¿Hasta qué punto un periodista de un medio escrito contribuye en la investigación de un caso de secuestro con sus publicaciones? ¿Existe un límite? ¿Debe la prensa dar información sobre casos de secuestro mientras son investigados? ¿Puede el gobierno dictar qué tipo de información no es conveniente dar? ¿Por qué los medios de comunicación y los periodistas encargados de realizar la cobertura de un caso de secuestro buscan obtener la primicia sin tener en cuenta que debe abordarlo de una manera ética dando a la audiencia la información estrictamente necesaria, sin provocar pánico y sin representar un obstáculo para los procedimientos legales y de rescate de la víctima?
Respuesta de Gumersindo Lafuente
En casos de secuestro, los periodistas tenemos la obligación de extremar nuestra responsabilidad. Por encima de la obtención de una ventaja periodística sobre la competencia siempre debería estar la seguridad de la víctima. Esta apelación incluye a las autoridades y a la policía, que no siempre cumplen las reglas de discreción, que evitarían filtraciones indeseadas.
Envía aquí tus preguntas sobre ético periodística.
Respuesta de Álex Grijelmo
El derecho a la vida de la persona secuestrada está por encima del derecho a la información. Ninguna noticia puede poner en riesgo al rehén.
Respuesta de Mónica González
Frente a la situación de un secuestro, el principal y primer límite es siempre el resguardo de la vida de la víctima. Eso significa que no hay golpe periodístico posible ni primicia que esté en juego cuando al informar se podría poner en riesgo la vida de la persona secuestrada. Como en muchos de nuestros países el secuestro se ha convertido en el nuevo negocio del crimen organizado, grupos ilícitos que cuentan con la complicidad de la policía, el debido cuidado en la entrega de la información no impide que el periodista recoja todos los datos y testimonios que van surgiendo para, llegado el momento, poder relatar una historia que puede tener relevancia para mostrar métodos y redes de protección de las que gozan estas bandas y a los que los ciudadanos deben poner atención.
También te podría interesar: ¿Cómo evitar el sensacionalismo en el periodismo al cubrir crímenes de lesa humanidad?
“Secuestrar a un periodista es atentar contra un bien de toda la ciudadanía”
Respuesta de Javier Darío Restrepo
La información sobre secuestro es una si se da con el ánimo de ganar en la competencia entre medios, o de elevar las ventas o la sintonía, o de obtener prestigio profesional.
Esa información será otra si se propone despertar solidaridad en los receptores y prestar ayuda a las víctimas.
Si lo primero, que es cuando los detalles del secuestro y del sufrimiento de las víctimas, o de sus familiares y amigos se tasan como una mercancía, la información que resulta degrada la profesión y envilece a la sociedad porque la induce a la indiferencia y a mirar el sufrimiento ajeno como un espectáculo.
Una información ética es solidaria: toma como punto de vista el sufrimiento de las víctimas y como objetivo prestar asistencia solidaria y dar respuesta positiva al sufrimiento. Esto implica cercanía con las víctimas, colaboración con las autoridades y orientación a las audiencias. Se trata de servir al interés de la sociedad para proteger, y no de excitar la curiosidad de los que fisgonean.
Hay, como se ve, una actitud interna del periodista y del medio, que dicta el enfoque y la actividad periodística.