¿Cuál es el rol ético del corresponsal de guerra? Se pueden resumir sus principales deberes así:Debe rescatar la verdad en una circunstancia en que los grupos armados se empeñan en ocultarla o deformarla, y los desarmados la necesitan con angustia. Toda guerra transcurre en medio de la confusión porque se interrumpen los canales de comunicación, porque la ansiedad y la escasez de informaciones propician la multiplicación de rumores y de preguntas. El principal deber del periodista en estas circunstancias es ofrecer una información completa, oportuna y creíble.Debe mantener viva la esperanza de la población con una información en que se den a conocer a la vez los problemas y las posibilidades de solución. Cuando se intensifican los sufrimientos de la población y se multiplican las malas noticias es cuando resulta más necesario que el periodista investigue con los conocedores, las salidas y propuestas que inevitablemente conducen a la persuasión de que la paz es necesaria y posible.Crear condiciones para que la ciudadanía exprese su voluntad de paz y su rechazo a la guerra. En vez del sensacionalismo que se alimenta con los hechos y las palabras de los guerreros el deber ético del periodista consiste en darle participación y voz a las víctimas y a las personas y entidades que llevan a cabo acciones de paz.Se trata, pues, de presentar la realidad completa y de tomar conciencia del poder educador de la noticia, que lo mismo puede servir para exaltar la violencia, y a los violentos para sumir en la resignación y la pasividad, o para estimular la capacidad de las personas y de la sociedad en favor de la paz.
Documentación.
¿Cómo se pueden cubrir guerras y conflictos in alimentar odios y rencores?
Eso depende de la conciencia y responsabilidad de los medios. Si buscan soluciones humanas y positivas, deberían comprometerse a conocer profundamente los problemas y las razones de esas situaciones y nunca utilizar el idioma del odio que alimenta el conflicto armado.
Con respecto a los periodistas en situaciones de este tipo, su primera característica a procurar o constar, es la de ser humano, y hablar o escribir con un lenguaje de entendimiento y de comprensión de la paz, sin utilizar el odio o estimular la venganza. Creo que nuestro papel, cuando escribimos sobre la guerra, consiste en recordar y entender que estamos ante una situación trágica para todos sus participantes. La guerra es el único fenómeno humano en el que todos son víctimas, todos pierden, todos terminan infelices.
Además, una vez que la guerra empieza resulta muy difícil terminarla. Hay guerras que llevan treinta años sin perspectiva alguna de que vayan a acabar. Cuando uno escribe sobre estas sociedades destruidas por años, por generaciones, debe tener en cuenta a los que padecen, la desgracia que sufren, la tragedia que atraviesan.
Ryszard Kapuscinski.
Los cinco sentidos del periodista. Fondo de Cultura Económica y Fundación Nuevo Periodismo.2003. P. 80, 81.