Tres líderes de redacciones nos cuentan qué ha cambiado en sus rutinas a raíz del coronavirus y cómo han aprovechado esas transformaciones
La pandemia del coronavirus causó una avalancha en muchas redacciones.
En pocas semanas, editores y periodistas tuvieron que adaptarse rápidamente para cubrir un tema complejo sobre el cual la audiencia busca respuestas en medio de la incertudimbre.
Ese reto significó cambios, como transformar la agenda informativa, reorganizar las dinámicas de trabajo, asumir nuevos roles dentro del equipo, o utilizar nuevas herramientas.
Para conocer cómo se vive esa transformación, le preguntamos a tres medios de comunicación qué cambios han implementado a raíz de la pandemia y qué lecciones les han dejado nueva forma de trabajar.
Ósmosis en la redacción
The Washington Post, EE.UU.
Desde finales de marzo toda la redacción está operando de forma remota y por ahora no planean volver al menos hasta septiembre.
A pesar de ser un medio tan grande y tradicional, “el equipo ha demostrado que puede seguir publicando historias y haciendo una cobertura sin que caiga el ritmo”, según cuenta María Sánchez Díez, editora de operaciones en nacional de The Washington Post.
Para Sánchez ese es un gran logro, ya que en un medio tradicional como el Post hay cierto recelo hacia el trabajo remoto y existe una cultura “presentista”.
Uno de los cambios más interesantes que ha notado Sánchez es cómo la situación creada por la pandemia ha llevado a sinergias y colaboraciones que no estaban planeadas.
Un ejemplo claro es lo que está ocurriendo con sus reporteros de deportes. Como las ligas deportivas están suspendidas, estos periodistas han comenzando a cubrir temas de salud, especialmente en un live blog que el Post reactivó hacia finales de enero.
"Ahora te puedes encontrar a un periodista de deportes haciéndole consultas a una editora de salud, con la que quizás nunca había trabajado antes", dice Sánchez.
Verlos trabajar de esa manera la ha llevado pensar en que quizás los medios podrían ser menos rígidos.
Esa rigidez puede causar que los periodistas no reaccionen con agilidad a las historias, dice Sánchez, así que la pandemia les ha abierto las puertas a una estructura de temas y de áreas de cobertura un poco más flexible.
"La realidad no se expresa en términos de secciones de un periódico", dice.
Sánchez, sin embargo, dice que no está segura de si estos cambios permanecerán luego de la crisis.
"No estoy segura de que eso vaya pasar, puede que cuando esto termine volvamos a replegarnos a las secciones tradicionales”, dice, “pero me gustaría ver si esto abre la puerta a más agilidad, a más ósmosis entre secciones”.
En cuanto al trabajo remoto, también le ha servido para pensar qué pasaría si muchos de los reporteros se mudan a vivir a ciudades más pequeñas y más baratas que Washington D.C. y puedan tener un estilo de vida más holgado que en la capital.
Además de la mejora en la calidad de vida que eso podría significar, Sánchez cree que tener los periodistas viviendo en esos lugares podría abrirles nuevas áreas de cobertura que pueden estar pasando desapercibidas, o que están abordando con una mentalidad “paracaidista”, como ella lo llama.
Cambio de ritmo
Connectas, América Latina
Connectas trabaja como una red de periodistas alrededor del continente, así que están acostumbrados a que la mayor parte de su trabajo se realice de manera remota.
El trabajo de Connectas ha estado más enfocado en trabajos investigativos en profundidad y de largo aliento, por eso, según cuenta Carlos Huertas, director de la red, el reto que llegó con la pandemia ha sido el de adaptarse a una dinámica de permanente “última hora”.
Para adaptarse al ritmo que impone la crisis, crearon la sección #CORONABUSO, en la que visibilizan excesos del poder relacionados con el manejo de la pandemia. Hasta el momento, ya han documentado más de 150 de esos casos.
Su sección de análisis, #TenemosQueHablar, ahora está dedicada al coronavirus y en #TerritorioCONNECTAS publican notas enviadas por los miembros de la red desde distintos lugares y con perspectivas locales.
Con la herramienta Flourish crearon CovidData, una tabla dinámica que diariamente se actualiza las cifras de la pandemia y permite hacer comparaciones entre países.
Para abordar la complejidad del tema, también han organizado una agenda de eventos en línea en los que se capacitan para la cobertura de la pandemia y analizan los escenarios que enfrenta la región.
El valor de “estar ahí”
La Voz de Guanacaste, Costa Rica
La crisis significó un fuerte golpe económico para La Voz de Guanacaste, pero fue sobre todo un golpe emocional.
Debido a la falta de ingresos, el medio dejó de imprimir y se volvió 100% digital. También tuvieron que cerrar su redacción, como una forma de ahorrar dinero y mantener a casi todo el equipo.
Salir de la redacción fue “un bajón emocional fuerte”, como lo describe María Fernanda Cruz, jefa de redacción de La Voz de Guanacaste.
“Nuestra mística y cercanía era muy importante y muchas de nuestras actividades giraban en torno a estar en la oficina”.
No querían perder esa mística, así que la solución fue crear un espacio online donde pudieran sentirla.
“Que sintiéramos como si estuviéramos ahí”, dice Cruz.
Ahora, a través Slack, tienen un punto de encuentro y comunicación ordenado y estructurado para conversar y resolver dudas.
Pero no solo hablan de trabajo. Cada lunes, dentro de la reunión editorial que hacen a través de Google Meet, reservan al menos 10 minutos para conversar, reírse y hablar de cualquier cosa. Como si estuvieran ahí.
Ese espacio es uno de los aprendizajes que Cruz considera más valioso.
“Darnos permiso de no ir siempre 'al grano' y dejar un espacio para la espontaneidad y las risas”, dice.
Por otra parte, buscando cómo mejorar sus flujos de trabajo, han encontrado herramientas que les ahorran tiempo y los libera para ser más creativos.
Cruz menciona el ejemplo de Sonix una aplicación web que utilizan para transcribir entrevistas largas.
¿Qué cambios y nuevos aprendizajes han ocurrido en tu rutina periodística o en el medio para el que trabajas? Cuéntanos en los comentarios.