Cuando la transparencia en el periodismo de datos tiene un efecto contrario
16 de Mayo de 2016

Cuando la transparencia en el periodismo de datos tiene un efecto contrario

Los lectores tienen ahora el poder para encontrar información que los periodistas pudieron no haber visto, y llegar a nuevas conclusiones.
Investigación periodística terminó beneficiando a quienes buscaban drogas ilegalmente. Fotografía: Pixabay / Usada bajo licencia Creative Commons
Red Ética

Con  casos como Wikileaks, las filtraciones de Edward Snowden y más recientemente los Papeles de Panamá, es evidente una tendencia en el periodismo investigativo para poner a disposición del público todos los datos en bruto que sirvieron como base para elaborar una historia. De esta forma, los lectores tienen ahora el poder para encontrar información que los periodistas pudieron no haber visto, y llegar a nuevas conclusiones.

Pero lo sucedido hace unas semanas con Propublica, uno de los portales independientes de periodismo investigativo más respetados en el mundo, tiene pensando a más de uno respecto a la inconveniencia de dejar estas enormes bases de datos a disposición de cualquiera. Stephen Engelberg, fundador y editor en jefe de Propublica, reveló que algunos lectores están utilizando las bases de datos publicadas por su sitio web para encontrar médicos que receten gratuitamente opioides y otros analgésicos altamente adictivos.

La historia se remonta al año 2013, cuando Propublica lanzó Prescriber Checkup, una base de datos que detalla los hábitos de prescripción de los cientos de miles de médicos en todo Estados Unidos. La investigación reveló que mientras las leyes para controlar el uso de sustancias adictivas se incrementan en el país, los médicos tienen cada vez mayor libertad para recetar productos que algunos consumen por simple adicción, dando cabida así a un floreciente y peligroso negocio de recetas por prescripción.

“Esto no es un problema nuevo para los periodistas. En otra época, los ladrones solían leer los obituarios para ir a robar en los hogares de personas que acababa de morir. Más recientemente, los terroristas han utilizado los motores de búsqueda para encontrar recetas para la fabricación de bombas. Los estafadores han encontrado nuevas formas de perpetrar esquemas a través de Facebook y otras redes sociales”, afirma Engalberg en su columna titulada Un inesperado efecto colateral de la transparencia.

¿Cómo se dieron cuenta de esta situación en Propublica?… Las cifras reveladas por Google Analytics demostraron que las secciones más visitadas en su Prescriber Checkup eran aquellas relacionadas con analgésicos narcóticos, medicamentos para el tratamiento de la ansiedad y anfetaminas. Además, muchos lectores estaban realizando búsquedas con palabras clave como “doctores que prescriban narcóticos fácilmente” o “doctores que prescriban cualquier cosa”.

Ante esta situación Engelberg afirmó que así como le pedimos a la industria de la publicidad que tenga en cuenta los efectos secundarios de los mensajes que difunde, los periodistas deberíamos estar al tanto también de los usos equivocados que se le dé a la información que publiquemos.

En consecuencia, Propublica ha decidido mantener su base de datos abierta al público, pero ha añadido una alerta en todas las páginas de su informe que involucren narcóticos, recordándoles así a los lectores sobre los elevados riesgos para la salud que el consumo de estas sustancias implica. Adicionalmente, han publicado en su Prescriber Checkup un enlace a la página del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, donde se establecen los lineamientos para cuando se deben recetar opioides para dolores crónicos.

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