Tuitdebate: ¿Qué hace que una carrera universitaria de periodismo sea de calidad?

Tuitdebate: ¿Qué hace que una carrera universitaria de periodismo sea de calidad?

¿Qué hace que una carrera universitaria de periodismo sea de buena calidad? ¿Deberían tener los profesores perfiles académicos o ser más bien profesionales en ejercicio? ¿Si la verdadera formación de un periodista se da en las salas de redacción, para qué ir a la universidad?
Fotografía: WoodleyWonderWorks en Flickr / Usada bajo licencia Creative Commons
Red Ética FNPI

Por esta época del año millones de estudiantes de último grado de secundaria salen en búsqueda de universidades en las cuales realizar su pregrado. Aquellos interesados en el periodismo acudirán seguramente a las facultades de comunicación social, donde se ofrecen también énfasis en periodismo, ya que las facultades dedicadas exclusivamente a la formación periodística son escasas en Iberoamérica.

Al realizar esta búsqueda, los estudiantes deben revisar no solamente qué asignaturas se ofrecen en la carrera que estudiará, sino también aspectos como los perfiles de los profesores, las instalaciones y equipos técnicos de los que la universidad dispone para su formación, y las alianzas existentes con medios de comunicación en los cuales se puedan realizar prácticas profesionales.

Esta pregunta sobre la calidad de una escuela de periodismo fue una de las primeras que recibimos en nuestro Consultorio Ético , siendo formulada por el estudiante argentino Marcos Ariel Martínez. En su respuesta, el maestro Javier Darío Restrepo compartió cinco consideraciones para que el joven aspirante a periodista tuviera en cuenta:

1.- Que el papel formador de la universidad, hoy por hoy, es limitado.
2.- Que el periodista no se hace solo con el aporte de la academia, también debe contribuir su predisposición natural.
3.- Dado el papel que cumple en una sociedad cambiante, no parece existir una fórmula precisa para su formación se requiere un proceso permanente de ajuste.
4.- Ese ajuste será más ágil y oportuno en la medida en que la relación universidad-sociedad sea más estrecha.
5.- Como lo ha afirmado Gabriel García Márquez, el periodismo se aprende en ese diario contacto con la vida, que es la redacción de un medio de comunicación.Por todo lo anterior, la selección de universidad no es tan importante como su disposición personal para ser periodista. Esto es lo primero. Lo demás es lo de menos.

Adicionalmente, el maestro Javier Darío comparte en su respuesta la reflexión de José Marques de Melo en su ensayo Desafíos actuales de la enseñanza de comunicación, quien afirma que en las facultades de comunicación “las disciplinas humanísticas o de fundamento científico terminan siendo consideradas como un estorbo por parte de los estudiantes, que las consideran innecesarias y proponen que sean sustituidas por materias prácticas o por actividades técnicas”.

¿Qué hace que una carrera universitaria de periodismo sea de buena calidad? ¿Deberían tener los profesores perfiles académicos o ser más bien profesionales en ejercicio? ¿Si la verdadera formación de un periodista se da en las salas de redacción, para qué ir a la universidad? ¿Son mejores los periodistas que se han formado en otras carreras como la literatura, economía o filosofía? ¿Debería ser la de periodismo una carrera universitaria independiente de comunicación social? ¿Vale la pena estudiar periodismo, cuando las vacantes en los medios de comunicación son cada vez más escasas? ¿Para qué estudiar periodismo si tantos y tan buenos periodistas han tenido una formación empírica? ¿Qué características debe tener un estudiante que aspire a ser un buen periodista?

Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de la cuenta @EticaSegura participaron en uno más de nuestros tuitdebatesusando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados el siguiente Storify.

La Red Ética Segura hace parte de la alianza Ética Segura, de la FNPI y el Grupo SURA, que propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio.

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