Acabo de tropezarme con la fotografía de unos cuerpos ajusticiados por un cartel mexicano, publicada por el NY Daily News. Entiendo que hay que vender el producto periodístico, pero de allí a publicar noticias como esta, es ir demasiado lejos.
26 de Julio de 2016

Acabo de tropezarme con la fotografía de unos cuerpos ajusticiados por un cartel mexicano, publicada por el NY Daily News. Entiendo que hay que vender el producto periodístico, pero de allí a publicar noticias como esta, es ir demasiado lejos.

Foto: Pixabay

Acabo de tropezarme con la fotografía de unos cuerpos ajusticiados por un cartel mexicano, publicada por el NY Daily News. Entiendo que hay que vender el producto periodístico, pero de allí a publicar noticias como esta, es ir demasiado lejos. ¿Estoy equivocada? R.- Todo es publicable, el asunto es el modo de publicar. Los cuerpos de las víctimas de una matanza tienen mucho qué decirle a la sociedad, pero su mensaje debe ser cuidadosamente presentado para que su contenido sea comunicado eficazmente.
Para que esto sea así, la intencionalidad de servicio a la sociedad debe predominar sobre cualquier otro interés. Alguna otra intencionalidad, por ejemplo, la de aumentar la circulación del medio, la de convertir la fotografía en un arma política, la de causar escándalo, inevitablemente influirá en la forma de presentación e interferirá con el mensaje que se debe enviar a la sociedad.
Además de poner en riesgo su correcto mensaje social, la publicación sensacionalista de esta clase de fotografías es una agresión que ofende la sensibilidad de los lectores. Un periódico o una televisión no tienen por qué someter a sus lectores a imágenes que repugnan por su crueldad.
Es, por otra parte, un irrespeto con las víctimas y con la familia o amigos de la víctima.
Al periodista le corresponde buscar una forma de presentación de las fotos macabras en que a la vez ponga a la sociedad en estado de alerta y se convoque a la solidaridad con las víctimas y al rechazo de los culpables.
En todo caso se debe descartar la finalidad comercial de incrementar las ventas mediante la exhibición macabra de la acción criminal.
Documentación
Sobre el tratamiento informativo de las víctimas hay recomendaciones deontológicas explícitas.
El Consejo del Audiovisual de Cataluña desaconseja la emisión reiterada de imágenes de una noticia, debido al dolor que provoca a los familiares, por mucho que el informador avise de la crudeza del contenido y de que el tratamiento periodístico sea el correcto. En sus recomendaciones alerta sobre el peligro de “sobreatención mediática, del despliegue desproporcionado de medios, de la espectacularización de la tragedia y del uso de imágenes de archivo. Y prevé de forma explícita que hay que evitar hasta donde sea posible y como norma general el recurso de imágenes de víctimas muertas, de féretros o de personas heridas. A menudo este tipo de imágenes son empleadas como simple ilustración y de manera reiterada”.
Podemos afirmar que el uso de cadáveres en los medios es un tema que los códigos deontológicos, los profesionales y los ciudadanos consideran delicado y que todos ellos coinciden en que se requiere esfuerzo para conseguir un equilibrio entre el derecho a la información y el derecho a la privacidad de las personas.
Periodistas y ciudadanos coinciden en que a la hora de dar una noticia sobre suicidio de persona no pública, no se deben mostrar imágenes del cadáver, que no es necesario para conocer la información y que atenta contra el derecho a la privacidad de la víctima y de los familiares. Los códigos de regulación se suman a la idea de que un suicidio no es noticia, y su tratamiento forma parte de los libros de estilo de los diferentes medios.
Fabiola Alcalá en La ética informática vista por los ciudadanos. El Ciervo, Barcelona 2010. P 244 y 255.

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