lo básico. Un aspecto crucial para lograr una práctica periodística antirracista es que los medios puedan adoptar un enfoque responsable en el tratamiento de las fuentes. Según Alma Preta, medio digital brasileño y creador del Manual de redacción para un periodismo antirracista, la cobertura sobre las comunidades afrodescendientes suele estar marcada por estereotipos y representaciones limitadas.
Por ejemplo, es común que los medios asocien de manera desproporcionada a las personas negras con noticias sobre crimen o pobreza, este es un enfoque refuerza estereotipos negativos y perpetúa la criminalización de las comunidades afrodescendientes.
En este sentido, los periodistas deben cuestionar dichos patrones y buscar formas de representar a las personas negras de manera más íntegra y matizada, haciendo además un esfuerzo consciente por incluir voces afrodescendientes en su narrativa y no solo cuando se cubren temas directamente relacionados con cuestiones raciales o judiciales. Como nos recuerda el periodista Pedro Borges, director de Alma Preta, las personas negras tienen logros que también pueden ser visibilizados y reconocidos, así como opiniones y experiencias a partir de las cuáles pueden hacer contribuciones valiosas a una amplia gama de temas, desde economía y política hasta ciencia y arte, por lo que incluir estas perspectivas diversificará la información y enriquecerá la narrativa periodística.
Por otro lado, la elección del lenguaje es crucial en los cubrimientos antirracistas. Como periodistas sabemos que las palabras importan, y el lenguaje que elegimos usar puede tener un gran impacto en la percepción pública, por lo que es esencial evitar términos y descripciones que refuercen prejuicios raciales. El uso del lenguaje debe ser consciente y respetuoso, asegurando que se refleje la dignidad y humanidad de todas las personas involucradas.
Para que el periodismo sea verdaderamente inclusivo y representativo, debe prestar atención a las historias y temas que son importantes para las comunidades afro. Según Alma Preta, esto incluye la cobertura de temas que afectan de manera desproporcionada a las personas negras, como la brutalidad policial, la discriminación en el ámbito laboral, la desigualdad en el acceso a la educación y la salud, entre otros. Estos temas, aunque sensibles, son esenciales para una comprensión más completa de las realidades que enfrentan.
Los medios también pueden crear espacios de manera activa para que las personas afrodescendientes compartan sus historias y perspectivas directamente. Esto puede incluir columnas de opinión, blogs, o programas de entrevistas que les permitan expresar sus opiniones y experiencias en sus propios términos.
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Para avanzar hacia un periodismo antirracista, es además fundamental garantizar que las redacciones sean espacios seguros y acogedores para los y las periodistas afro. Alma Preta enfatiza la importancia de adoptar políticas claras y efectivas para promover la diversidad en sus equipos, lo que no solo implica contratar a periodistas negros, sino también garantizar que tengan oportunidades de desarrollo profesional y que sean escuchados y valorados en sus roles
La formación continua para todo el equipo en temas de racismo, privilegio blanco y microagresiones puede ayudar a crear una cultura de respeto y entendimiento. Este tipo de capacitaciones regulares sobre diversidad e inclusión equipan a los periodistas con las herramientas necesarias para abordar los temas raciales con sensibilidad y precisión dentro y fuera de su redacción.
Finalmente, es vital que las redacciones cuenten con mecanismos claros para que los periodistas afrodescendientes puedan reportar cualquier forma de discriminación o acoso racial. Sin embargo, esto por sí mismo puede no ser tan efectivo, así que deben existir protocolos de acción y sistemas de apoyo para proporcionar ayuda y recursos a aquellos que enfrentan estas situaciones.
El camino hacia la justicia racial puede ser largo e intrincado, pero cada esfuerzo cuenta, y la prensa, como voz poderosa de la sociedad, debe ser líder en esta lucha. Recuerda entonces que el compromiso con un periodismo antirracista requiere una acción intencional y sostenida y que como parte de los medios de comunicación también tienes el poder de moldear la opinión pública y, por lo tanto, una responsabilidad ética de hacerlo de manera justa e inclusiva.
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El ‘Manual de redacción. Periodismo antirracista a partir de la experiencia de Alma Preta’ es una guía publicada originalmente en portugués por la agencia de noticias brasileña Alma Preta, y construida a partir de un esfuerzo colaborativo, con su traducción al Español, la Fundación Gabo y Alma Preta buscan dotar a periodistas y medios de comunicación de toda Iberoamérica con las herramientas necesarias para hacer coberturas informativas desde una perspectiva antirracista. Descarga aquí de forma gratuita el Manual de periodismo antirracista.