Investigando sobre salud obtuve un testimonio muy interesante de la madre de un niño enfermo de leucemia. Antes de publicarlo, el niño falleció, pero si aclaro esta circunstancia en el texto se desvanece el valor del testimonio. El testimonio es válido y no quiero faltar a la verdad.
Respuesta: La mayor validez de un testimonio la da su verdad. Afirmación más que elemental que, sin embargo, parece desdibujarse cuando se teme que los hechos verdaderos pierdan fuerza ante los supuestos y las ficciones. Pero ese carácter verdadero de la versión del hecho �la muerte del niño leucémico- adquiere relevancia cuando se investigan las causas de esta y de otras muertes similares y se averiguan las condiciones en que el niño habría podido sobrevivir. Este es el procedimiento de que echa mano del periodismo de propuesta, que no pone punto final cuando ha agotado os datos del hecho desgraciado, sino que con punto y aparte pasa a investigar las causas reales y las posibilidades que se deberían tener en cuenta en el futuro. Un relato así, coronado con propuesta y esperanza, se convierte en un homenaje a las víctimas `puesto que, a partir de ellas, la sociedad aprende algo nuevo y eficaz en el combate contra la enfermedad, la pobreza, la violencia, la injusticia o cualquiera de los males que la afectan. Es importante recordar que lo nuestro no es solo contar noticias todo periodismo es intencional y se hace para cambiar algo todos los días, en provecho de la sociedad.
Documentación
1- El buen periodista hace periodismo con un objetivo. Los periódicos locales en Denver, Colorado, publicaron as reglas que según la "Liga protectora de ciudadanos", debía seguir un buen periódico". No publicar nada inapropiado para los niños las informaciones perjudiciales para la ciudadanía debían ser reducidas lo mismo que la afirmaciones indocumentadas o injuriosas. Las noticias sobre divorcio, asesinatos, suicidios o crímenes debían publicarse sin escándalo. Para estos ciudadanos el buen periodismo actúa a favor del ciudadano, no en función de la noticia. También piensan así los periodistas. El cronista estadinense Arthur Brisbane, después de anotar que el trabajo periodístico bien hecho es tan importante como cualquier otro que el hombre puede hacer, precisaba: el mejor periódico es "el que proporciona a la gente la información que le sirve de base para pensar bien". No es, pues, informar por informar, sino dar elementos para pensar. Otro periodista, el fundador de la facultad de periodismo de la Universidad de Missouri, Walter Williams proclama en su credo que la prueba suprema de la calidad periodística es la medida de su servicio público. Y de hecho los códigos de ética dan esa clave de la calidad profesional. El mejor periodismo es el que se hace para el servicio de los lectores. Ese servicio consiste, según Gabriel García Márquez, en cambiar algo todos los días, Y según Kapuscinski "el verdadero periodismo es intencional, es decir, se fija un objetivo e intenta provocar algún tipo de cambio. No hay otro periodismo posible. Si leéis los escritos de los mejores comprobaréis que se trata siempre de un periodismo intencional. Están luchando por algo". A su manera, lapidaria, dice Cela en otro mandato: "el periodista no es eje de nada, es el eco de todo". El buen periodista se distingue por eso, no trabaja para sí, ni para el periódico, ni por el solo placer de dar noticias, es periodista para el servicio de su lector y, a través de él, de toda la sociedad. Citas de "10 pasos para llegar a ser un buen periodista". Taller de Javier Darío Restrepo.