El siguiente es un fragmento del libro digital 'Periodismo contra la desinformación', que puede descargarse de forma totalmente gratuita aquí.
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En esta época en la cual resulta difícil establecer un consenso sobre cuáles son los hechos y cuáles son las mentiras, Alessandro Baricco admitió que la verdad siempre será difícil de obtener, pero es aquí donde la ciudadanía necesita demostrar el poder que tiene su voz. “Evidentemente es muy difícil hacer funcionar una democracia si no se cuenta con ciudadanos informados, con conocimiento y pasión por la democracia”, comentó Baricco.
El escritor italiano añadió que “el mundo digital ha sentado las bases para la creación de una verdadera democracia, no de una democracia aparente, donde la ciudadanía participe de manera efectiva”. Por eso, reiteró que “lo mejor es contar con ciudadanos informados, educados y que tengan conocimiento. Este es el verdadero poder de la democracia”.
Por su parte, Catalina Botero visualizó dos cuestiones en donde poner el foco. La primera tiene que ver con hacer “alfabetización digital”.
La otra cuestión consiste en revisar cómo operan las plataformas, qué se puede hacer desde y dentro de las plataformas, de conformidad con los estándares internacionales de derechos humanos. De ese modo, se podrían promover “regulaciones inteligentes” que sean compatibles con dichos estándares. “Ese es el gran desafío del Consejo de Supervisión Global de Facebook”, mencionó Botero.
Enseñar a las personas que tengan un conocimiento de los medios es una manera de ayudarlos a navegar en el océano informativo. Para Patrícia Campos Mello habría que explicarles, por ejemplo, la diferencia entre un artículo de opinión y una editorial, qué es una fuente, entre otros elementos básicos que, para ella, todos deberían conocer.
A Renata Cabrales, periodista especializada en contenido digital, el tema de la alfabetización de la audiencia también le resulta fundamental. “Hay que incentivar a los ciudadanos a que tengan un uso responsable de las redes sociales”, aconsejó la colombiana, quien coordina el proyecto Convivencias en Red en la Fundación Gabo. Con ese propósito, Cabrales compartió la “brújula ética”, una guía basada en las enseñanzas de Javier Darío Restrepo, quien se desempeñó como director del Consultorio Ético de la Fundación Gabo hasta antes de su fallecimiento.
Ideada por el periodista colombiano Hernán Restrepo, la brújula son tres preguntas que giran en torno a la veracidad de la información, al respeto y al periodismo como servicio público. “No solo los periodistas deberían hacerse estas preguntas antes de publicar un contenido en las redes sociales. Es un instrumento útil para cualquier ciudadano”, resaltó Cabrales.
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Verdad: ¿Lo que voy a publicar en redes es verdad? Antes de publicar debo preguntarme esto.
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Respeto: ¿Estoy respetando a los involucrados, a la ciudadanía y a los involucrados en el hecho?
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Servicio público: ¿Si lo publico, presto un servicio o lo hago para favorecer a alguien?
Cinco ideas que pueden aportar soluciones, según Catalina Botero
1. Recuperar la decencia en la política. Para Botero, en las redes no pasa algo que esté desconectado en el mundo por fuera de línea. En la red, lo que se está reflejando, y en muchos casos amplificando y redireccionando, es lo que pasa por fuera de línea. “Si se pierde la mínima decencia política, pues claro que se ve reflejado en las redes. Y los seguidores políticos indecentes van a tener un comportamiento ruidoso y perjudicial para la conversación política”, reflejó la especialista en derecho constitucional. Por eso, hay que recuperar la decencia y eso se logra recuperando el valor cívico de la política.
2. El papel fundamental del periodismo. “Los medios de comunicación no pueden competir con las redes sociales. Y si lo hacen, les va mal a ellos, a la sociedad, a la conversación política”, planteó Botero. Los medios, entonces, tienen que “resistir y mantenerse dentro de los principios de la profesión periodística”: hacer verificación; realizar denuncias sustentadas; y no contribuir al ruido, sino a la claridad.
3. Trabajar en la ciudadanía digital. “Hay que trabajar en qué significa ser ciudadano digital en los colegios, en las universidades, en todos los grupos de acción colectiva”, recomendó Botero.
4. Autorregulación. Para Botero es fundamental que las plataformas establezcan reglas de moderación de contenido que sean compatibles con la democracia, que no destruyan la libertad de expresión pero que tengan en cuenta otros valores. Como también que cuenten con personas que puedan revisar el contenido desde una perspectiva de derecho internacional de los derechos humanos. “Todo eso se lleva construyendo por 60 años y hay que tenerlo en cuenta a la hora de hacer autorregulación”, remarcó.
5. Derecho y estado. “Hay espacios donde el estado sí puede entrar. Hay discursos que sí están prohibidos. La pornografía infantil no es una expresión permitida y debe estar prohibida por el estado. La incitación a la violencia y al genocidio deben estar prohibidas. Ahí sí puede entrar perfectamente el estado a regular esos contenidos, a limitar esa expresión. Y finalmente, otra vez el derecho entra para meter en cintura a los gobernantes que abusan del ejercicio de su poder y el discurso es una manera de ejercer el poder. El discurso gubernamental es una manera de ejercer el poder. Y el ejercicio del poder está regulado en un estado de derecho. Y entonces ahí el derecho puede entrar. Pero solo en esos espacios es donde es razonable que el derecho entre”, formuló Botero.
¿Qué puede hacer el periodismo en un mundo con tanta desinformación?
Jean François-Fogel llegó a la conclusión de que la desinformación le plantea al periodismo un sinnúmero de oportunidades, sin que eso implique creer que este oficio logrará salvar a la democracia. “La idea de que vamos a limpiar internet es utópica. Hay que entender las limitaciones del periodismo”, dijo Fogel.
El maestro dio cinco recomendaciones que describen las posibilidades del periodismo en el mundo actual, que es fragmentado y cerrado, como lo es el mundo digital hoy:
1. Como denunciar las mentiras genera muy poco interés en la audiencia, es mejor investigar en qué consiste la desinformación. "Hay que investigar este mundo digital como lo hacemos en el mundo analógico", recomendó Fogel.
2. El periodismo debería salirse de su posición de cuarto poder y dedicarse a innovar en el mundo digital. Debería apostarle a entender la inteligencia artificial para mejorar su relación con la audiencia.
3. Expresar opiniones definitivas es cada vez más difícil. Es mejor reportear sin parar para poder decirle a la audiencia lo que pasa en un lugar o momento dado sin pretender generalizar. "La idea de que hay un escenario objetivo va perdiendo terreno. Los periodistas entienden que la objetividad es imposible. La honestidad, en cambio, sí es posible”, valoró.
4. Polemizar en redes sociales es una batalla perdida. Los medios deberían distinguirse de las redes, que son muy volátiles y emocionales. "Las redes sociales son un espacio de investigación, pero no son el fin de la información", aclaró.
5. Intentar conversar con todos es utópico. Hablarle a audiencias de nicho es mejor. Un asunto posible a través de las membresías y suscripciones, métodos de financiación en auge. “Los medios con más futuro son los que fidelizan a grupos de nicho. Conquistar a grandes audiencias hoy es casi imposible”, pronosticó.
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Este fragmento hace parte del libro digital de descarga gratuita 'Periodismo ante la desinformación', editado y publicado por la Fundación Gabo en el marco de su programa ‘Ética periodística’, posible gracias a la alianza con con los grupos SURA y Bancolombia, con sus filiales en América Latina. El texto profundiza en los aprendizajes que dejaron los expertos invitados a seis actividades que se desarrollaron durante el Festival Gabo 2020.
Sobre el programa de Ética periodística
La Fundación Gabo ha considerado la ética como una dimensión fundamental del oficio periodístico. Para Gabriel García Márquez, la ética y la técnica van de la mano, y desde 1995, año en que la Fundación empezó su actividad, invitó a Javier Darío Restrepo, periodista colombiano, para que diera una serie de talleres sobre el tema. Cuando en mayo de ese año se hizo el primero de ellos, con el apoyo de la Unesco, Gabo pronunció una frase que hoy es famosa y se ha convertido en un lema: «En periodismo, la ética es a la técnica como el zumbido al moscardón».
Desde 2012 la Fundación Gabo, en alianza con el Grupo SURA y sus filiales, desarrolla este programa, que ha permitido potenciar el trabajo acumulado a lo largo de los años –en particular del Consultorio Ético–, y crear la Red Ética. En 2016, el grupo Bancolombia se unió como socio del proyecto.
En este espacio se reflexiona y se habla abiertamente sobre los desafíos éticos que enfrentan los periodistas en un contexto de profundas transformaciones de la práctica, la sostenibilidad y la función social del periodismo.