¿Cómo sostener una entrevista equilibrada con políticos arrogantes, sin caer en los extremos de la grosería o de la complacencia?
Respuesta: Se trata de mantener un alto nivel profesional. Esto quiere decir que esta clase de entrevistas demanda una cuidadosa preparación sobre el tema y una definida intencionalidad de servicio a los receptores, a través de la información que pueda ofrecer el político entrevistado. Esto excluye la entrevista sin objetivo claro, e impuesta por las circunstancias, lo mismo que la entrevista improvisada o para aprovechar el personaje. También corresponde a ese alto nivel la permanente presencia del interés público en la entrevista. Es decir, para el periodista lo importante no es el político, sino su servicio al bien común, de modo que el perfil que finalmente adquiere la entrevista es el de una conversación entre dos ciudadanos sobre un tema común, el bien público. Tanto periodistas como políticos se deben a ese objetivo. Por último, cuando se prevé un encuentro conflictivo por la predisposición agresiva o arrogante de la fuente, no se debe hacer la entrevista. Para el periodista no debe haber fuentes imprescindibles. Toda fuente puede ser reemplazada por fuentes alternas. Esto supone una lista de fuentes permanentemente renovada y con nombres suficientes para encontrar alternativas. En efecto, lo importante no es la fuente sino el servicio al receptor.
Documentación
Algunas recomendaciones para la conducción de una entrevista.
• Ser transparente. Explicar al entrevistado el motivo de la entrevista, sobre todo si se trata de ponerlo en tela de juicio. • No interrumpir. Evite interrumpir a su entrevistado en medio de una respuesta. Si urge una nueva pregunta, es mejor apuntarla y hacerla cuando termine de contestar.
• Persistir. A veces los entrevistados son hábiles para evadir las respuestas. Hay que insisti8r hasta que acepte responder o diga que a ello no se va a referir. Esta respuesta es valiosa. • Ser expresivo. Demostrar interés por el entrevistado y no solo por lo que sabe, suele ser efectivo a la hora de conseguir que el personaje se abra al cuestionario.
• No polemizar. Es bueno recordar que las ideas del entrevistado son las que importan, y dejar que el lector sea quien saque conclusiones. La terminación es clave Cuando se cree que la entrevista está terminada, se recomienda pedir la entrevistado que diga si algo importante se quedó por fuera yno dejar de tener una corta conversación después de haber apagado la grabadora o cerrado la libreta. Muchas veces en ese momento de relajación salen cosas que el entrevistado no dijo bajo la presión de la entrevista formal. Semana. Cómo hacer periodismo. Aguilar, Bogotá, 2002. Pp 210,211.