16 periodistas de América, África y Asia que han realizado trabajos y liderado proyectos de investigación sobre temas medioambientales participaron en un ciclo de cuatro seminarios, convocados por la Fundación Gabo, en alianza con Grupo ISA y el Pulitzer Center on Crisis Reporting.
A lo largo de las actividades, los participantes compartieron herramientas y recursos que les han permitido innovar en el cubrimiento de historias ambientales, darle alcance global a historias locales y crear alianzas informativas sobre asuntos como la protección de la biodiversidad y fauna silvestre, la corrupción detrás de las amenazas ambientales y la perspectiva de poblaciones indígenas en torno al reto ambiental.
A continuación compartimos esta lista de consejos basada en las enseñanzas principales que dejó este ciclo, realizado entre el 8 y 29 de septiembre de 2020:
1. Involucrar a las comunidades en el cubrimiento
¿Quién puede contar mejor las problemáticas ambientales que aquellos que las sufren? Al hablar de medioambiente es importante tener en cuenta a las comunidades y/o grupos minoritarios involucrados, no solo como fuente, sino también como contadores de sus propias historias.
“Abrir espacios a la comunidad es como generar un puente que construye la protección del territorio y la cultura”, afirmó el documentalista de origen arhuaco Amado Villafaña.
Tom Laffey, fotógrafo estadounidense basado en Colombia, quien ha trabajado de cerca con el pueblo Siona en el sur del país, indicó cómo esta comunidad valora pensar y escuchar, antes que hablar. "Esto es clave para cualquier documentalista, pero especialmente para trabajar con pueblos indígenas", dijo. Al trabajar con ellos y esforzarse por ganar su aceptación, Laffey aprendió cómo contar sus luchas adecuadamente
"Las organizaciones de noticias necesitan una red de fuentes. Estas fuentes deben incluir miembros de comunidades indígenas”, explicó por su parte Nelly Luna, editora general de Ojo Público. Esto, entre otras prácticas, puede permitir a los periodistas contar historias interculturales más sólidas, desarrollar narrativas más representativas y luchar contra los estereotipos.
2. Investigar el escenario completo
Identificar todos los actores posibles, desde los pequeños hasta los grandes, los animados e incluso los inanimados, funciona para crear un mapa completo de una problemática ambiental o de una trama de corrupción, y así llegar a la historia real.
Tener claro qué y quiénes están involucrados no solo funciona para identificar posibles fuentes, sino que también ayuda a descubrir otros actores e incluirlos dentro de la historia. Wahyu Dhyatmyka, periodista indonesio, ejemplificó este punto a través de The Pangolin Reports, una investigación acerca del tráfico de pangolines en Asia y África en la que participó. Él explica que mapear los actores conocidos (directos e indirectos) en esta problemática le funcionó al equipo investigativo para empezar a trazar la red de contrabando. “Usamos la información que teníamos como punto de inicio y empezamos a ver las conexiones entre todos para crear el mapa completo”, dijo.
3. Pensar en formatos multiplataforma
A veces la cantidad de información y datos recogidos en un proyecto es extensa, y el multimedia es clave para poder entender el panorama y facilitar la difusión de la información. Algunas de estas herramientas fueron usadas en proyectos expuestos durante los seminarios.
Visualizaciones, ilustraciones, imágenes de satélite, mapas interactivos se utilizaron para compartir los hallazgos de ‘Sucked Dry’, un proyecto de InfoNILE que agrupó a periodistas de once países en la cuenca del río Nilo para contar historias cruciales sobre el uso del agua y la propiedad. También fue el caso de ’Depredación minera’, una investigación de El Correo del Caroní, Prodavinci e InfoAmazonía sobre la evolución de la minería en el Parque Nacional Canaima, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, en la Amazonía venezolana, que utilizó la geolocalización para identificar los sitios mineros y el impacto ambiental.
Los panelistas concuerdan en que pensar en diferentes formatos conecta al público con el contenido. Un ejemplo es el pódcast: los sonidos permiten que la audiencia se adentre en la historia y que escuchen testimonios directamente de los actores involucrados.
4. La colaboración sigue siendo clave
El periodismo colaborativo demuestra que es un gran conducto para lograr investigaciones de calidad. Maria Ramirez, periodista venezolana de El Correo de Caroní, afirmó en una de las sesiones que “en Venezuela, donde hay un escaso acceso a la información pública, el periodismo colaborativo ha sido de gran ayuda para comprender el contexto”. Ramirez explicó que, por ejemplo, los datos y cifras de otros países sirvieron de referencia para hacer comparaciones y obtener cifras estimadas respecto al contrabando de metales. También fue útil para exponer soluciones implementadas en otros lugares que podrían ser aplicadas en su contexto.
5. Evitar satanizar las prácticas y sus actores
Josh Cogan, fotógrafo y antropólogo estadounidense, compartió su experiencia trabajando con una comunidad de leñadores de Alaska. Cogan afirmó que, a pesar de dedicarse a talar árboles, esa población siente un profundo amor por el bosque: quienes se dedican a este oficio porque la tala les da de comer, y quienes financian esta actividad -las corporaciones nativas de Alaska- porque así obtienen ganancias que luego invierten en programas educativos y de salud.
“Hay que tener cuidado para no olvidarnos por qué las personas hacen lo que hacen, teniendo en cuenta su aspecto social y personal”, aseguró Cogan.
6. No quedarse en contar solo el problema
Además de investigar el problema, al cubrir el medioambiente hay una gran posibilidad para el periodismo de soluciones, para exponer aquellas iniciativas locales que adelanta cada comunidad en beneficio de su entorno.
En su trabajo ‘India’s Climate Change Hot Spots’, la periodista hindú Disha Shetty mostró lo que una comunidad local puede hacer para proteger sus bosques, como sucede en la provincia de Megalaya. Allí las comunidades locales consideran al bosque como un lugar espiritual y tienen control directo sobre su conservación. “Utilicé el enfoque de periodismo de soluciones y muchos lectores me escribieron al respecto. Se hizo evidente la importancia de resaltar temas locales que pueden dar ideas al resto del país sobre cómo proteger sus recursos naturales”, dijo Shetty.
Todos los panelistas mencionaron un componente de activismo liderado por las comunidades involucradas en las historias y acordaron que es importante visibilizar estos trabajos porque pueden servir como ejemplo a la hora de abordar problemáticas similares en otros territorios.