La Revista Mexicana de la Comunicación ha publicado un artículo escrito por el catedrático Juan Carlos Núñez titulado “Violencia y periodismo en México: Un acercamiento desde la ética”, donde se debate cómo deben informar los periodistas sobre noticias de violencia extrema sin caer en el amarillismo.
Núñez, profesor de la Universidad Jesuita de Guadalajara (ITESO) y ex defensor del lector del periódico Público Milenio, busca responder a preguntas tales como ¿cuál es la forma de informar sobre masacres de capos del narcotráfico sin provocar el hastío o la indiferencia de los lectores? ¿Cómo hay que referirse a los hechos y a sus protagonistas? ¿Cómo informar sin convertirse en portavoces de los grupos en conflicto? ¿Cómo cumplir con el deber a informar en una situación donde está en riesgo la vida misma de los periodistas?
En el artículo se citan continuamente a periodistas colombianos como Gabriel García Márquez y Javier Darío Restrepo. “La violencia no puede convertirse en un espectáculo para satisfacer la curiosidad y el morbo del público. En ese sentido, la publicación de imágenes macabras de muertos, heridos y actos violentos, destinada solamente al aumento de las ventas, pervierte la profesión y degrada a los receptores de la información”, dice citando a Restrepo.
En el corazón del documento, Núñez se plantea el siguiente como el principal reto que enfrentan los reporteros encargados de cubrir hechos sangrientos: ¿cómo saber si la información, aunque sea oficial, es verdadera? ¿Cómo garantizar que no están reproduciendo mentiras?, ante lo cual responde que la única forma de garantizar un buen trabajo periodístico es investigando.
La violencia generada por la guerra entre los carteles de narcotraficantes y la fuerza pública mexicana dejó 12.903 personas asesinadas en los primeros nueve meses del año 2011, sumando 47.515 homicidios en los últimos cinco años, de acuerdo a cifras de la fiscalía mexicana.