Crear un jurado nacional de periodismo, integrado principalmente por periodistas retirados, representantes de la sociedad civil y profesores de periodismo, es la polémica propuesta que acaba de lanzar el académico Jeff Jarvis.
En su blog de Medium, el profesor Jarvis, autor de libros como Qué debería hacer Google y Gutemberg el geek, se aventura a proponer la creación de un órgano que ayude a distinguir el buen periodismo de la basura informativa, fomentando debates sobre coyunturas éticas del oficio. ¿Tal vez algo parecido a lo que hacemos con nuestros tuitdebates?
De acuerdo a lo propuesto por Jarvis, la existencia de un órgano así, no sería un consejo de prensa como el que se ha tratado de establecer en Reino Unido, donde sus sentencias buscan obligar a las organizaciones de noticias a cumplir ciertos estándares. Pero sí cumpliría la labor de suplir a los defensores de audiencias (ombudsman), un cargo prácticamente extinto en las salas de redacción.
Este jurado funcionaría así: cualquier ciudadano podría remitir al jurado casos o quejas que representen dilemas de ética periodística. El jurado los seleccionaría, debatiría, y luego publicaría un concepto sobre ellos. Jarvis dedica su columna a responder más preguntas sobre su idea:
• ¿Cómo se abordarían los casos? Cualquiera podría presentar un caso. Claro, algunos intentarán jugar con el sistema: diez mil quejas contra un medio específico. El volumen no tiene sentido. El jurado debe tener plena libertad y autoridad para otorgar prioridad a casos específicos. El tiempo sería limitado, por lo que elegirían casos en función de si son particularmente importantes, representativos, instructivos o nuevos.
• ¿Qué producirían los jurados? Me gustaría ver un debate reflexivo y la consideración de preguntas difíciles sobre la calidad periodística que produzcan críticas constructivas y útiles de la práctica actual. No hay mejor modelo que la gestión de Margaret Sullivan como editora pública de The New York Times.
• ¿No es el momento equivocado para hacer esto, justo cuando gobernantes atacan a la prensa calificándola como el enemiga del pueblo? Es precisamente el momento adecuado para hacer esto, para mostrar cómo mantenemos los estándares, no tememos a las críticas legítimas y aprendemos de nuestros errores. No hay mejor manera de comenzar a generar confianza que abordar nuestras propias fallas con honestidad y apertura.
• ¿Cómo se financiaría el proyecto? Tal esfuerzo no puede ser voluntario. El tiempo del jurado debe ser respetado y compensado. Tendría que haber al menos una persona administrativa para manejar los casos entrantes y la emisión de sentencias. Filántropos, bienvenidos.
• ¿Haría cumplir un determinado conjunto de normas? No creo que deba. Hay tantos códigos de conducta y ética periodísticos como periodistas y creo que los miembros del jurado deberían sentirse libres de recurrir a cualquiera de ellos, o pisar nuevos territorios, conforme lo exijan los casos.
• ¿A quién le serviría este organismo, a los periodistas o al público? Creo que debe servir a los intereses públicos del periodismo. Pero reconozco que muy pocos miembros del público prestarían atención a estos conceptos. La audiencia para las publicaciones del jurado sería principalmente periodistas, así como estudiantes y profesores de periodismo.
• ¿No son estos debates los que se dan ya en Twitter? Cuando The New York Times eliminó su posición de editor público, dijo que las redes sociales ya estaban cumpliendo ese papel. "Pero hoy", escribió el entonces editor Arthur Sulzberger, "nuestros seguidores en las redes sociales y nuestros lectores en Internet se han unido para servir colectivamente como un perro guardián moderno, más vigilante y enérgico de lo que una persona podría ser". Eso debería ser el caso. Pero en realidad, cuando se critica a medios como The Times, los reporteros tienden a defenderse en lugar de dialogar.
Jarvis finaliza su texto añadiendo que no será una tarea fácil ni sencilla de llevar acabo. Incluso admite que podría ser una mala idea, por lo que invita quienes lo lean a hacerle todas las sugerencias posibles. Puede ser comentando al final de esta publicación, o a través de su cuenta de Twitter. “Creo que necesitamos un medio para escuchar las críticas justificadas y ganar valor al lidiar con nuestras deficiencias para que podamos aprender y mejorar. No tenemos eso ahora. ¿Cómo podríamos construirlo?”, concluye Jeff.