Una cifra ha llamado fuertemente la atención esta semana entre quienes están involucrados con el negocio de los medios de comunicación: el diario británico The Economist aumentó en 60 millones de libras sus ganancias respecto al año pasado, a pesar de que las ventas de su edición impresa cayeron un 18%. ¿Cómo lo hicieron?… Gracias al modelo de suscripciones digitales premium que le dan a sus lectores acceso a contenido de mayor calidad.
Los ejemplos de publicaciones como The Economist, The New York Times, The Correspondent, que han logrado disminuir su dependencia de los anunciantes para aumentar su financiación a través de modelos de suscripción, ha puesto a más de uno a pensar si el futuro del periodismo está en hacer que los medios de comunicación funcionen de manera similar a como lo hace Netflix.
“La publicidad va a dejar de pagar la cuenta de los medios de comunicación”, dijo Rosental Alves, director del Centro Knight para el Periodismo en las Américas en su discurso pronunciado en el SIP Connect 2016. Sus palabras coinciden con las del director del Consultorio Ético de la FNPI, Javier Darío Restrepo, quien en el lanzamiento del nuevo volumen del libro El Zumbido y el Moscardón afirmó que “para sobrevivir, el periodismo no puede seguir dependiendo de la publicidad y los patrocinios”.
A propósito de esta coyuntura publicamos el artículo titulado 7 razones por las cuales las suscripciones salvarán al periodismo, donde el fundador de The Correspondent expone sus argumentos para señalar que solo a través de este modelo de negocio es posible que una publicación digital haga contenido de calidad hoy en día. Entre sus motivos se destacan el aumento del uso de los ad blockers, la hegemonía de Facebook en la distribución de contenidos y los riesgos que implican alternativas como la publicidad nativa.
¿Son las suscripciones la salvación para el periodismo de calidad? ¿Deben dejar los medios de depender de los anunciantes? ¿Están los lectores realmente dispuestos a pagar para sostener los medios que los informan? ¿Podemos decir que la publicidad es culpable de la pérdida de confianza de los lectores en los medios? ¿Son viables los portales informativos que buscan sostenerse solo con suscripciones? ¿Deberían los medios de comunicación imitar el modelo de negocio de Netflix o Spotify? ¿El financiarse solo con suscripciones garantiza que los medios sean más independientes?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de la cuenta @EticaSegura participaron en uno más de nuestros tuitdebates usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados en el siguiente Storify.
La Red Ética Segura hace parte de la alianza Ética Segura, de la FNPI y el Grupo SURA, que propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio.