En México, según cifras del Observatorio Ciudadano por la Equidad de Género en los Medios (Observatorio), las mujeres representan más del 52% del total de la población y aun así sólo aparecen en el 16% de toda la información que se trasmite por los canales y frecuencia de radio del país.
Lo anterior es una muestra de la desigualdad existente en la agenda editorial de uno de los medios de mayor penetración a nivel nacional, cuando se trata de informar con perspectiva de género.
La radio no es el único medio donde esta desigualdad es tan marcada. En la prensa escrita abundan los periódicos, de corte policíaco, donde las mujeres no sólo desaparecen de la agenda informativa sino que en éstos se refuerza la imagen de ellas como objeto sexual.
Regularmente esos periódicos dedican una tercera parte de sus portadas para plasmar la fotografía de una mujer semidesnuda, posando con gestos y posiciones sexuales sugerentes.
Como si se tratara de una fórmula inamovible, los editores colocan las imágenes junto a la nota y fotografía principal del día, preferentemente cuando se trata de víctimas de la violencia. Una fórmula explotada no sólo por medios mexicanos sino de toda América Latina, donde la apuesta informativa para vender es sexo y violencia.
Los dos ejemplos evidencian que muchos de los medios mexicanos no cuentan con una agenda editorial con perspectiva de género. Son pocos los que tratan de aportar información equilibrada y pensada para las mujeres, aun cuando éstas representan poco más del 50% de la población en el país.
“Personas de segunda”
Lo anterior ha provocado la inconformidad y enojo de mujeres y organizaciones, como quienes conforman el Observatorio, que acusan a las grandes cadenas de medios de tratarlas “como personas de segunda” y de reforzar la imagen de ellas como “objeto sexual”.
Es por eso que han lanzado una serie de recomendaciones, a través de la campaña “le prendes o le pagas”, para que en el caso de la radio –aplica para todos- se pueda reflexionar sobre el sexismo existente en el discurso de los medios.
No solo eso. A nivel gobierno, las autoridades mexicanas firmaron un convenio, el mes de julio pasado, con la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión (CIRT) con el que buscan evitar la violencia contra las mujeres en los medios a través de la elaboración de guías y talleres de sensibilización a comunicadores de la radio y la televisión, sin que hasta el momento se perciba un cambio real en los contenidos reales.
Para el maestro de periodismo Javier Darío Restrepo si bien existentes medios de comunicación sensacionalistas que promueven más antivalores que valores y que no cumplen con códigos de ética que convocan a los medios a exaltar los derechos universales, lo cierto, asegura, es que “el debate ético sobre la perspectiva de género (en los medios) es un tema que está en sus comienzos y que tendrá que ser desarrollado”.
Es por eso que Restrepo recomienda, ante el vacío del tema, “manejar un lenguaje digno, pero no inaccesible por lo especializado; una presentación atractiva de los temas para llegar a más receptores, la forma debe estimular más la inteligencia que la curiosidad”, pero sobre todo debatir el tema entre periodistas y directores de medios.
Por lo pronto en México existe un Observatorio que preocupado por el vacío existente y la discriminación de los medios cuando se trata de abordar temas con perspectiva de género, ha lanzado una serie de recomendaciones que pudieran ser de gran utilidad para abrir el debate.
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