En medio de la ponencia “Experiencias de autorregulación en América Latina” a cargo del abogado argentino y exrelator especial para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en la Organización de Estados Americanos (OEA), Eduardo Bertoni, el maestro en ética periodística hizo su aparición y se ubicó discretamente en la última silla de la mesa de panelistas.
Alrededor de 30 minutos dieron paso al turno de preguntas y respuestas para Bertoni, cuando al anunciarlo,la moderadora del evento y periodista hondureña, Claudia Mendoza, aprovechó también para anunciar la llegada de Restrepo, para quien pidió al auditorio un fuerte aplauso y a Darío el favor de ubicarse en el puesto que le correspondía.
Callado, limitándose a observar su alrededor, el maestro colombiano, escuchó la polémica desatada entorno al tema de autorregulación y censura, la Ley de comunicación de Ecuador y el término “Guerra mediática” que Bertoni se abstuvo de definir.
El foro hasta el momento iba según lo programado, sin ninguna eventualidad que lamentar, tres de los expositores invitados: Patricia Murillo (Honduras), Ricardo Gonzales (México) y Eduardo Bertoni (Argentina), habían abordado los temas previstos en la agenda: Autorregulación y censura en el periodismo hondureño, la violencia en el periodismo y experiencias de autorregulación en América Latina.
Solo faltaba un tema para el final de la jornada: “Códigos de ética periodística” a cargo del experto en esta “actitud personal” como la define: Javier Darío Restrepo, quien es director del consultorio ético de la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI).
Restrepo, comenzó su disertación expresando su desconfianza por los códigos de ética por lo que hacen en la actitud de los ciudadanos y profesionales, que perciben estos códigos como algo impuesto. Al contrario, dijo creer en la expresión del filosofo alemán, Immanuel Kant: La ética es “algo que nos vuelve legisladores de nosotros mismos”. En ese sentido, dijo que ser ético es autorregularse: “la ética es autorregulación, parte del interior de las personas no se la impone a nadie”.
“No es cuestión de teoría o discurso, se está viviendo y es en la vida que uno va teniendo ese encuentro interior con lo ético”, apuntó el experto. Dijo su definición más completa de ética: “la ética es un impulso a la excelencia”.
“Todo ser humano aspira a ser, entonces hay un choque entre el ser y el deber ser. Merced de ese impulso interior es que se dan los aciertos y desaciertos”. En los tiempos de violencia que vivimos, resaltó que la violencia es el “gran test” para el periodismo contemporáneo y está revelando todos los valores al mismo tiempo que sus debilidades y vicios, es “la prueba de fuego” para los periodistas.
Un periodista que tiene que desenvolverse en una sociedad cruzada por distintas violencias: política, delito, narcotráfico, son violencias que le plantean diariamente dilemas, que lo hacen cometer errores pero también le hacen hacer “un periodismo de calidad”. Luego, el periodista colombiano, les planteó un ejercicio a los periodistas que consistía en reflexionar en qué la hemos “embarrado” y “acertado” al cubrir asuntos de violencia.
Las embarradas: “Los errores”
1-Dejarse reclutar y hacer propaganda: El periodista no está hecho para hacer propaganda de nada. Cada vez que hace propaganda está acabando con la profesión, sobre todo con su credibilidad e influencia.
2- Información incompleta: Sucede cuando hace falta la versión de las víctimas. El partido del periodista es el de las victimas porque son los más débiles.
3-Periodismo Reactivo: Es el que se dirige a los sentidos y no a la inteligencia. Responde a la curiosidad, al morbo, al interés del medio y al desafío de competencia. El periodismo de calidad nace del pensamiento y lo alimenta el corazón.
4- Identidad profesional débil y confusa.
5- La prisa, la confusión, la ambición, el miedo y la falta de experiencia.
Los aciertos
1-Cuando el periodista es consciente del poder de la información.
2- Cuando el contenido informativo tiene una dinámica pedagógica, “un mensaje educativo”.
3-Cuando ante la violencia y en medio de un clima de intolerancia y miedo, el periodista es “proactivo”.
4-Cuando el periodista sabe para qué dar información.
5- Cuando aún en las desoladoras noticias de violencia, el periodista tiene un papel esperanzador.