¿Se impone una nueva ética para el periodismo de internet? R.- Internet no requiere una nueva ética, tampoco demanda un periodismo nuevo; hará más exigente la ética periodística de siempre y le creará nuevas condiciones técnicas al periodismo que todos conocemos.
Es una ética más exigente porque se la aplica a un medio más poderoso que los tradicionales. Un ingeniero a cargo de una planta nuclear necesitará una responsabilidad más viva que el encargado de una planta eléctrica de poca capacidad.
En cualquiera de estos casos esa responsabilidad implica el conocimiento del poder que se tiene entre manos, y el poder de internet es superior al de una pequeña estación de radio o de una hoja de noticias.
Conocer la naturaleza y alcance de ese poder es necesario para medir sus alcances, con el fin de prevenir los daños, potenciar los que son buenos y anular los que son definitivamente malos.
Como se ve, estos son procesos éticos que corresponden a todos los medios en distinto grado, menor para los de escaso poder, máximo para los de mayor potencial.
Como lo señala Margaret Sullivan, la defensora del lector de The New York Times en nota ampliamente difundida por FNPI, internet da lugar, entre otros, a tres conflictos éticos: el que plantean los eventos como fuente de ganancias; también los que resultan de las nuevas formas de publicidad en internet y la demanda de productos multimedia.
Estos y los demás conflictos no son nuevos para el periodista, pero sí intensifican las exigencias éticas para periodistas y medios en materia de independencia y de responsabilidad social.
No cambian la ética ni sus códigos, pero sí aumentan sus exigencias.
Documentación
Las nuevas tecnologías ofrecen oportunidades para ayudar a superar desafíos sociales, económicos e, incluso, ecológicos. Ellas pueden puentear crecientes distancias y tiempos gracias al teletrabajo, telecompras, servicios médicos a distancia o servicios bancarios a domicilio. Tales tecnologías promueven el aprendizaje generalizado a lo largo de toda la vida del hombre al hacer la educación más individualizada y asequible. Sin embargo, la sociedad de la información que resalta de la miríada de tales desarrollos, está aún cargada de ambivalencias.
Se dice, por ejemplo, que la Galaxia Gutemberg se está agotando, aunque el desarrollo cultural nunca ha sido más dependiente que ahora del soporte impreso. Más aún, la riqueza global de conocimiento acumulado se duplica actualmente cada cinco años y se está transformando así en factor primordial de producción. Y sin embargo las autopistas de la información (de peaje) no se están convirtiendo automáticamente en autovías de la información (gratuitas) para poner el conocimiento a disposición de cualquiera, sino que siguen atestadas de controles de tráfico, de semáforos que continúan generando nuevas disparidades dentro y entre las diversas sociedades. Tal y como se dice en la declaración final de la Conferencia, “las nuevas tecnologías de la información que aceleran el cambio en nuestras sociedades, están forzando a la sociedad a adaptarse a las nuevas relaciones en el espacio y en el tiempo."
Tal cambio radical requiere de un uso inteligente de los nuevos medios así como de los instrumentos de la información. La transparencia y el acceso global a la información serán necesarios en los años venideros para la creatividad interactiva y la solidaridad mundial. Las perspectivas humanísticas y científicas tienen que ser reconciliadas para que tales condiciones sean alcanzadas.
Los efectos positivos de los nuevos medios y de las tecnologías de información pueden ser ampliados y sus consecuencias negativas mitigadas gracias a una democracia participativa, a un sentido de responsabilidad y consciencia, al ejercicio de derechos y deberes y a la capacitación de las gentes todas.
Ricardo Días Hochleitner en la Introducción a La Red. Punto de Lectura, Madrid 2000. P 11 y 12.
¿Se impone una nueva ética para el periodismo de internet?
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