Consulta: Cordial saludo. Cuando un periodista me pide información sobre una situación que supuestamente me compromete penalmente, le envio la información para que este periodista constate que quien le informó originalmente estaría mintiendo. Este periodista utiliza esta información para llevársela al aparente denunciante revelando a su fuente no ante una autoridad sino ante su primer entrevistado. ¿Se podría considerar que el periodista falta a la ética al revelar su fuente y documentos al denunciante previamente entrevistado por este?, El caso supone que en teoría yo estoy cometiendo un delito que no es cierto. El denunciante quiere desacreditarme públicamente como venganza e inventa una historia y contacta a un periodista para convencerlo de ello y que este lo publique. Así que la publicación es la venganza del denunciante que primero fue entrevistado. Posteriormente el periodista intrigado por la denuncia pública que se estaría haciendo y quién tiene que hacer una nota de prensa se contacta con la persona a quien difama el denunciante. El periodista entrevista como si la denuncia pública fuera cierta y el entrevistado bajo confidencialidad de la fuente le entrega documentos que probarían que todo es mentira. Sin embargo el periodista al ver los documentos se los entrega a su primer entrevistada argumentando que ella tendría razón y que como periodista debe divulgarlo a la primera entrevistada. ¿Es considerado como ético que un periodista revele la fuente a otro entrevistado cuando estos son opositores?, ¿Bajo qué excepciones el periodista debe revelar a sus fuentes?, ¿Quién sanciona al periodista que revela a las fuentes poniéndolas en riesgo?. Muchas gracias por la respuesta Roberto Sicard, Colombia
Responde Yolanda Ruiz
Si el periodista puede o no compartir datos o documentos que le da una fuente con otra fuente depende siempre de los acuerdos que se hayan hecho en el momento de entregar la información. Si para la fuente es claro que se buscaba hacer pública esa información o si expresamente se le manifestó que iba a ser compartida privadamente con otras personas en el proceso de investigación, se puede hacer. Si se trata de conversaciones o acercamientos off the record no es ético publicar o compartir la información. Se debe respetar la confidencialidad pactada. Por eso es muy importante que periodistas y fuentes sean claros y precisos cuando abordan asuntos delicados, mucho más si hay denuncias que pueden afectar a las personas involucradas. Sobre las otras preguntas: la reserva de la fuente es un principio básico del periodismo y se debe proteger en todas las circunstancias. Hay quienes consideran que esa reserva se puede perder si la fuente mintió deliberadamente para desinformar. En general no hay sanciones establecidas para fallas éticas y este es un tema que se maneja desde la autorregulación, aunque en algunos países hay consejos o tribunales éticos que pueden evaluar estas fallas, pero no es una práctica regular ni general. Lo que suele pasar en temas éticos es la sanción social, por la vía de la crítica pública, cuando un periodista o medio incurre en fallas a su labor. Más allá de lo ético, en el plano legal casi todos los países tienen normas que regulan los límites de la opinión o la información y hay sanciones cuando cruzan líneas como la calumnia, por ejemplo.
En los archivos del Consultorio encontramos muchas reflexiones sobre la relación fuente - periodista. Tomo una frase de una consulta del año 2018: “...la relación del periodista con la fuente se fundamenta en la confianza, por tanto, cualquier acto de violación de la confidencialidad lesiona o destruye la confianza en que se funda la relación con la fuente”.
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Cada semana, Ruiz publica una nueva respuesta a las consultas enviadas por la comunidad periodística de Iberoamérica, mientras que González publica un artículo mensual a partir de las consultas recibidas en ese período y a partir de allí ofrece un análisis sobre las preocupaciones y dilemas éticos que enfrenta la región.
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