Margaret Sullivan, defensora del lector del diario The New York Times, ha dedicado su más reciente columna a analizar los dilemas éticos que traen los procesos de innovación periodística y publicitaria que el rotativo está llevando a cabo debido a la convergencia de internet y la lectura en dispositivos móviles.
En su artículo titulado “Perilous Task of Innovation in a Digital Age” (La riesgosa tarea de la innovación en la era digital) Sullivan divide sus preocupaciones en tres aspectos principales: los eventos como fuente de ganancia, las nuevas formas de publicidad en internet, y el crecimiento en la demanda de productos multimedia.
En cuanto a los eventos, Sullivan expresa su preocupación por cruceros a la Patagonia y conferencias donde el gran atractivo para los asistentes es la posibilidad de conocer cara a cara a editores y columnistas de The New York Times. La defensora de la audiencia advierte que al aceptar este tipo de invitaciones, los periodistas pueden estar comprometiendo su independencia, como de hecho sucedió en el Washington Post, que se vio obligado a cancelar una iniciativa similar llamada “Salons”.
Sobre las nuevas formas de publicidad en internet, Sullivan se muestra especialmente preocupada por lo que ha sido denominado como “native advertizing” (publicidad nativa), que consiste principalmente en información editorial disfrazada o mezclada con publicidad. La defensora expone los casos de la aplicación para encontrar qué hacer en la ciudad The Scoop o la página patrocinada por el Citi Bank Citi Bike, donde es posible que el lector encuentre información de utilidad, pero no se le advierte con claridad que se trata de publicidad.
“La transparencia con el lector es la clave con tantos asuntos enredados en el mundo de los nuevos medios. Decirle a los lectores con claridad qué es lo que están viendo”, afirma Sullivan añadiendo una cita de Philip B. Corbett, editor asociado para los estándares, quien dice “si el punto de la publicidad nativa es engañar al lector, eso no es bueno. El lector jamás debe ser engañado”.
Finalmente Sullivan explica cómo el éxito de grandes especiales multimedia como Snow Fall y The Jockey han provocado un aumento en la demanda por los contenidos en video, que actualmente exceden la capacidad de producción de los periodistas multimedia del diario.
“¿Serán los proyectos noticiosos los que tengan luz verde para su producción, o serán aquellos que generen más tráfico y atraigan más a los anunciantes?”, se pregunta Sullivan respecto a las implicaciones éticas que tendrá esta avasalladora demanda sobre los valores periodísticos mismos de la Dama Gris, como se conoce al Times.
El artículo de la defensora del lector en el rotativo neoyorkino ha llamado la atención de periodistas de todo el mundo, entre ellos Gumersindo Lafuente, maestro de la FNPI y responsable del cambio digital en el diario El País y exdiector del portal en internet del diario español El Mundo.
“Todos estamos buscando nuevos caminos para conseguir mayor rentabilidad, pero los departamentos de publicidad siempre prefieren los atajos y no suelen ser buenos. Eso ya ocurría en el papel, pero se agudiza en los momentos de menos ingresos en los que la redacción pierde poder y arriesga su independencia”, afirmó Lafuente consultado vía correo electrónico por la Red Ética de la FNPI.
El periodista español coincide con Sullivan al afirmar que la clave está en la transparencia, pues el lector o usuario debe saber en todo momento qué es lo que está leyendo o viendo. “Si es contenido editorial realizado por la redacción. Si es contenido patrocinado pero avalado y realizado por la redacción. Si es contenido patrocinado pero realizado por el propio patrocinador o si es directamente publicidad”, explica La Fuente añadiendo que “lo que no puede justificarse es el engaño, ni siquiera la ambigüedad”.
Adicionalmente, el Consultorio Ético de la FNPI ha respondido a numerosas preguntas referentes a los retos éticos que la convergencia digital está trayéndole al periodismo. En una de sus respuestas, el maestro Javier Darío Restrepo ha explicado que a pesar de los cambios tecnológicos se deben seguir respetando principios como el compromiso con la verdad, la lealtad hacia los lectores y la necesidad de siempre contrastar las fuentes.
“Todas las prevenciones de la ética en los medios tradicionales para que no se cree confusión entre información y propaganda, mantiene su validez en internet y el rechazo a la práctica de los contenidos patrocinados, como una forma disimulada de pagar al periodista para que diga o calle según la conveniencia de quien paga. Ese rechazo no cambia, sino que se intensifica en el medio digital”, afirma Restrepo en una reciente respuesta a un periodista venezolano.
La Red Ética Segura ha realizado varios tuitdebates sobre deontología periodística tras la llegada de internet. De estos debates han surgido numerosas respuestas a los dilemas éticos causados por la convergencia digital. Adicionalmente, contamos con un blog liderado por el periodista chileno Andrés Azocar donde se analizan los nuevos retos del periodismo de internet.