La semana pasada el municipio de Monterrey, Nuevo León vivió uno de los episodios más tristes de su historia tras el tiroteo ocurrido en una escuela secundaria que dejó como saldo un menor muerto y cuatro personas heridas, entre éstas una maestra del plantel y tres alumnos.
La noticia acaparó la atención de los medios, no sólo por el número de víctimas sino porque el video del tiroteo, grabado por las cámaras del colegio, fue filtrado a diferentes medios de comunicación a nivel local y nacional, que sin un mínimo cuestionamiento sobre el fin social o daño que provocaría publicarlo tal cual, lo mostraron a sus lectores hasta convertirla en viral.
A menos de dos horas de ocurrida la tragedia el video se difundía en páginas de internet de medios locales y nacionales, redes sociales y teléfonos celulares.
Si bien las autoridades de Nuevo León condenaron los hechos y anunciaron que investigarían a la o las personas que filtraron el video, lo cierto es que con esta acción los periodistas y medios que lo publicaron sin ningún tipo de tratamiento o filtro mostraron su desconocimiento en lo que se refiere al derecho de niños víctimas de la violencia.
Lo que indigno a muchos lectores -según se podía leer en comentarios expuestos en redes sociales- es que medios de comunicación de gran trayectoria, y no sólo los calificados como “amarillistas”, difundieran las imágenes sin tomarse el tiempo para reflexionar sobre las posibles violaciones a los derechos de la infancia que podían cometer.
En su afán por difundir el video primero, lo que no tomaron en cuenta estos medios fue que todo niño tiene derecho a la intimidad, previsto y garantizado en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en tratados internacionales y en la Convención sobre los Derechos del Niño, que señalan que ningún menor de edad podrá ser “objeto de injerencias arbitrarias o ilegales en su vida privada”.
De ahí que cualquier manejo directo en la imagen de los niños, si ningún tipo de tratamiento o filtro, será considerado una violación a la intimidad de los menores.
Posibles sanciones
No sólo eso. En el caso de la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes de México refiere que los medios que incumplan con esa disposición podrán ser sancionados por jueces con acciones civiles de reparación del daño y procedimientos de responsabilidad administrativa. Además de exigirles retirar el video violatorio.
A poco más de una semana del lamentable hecho, sin embargo, muchos de los medios que difundieron el video no han explicado su actuar y tampoco han ofrecido una disculpa pública a los menores y sus familias. Simplemente se han quedado callados. Como si eso los fuera a eximirlos de la garrafal falla y de la falta de compromiso para con sus lectores.
Lo que es un hecho es que la tragedia ocurrida en Monterrey ha desnudado éticamente a medios de comunicación y periodistas mexicanos que se encargaron de hacer viral esta tragedia violentado la intimidad de un grupo de niños de secundaria.
En caso de duda lo mejor es detenerse unos minutos para reflexionar sobre el interés social de la imagen o video, consultar la Convención sobre los Derechos de los Niños, las leyes mexicanas y otros tratados internacionales que hablan sobre el tratamiento que los medios deben dar cuando se trata de noticias vinculadas con menores de edad.
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