La caricatura mostraba al presidente de los Estados Unidos Donald Trump con gafas oscuras, como un ciego dejándose guiar por un perro que tenía la cara de Benjamin Netanyahu, el Primer Ministro de Israel y cuyo collar llevaba la forma de la estrella de David.
Tan solo unas horas después de su publicación, el prestigioso diario The New York Times tuvo que publicar una disculpa por esta imagen considerada como ofensiva y antisemita por un amplio sector de sus lectores.
A raíz de esta incómoda situación acontecida a finales de abril, la académica Jennifer Grygiel de la Universidad de Syracuse publicó en The Conversation un interesante artículo en el que sostiene que los caricaturistas políticos están pasados de moda y que es hora de darle más lugar a los memes en su lugar.
“Los caricaturistas políticos son demasiados hombres, demasiado viejos y demasiado blancos”, sostiene Grygiel en el artículo donde destaca que solamente dos mujeres y una persona de raza negra en la historia han ganado el Pulitzer a mejor caricaturista del año.
Por otro lado, es común ver hoy en día cómo los medios de comunicación tradicionales acuden al lenguaje de los memes y al contenido generado por sus audiencias para acercarse a los más jóvenes. ¿Significa esto que los caricaturistas políticos serán reemplazados dentro de poco por creadores de memes especializados? ¿Realmente hace falta diversidad sexual y racial en el oficio de los caricaturistas políticos? ¿Pueden los caricaturistas políticos redimirse comenzando a hacer memes?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de nuestra cuenta @Etica participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Momento de Twitter.
¿Los memes están desplazando a los caricaturistas?
La Red Ética es posible gracias a la alianza entre la FNPI, Grupo Bancolombia y Grupo SURA, la cual propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio periodístico.