Consultorio Ético de la Fundación Gabo
22 de Septiembre de 2016

Consultorio Ético de la Fundación Gabo

La municipalidad dispuso que su Oficina de Relaciones Públicas e Imagen Institucional se convierta en una oficina de redacción pública para muchos colegas porque, dada la situación económica en el país, no contamos con recursos suficientes para nuestra labor. La municipalidad dejó una línea telefónica abierta para los periodistas, máquinas de escribir, movilidad disponible, hasta cuadro de comisiones. Cuando alguna institución, persona o autoridad pretende hacer un cuestionamiento al alcalde y sus regidores, no encuentra mucho eco en los medios de comunicación. Estoy bosquejando un artículo de opinión al respecto y me gustaría saber qué aspectos relacionados con la ética periodística debo tocar.
En este caso se destacan tres puntos importantes, relacionados con la ética:
La distancia del periodista respecto del poder político que, como lo recuerdan los códigos de ética, es una condición necesaria para encontrar y difundir la verdad. Las normas adoptadas por los periodistas en distintos países, rechazan cualquier clase de dependencia respecto del poder político por esa razón: porque incapacitan al periodista para encontrar la verdad.
La relación del periodista con el cuarto poder, que es la población. El periodista está al servicio de ese cuarto poder y cualquier sumisión suya a los otros poderes tiene el carácter de una usurpación. El periodista, en efecto, se debe a la población y no a los poderes.
El papel del periodista en las oficinas de prensa gubernamentales, se justifica en tanto en cuanto representa allí a la población como mediador entre ella y los funcionarios, de modo que para él -como debe serlo para cualquier funcionario público de cualquier categoría- los intereses de la población son lo primero.

Documentación.

¿Qué legitima a los medios de comunicación para que intervengan en política? Mi tesis es que la política actúa en forma legítima cuando es digna de la sociedad y que sólo los medios pueden mantener una política digna de la sociedad.
Digna de la sociedad es aquella política que se pueda comprobar, por ser revisable públicamente, pudiendo recibir tanto críticas como aliento de la opinión pública. De este modo la política se vuelve digna socialmente en un doble sentido. Por un lado, porque se vuelve discutible en la sociedad, y por el otro, porque los argumentos y contra-argumentos califican el proceso de formación de opinión dentro de una sociedad, y finalmente pueden calificar también la política misma.
Pareciera ser que la democracia, en esencia, significa conflicto. Se podría decir, que no la concordia sino la discordia tiene una dignidad especial en la democracia. Dentro de ciertos límites, esta es realmente así. Sin la discusión discordial del pro y el contra de cada tema, la sociedad no estaría informada como lo está. Desde siempre rige que el juez debe escuchar a ambas partes. Para la opinión pública y para el ciudadano vale lo mismo.
Mientras el periodismo enlace con la multiplicidad de las personas, con sus expectativas, exigencias y con la diversidad de los problemas políticos, sus aspectos y contextos, el pluralismo de los medios no podrá perder tan fácilmente su fuerza que es soporte de la opinión pública.

Ernst Gottfried Mahrenholz
En Los Medios de Comunicación y el Poder.Fundación Konrad Adenauer - Buenos Aires. 1995.

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