¿Por qué un medio de comunicación protege la identidad de algunos y no de otros cuando se trata de casos que involucran a menores en delitos?
La máxima autoridad de un país puede recurrir a la justicia, pero la querella lleva sus nombres y apellidos, y su cargo también, por lo cual no es “cualquier ciudadana” ni lo será nunca.
WhastApp nos ha simplificado la vida en muchos aspectos, pero también ha reducido los límites de nuestra privacidad.
Los rumores no chequeados se transmiten como la espuma. Se deslizan con total fluidez por las plataformas digitales y siembran también el odio.
¿Cómo delvolver la inocencia? ¿Es posible cuando “presunto” o “sospechoso” aparecen muy débiles ante la palabra culpable?
Lo que falta para evitar que una autoridad nos diga cómo debemos hacer nuestro trabajo es control, pero desde nosotros.