Antes los llamaban publirreportajes. Luego, periodismo de marca. Ahora, contenido patrocinado. Pero, ¿por qué no lo llamamos simplemente publicidad?
La publicación de artículos, videos o podcasts que son pagados por marcas ha demostrado ser una alternativa de nuevos ingresos enormemente rentable para algunos medios de comunicación.
Tanto es así que algunos medios de comunicación han creado redacciones independientes que funcionan prácticamente como agencias de publicidad, dedicadas a la creación de contenidos editoriales patrocinados por compañías.
Algunos de los casos más exitosos son T Brand Studio, del New York Times; The Trust, del Wall Street Journal; Foundry, de la revista Time; o WP Brand Studio, del Washington Post.
Estos estudios o redacciones paralelas han demostrado que es posible crear contenidos periodísticos de gran calidad, gracias al patrocinio de marcas interesadas en contar ciertas historias. Incluso algunos de estos reportajes o especiales multimedia han ganado premios periodísticos o de publicidad. Pero ¿no sigue siendo esto publicidad?
“Lo más importante es el entendimiento compartido. Es decir que manteniendo el muro de distancia, las áreas comerciales entiendan más de las audiencias y los periodistas de cómo monetizar sus medios”, afirma el chileno Andrés Azocar en un artículo que escribió para La Red Ética de la Fundación Gabo sobre los dilemas éticos de esta publicidad que quema.
¿Cómo establecer el límite entre el contenido patrocinado y la publicidad? ¿El denominado contenido patrocinado lesiona la credibilidad de un medio periodístico? ¿De qué manera dejarle totalmente claro al lector que está viendo contenido de marca y no un contenido netamente periodístico? ¿El contenido de marca puede salvar a los medios tradicionales de la crisis financiera? ¿Tiene sentido que un contenido creado para una marca participe en premios periodísticos? ¿Dejan de hacer periodismo aquellos medios que le abren la puerta al contenido de marca? ¿Cómo garantizar la separación entre las redacciones dedicadas a contenidos periodísticos, y las dedicadas a contenidos publicitarios?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de nuestra cuenta @Etica participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Momento de Twitter.
La Red Ética es posible gracias a la alianza entre la Fundación Gabo, Grupo Bancolombia y Grupo SURA, la cual propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio periodístico.