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Difundir contenido real y verificado es fundamental para la construcción de una sociedad democrática, por lo que, ante el actual estado de saturación informativa en el que nos encontramos, la verificación de hechos no solo es una responsabilidad ética de los medios de comunicación sino también una medida urgente para proteger al tejido social de la desinformación y sus consecuencias.
Sin embargo, garantizar que la información sea precisa y confiable requiere que los medios de comunicación hagan un esfuerzo por innovar e invertir en capacitaciones y herramientas que faciliten el proceso de verificación para sus periodistas. Organizaciones como Bolivia Verifica, Proyecto Desconfío y Medianálisis, han demostrado que la adaptabilidad y el uso estratégico de la tecnología pueden mejorar significativamente la capacidad de los medios para verificar la autenticidad del contenido que difunden y el acceso de la ciudadanía a información de calidad.
Durante la conferencia de cierre de la III Cumbre Global sobre Desinformación: “El desafío de construir estrategias eficaces de distribución de contenidos verificados”, estas tres organizaciones hablaron de su trabajo y contaron cómo ha sido su experiencia sorteando la censura y verificando discursos de odio en redes sociales. Por eso, hoy recogemos sus aprendizajes —que también están consignados en la guía "Desinformación al Descubierto: Aprendizajes, Retos y Recomendaciones"— y les damos cuatro consejos estratégicos para difundir asertiva y exitosamente contenidos verificados.
1. Iteración, adaptación y experimentación para la difusión de contenido
Jesús Vargas, editor del proyecto Bolivia Verifica, menciona que la efectividad de la difusión de contenido verificado radica en comprender las peculiaridades de cada canal y adaptar las estrategias de comunicación en consecuencia. El uso de un enfoque de "prueba y error" es entonces crucial para los medios, pues las campañas de información no son estáticas sino que requieren experimentación y ajustes continuos para asegurar que el contenido no sólo es accesible, sino también atractivo, claro, conciso y fácil de digerir.
En este sentido, Vargas destaca que una acción clave es crear o adaptar piezas específicas para cada una de las plataformas en las que se publica información, reconociendo que el mismo contenido no funciona de manera uniforme en todas las redes sociales. De esta forma, los medios pueden hacer uso de diferentes formatos, adaptar los mensajes a las preferencias de sus usuarios y maximizar el impacto y la efectividad de sus comunicaciones.
2. El llamado a la participación y a la acción comunitaria
La difusión de contenido verificado no solo implica proporcionar información precisa, sino también inspirar a la acción e involucrar activamente a la ciudadanía. Adrián Pino, director del Proyecto Desconfío, resalta la importancia de invitar a los usuarios a participar activamente, no solo consumiendo contenido, sino también compartiéndolo y contribuyendo a la comunidad de verificación.
Este acercamiento directo a las comunidades, especialmente las más afectadas por la falta de acceso a la información, es crucial para asegurar que la verificación de hechos tenga un impacto real, pues la interacción directa con la audiencia no solo amplifica el alcance del mensaje sino que también combate la apatía frente al discurso de odio, lo que subraya la necesidad de transformar a los receptores de información en participantes activos en la lucha contra la desinformación.
Para fortalecer el impacto de estas iniciativas, los medios y periodistas pueden implementar estrategias que les permitan involucrar y empoderar a sus audiencias para hacerlas parte activa del proceso de verificación, haciendo una construcción colectiva de contenidos o brindándoles herramientas que les permitan identificar noticias falsas en sus propias comunidades y contextos sociales.
3. El uso de la innovación para combatir la desinformación en entornos hostiles
Héctor Rodríguez, coordinador de Medianálisis, destaca la necesidad que tienen los medios de empezar a implementar sus estrategias de comunicación en entornos donde la escasez de medios tradicionales ha creado un vacío que es explotado por narrativas manipuladoras y campañas malintencionadas.
En estos "desiertos desinformativos", la innovación periodística juega un papel vital en la promoción y el sostenimiento de la democracia. Sin embargo, para lograrlo, es fundamental entender primero la infraestructura y las condiciones locales, y después adaptarse a ellas para poder implementar otras formas de comunicación.
En el caso de Medianálisis, la creación de una radio comunitaria y la distribución de un periódico impreso en lugares de alta afluencia le ha permitido llegar a comunidades marginadas de la verdad, proporcionando acceso a información precisa y dando educación esencial sobre cómo identificar y combatir noticias falsas.
4. Colaboraciones estratégicas para ampliar el alcance
La colaboración con socios estratégicos como ONGs, organizaciones de la sociedad civil, medios locales u otros grupos interesados, es otras de las estrategias que puede amplificar significativamente el alcance y el impacto de las campañas informativas, asegurando que estas lleguen a las audiencias más afectadas por las desinformación y promoviendo acciones colectivas, poderosas y coordinadas.
Si bien este ha sido un reto para los medios más tradicionales, las alianzas con grupos que ya están establecidos dentro de sus comunidades puede fortalecer la credibilidad en las noticias, una acción crucial en un entorno donde la desconfianza de la audiencia en los medios sigue en aumento y donde la necesidad de crear una red más robusta y efectiva de información verificada y fiable es cada vez más urgente.
La lucha contra la desinformación y los discursos de odio requiere más que solo la difusión de hechos verificados; demanda un enfoque adaptativo y participativo que considere las características específicas de cada audiencia y plataforma. Estas experiencias en Latinoamérica ofrecen un modelo replicable y efectivo que destaca la importancia de la simplicidad, la adaptación, la educación, y la colaboración.
Recuerda que al adoptar estas prácticas, no sólo es posible contrarrestar la desinformación, sino también empoderar a las comunidades para que sean menos susceptibles a caer en noticias falsas. Para profundizar en este y otros temas relacionados con la desinformación y las estrategias para combatirla, descarga sin costo la guía "Desinformación al Descubierto: Aprendizajes, Retos y Recomendaciones" de Fundación Gabo y Proyecto Desconfío.