Un día un artículo que había publicado en mi diario sobre obesidad infantil, fue publicado, sin mi consentimiento, por otro diario. ¿Es ética la acción de ese diario? ¿Cómo actuar al respecto? Si el artículo fue publicado con su nombre pero sin su consentimiento, se configura un evidente abuso y, además de su reclamo, es procedente el cobro en dinero por la publicación. Es importante para usted y para todos los colegas, que el trabajo no se regale. Existe la muy equivocada idea de que el trabajo intelectual no se paga, o recibe una mala paga, bajo el supuesto de que no es un producto rentable, o de que no implica un esfuerzo físico.
Mantener como principio y como práctica que el trabajo del periodista debe ser pagado, contribuye a la eliminación de prácticas injustas con el trabajador intelectual.Si su artículo fue publicado sin su consentimiento y sin el crédito correspondiente, estaremos ante un caso de plagio que, como se sabe, atenta contra la verdad y contra la justicia.
Plagiar, es decir, apropiarse de una obra intelectual o artística para hacer creer a los lectores que es de una persona distinta a la de su autor, es mentir. Además es lucrarse de una propiedad ajena y arrebatarle a su autor el mérito ganado con su trabajo. Tal conducta viola principios éticos relacionados con los valores de la verdad y de la justicia y, en muchos países, las leyes de propiedad intelectual.
El plagio, además, degrada el trabajo del periodista porque lo despoja de la transparencia necesaria para que sus notas exhiban solvencia científica. Lo propio del trabajo científico es que sus fuentes y trayectoria investigativa se puedan seguir por otros investigadores que buscan la misma verdad. El que plagia oculta fuentes y sigue una trayectoria tortuosa que impide continuar tras la verdad de los hechos.
Por eso el código de conducta de The Washington Post señala el plagio como "uno de los pecados imperdonables del periodismo", El País, de Madrid, por su parte, considera que "es inmoral apropiarse de noticias de paternidad ajena", y La Nación de Buenos Aires, ordena a sus periodistas "respetar y hacer respetar los derechos legítimos de autores y creadores".
Documentación.
En el código ético de los periodistas de la Guayana inglesa el plagio se califica como "grave ofensa profesional". A.7
El código húngaro explica "abusa de los derechos de otra persona quien publica el producto intelectual de otro como si fuera suyo". AII, 4,c.
Es la misma motivación del código irlandés en el que el plagio se describe como " explotación del trabajo de otro periodista". A.5
"Es una forma de trabajo impropia del periodista", se lee en los artículos 15, 21, 22 y 24 del código de los periodistas polacos, que expulsan de su asociación a los plagiarios.
Para los yugoslavos plagiar es "conducta incompatible con la ética profesional", a 19: y para los mismos el plagio "es un método desleal". A 4.
Son más de 30 los códigos de ética periodística en el mundo que incluyen un severo rechazo a esta conducta repetidamente calificada como "odiosa", "abusiva", "deshonrosa".
Entre unos y otros, los códigos recomiendan:Que las citas no sean tan sustanciales que se conviertan en la obra del citado.Mencionar honestamente las fuentes de información. (Indonesia, a 5,2)Usar las comillas cuando la cita es textual y cuando se resume un texto, dejar claro su origen.Citar dentro del contexto y conservar el espíritu de licitado por el autor.