La más reciente edición de la revista Gatopardo, especializada en publicar crónicas de periodistas iberoamericanos, trae como el más destacado de sus artículos un escrito del argentino Eliezer Budasoff titulado “El hombre que se convirtió en espejo”, ganador del premio Nuevas Plumas.
La crónica es un cuidadoso perfil de Nahuel Maciel, periodista argentino que en la década de los 90 logró publicar en importantes revistas culturales entrevistas con personalidades como Gabriel García Márquez o Mario Vargas Llosa, que en realidad eran inventadas.
Pero inventar entrevistas no fue el único pecado de Maciel. Según relata Budasoff, en 1992 el fabulador presentó en la Feria del Libro de Buenos Aires el texto “Elogio de la utopía”, una recopilación de falsas conversaciones con García Márquez, con un prólogo firmado por el escritor uruguayo Eduardo Galeano que Galeano nunca escribió.
En el portafolio de Maciel, quien hoy en día sigue ejerciendo el periodismo como editor del diario El Argentino de Gualeguaychú, figuran entrevistas como la publicada en el suplemento El Cronista Cultural el 22 de diciembre de 1991, hecha, según él, vía fax al hoy Nobel peruano Mario Vargas Llosa.
“Es casi inevitable preguntarle por Cuba y por Fidel. ¿Cuál es su opinión?”, preguntaba en el reportaje Maciel. A lo que respondía Vargas Llosa: “Sí. Es cierto. Yo esperaba desde el principio esta pregunta suya. Yo creo que Fidel es un caudillo, un caudillo al que el poder ha ido convirtiendo en una especie de todopoderoso. Lo inevitable con todos los todopoderosos, las personas tremendamente megalómanas, es que se llegan a creer un semidiós encarnado”.
Así, la crónica de Budasoff reseña otras entrevistas de Maciel hechas a Carl Sagan, Umberto Eco o Juan Carlos Onetti, y relata cómo el periodista convencía a los editores de distintos suplementos culturales para contratarlo, al presentarse como colaborador de Le Monde y la National Geographic.
“Si algo… me justifica… es porque en el año 92 fui responsable de una situación disvaliosa para el oficio del periodista como la de haber realizado plagios y material apócrifo en la prensa”, reconoce Maciel en una entrevista para el documental “El gran simulador” del director Eduardo Montes-Bradley.
Casos como el de Maciel no son nuevos. En la Red Ética ya hemos reseñado también la historia de Tommasso Debenedetti, rotulado como “el campeón italiano de la mentira”, quien ha logrado publicar en varios diarios de su país entrevistas que él ha inventado con grandes personajes del mundo de la cultura.
Para debatir:
¿Sería válido decir que las entrevistas inventadas son una forma de periodismo literario?
A propósito, revise las inquietudes planteadas en el Consultorio Ético de la FNPI sobre el plagio.