La pandemia por covid-19 permitió que el periodismo científico adquiriera una relevancia necesaria para explicar, informar con rigurosidad y –muy especialmente– transversalizar la ciencia a otras fuentes que también se vieron tocadas con el nuevo virus: la cultura, los deportes, la política, la economía y el turismo. Todo está conectado.
Durante el taller ‘Periodismo, medioambiente y economía circular’, dirigido por la maestra de la Fundación Gabo, Ángela Posada-Swafford, se ahondó en la importancia de abrirle camino a la ciencia en los medios de comunicación. ¿Cómo cubrir el medioambiente? ¿Qué destrezas se necesitan? ¿Por dónde empezar? ¿Cómo vender mi idea sin morir en el intento? Esas fueron algunas de las preguntas que se resolvieron durante el encuentro virtual, realizado el 25 y 27 de agosto de 2020, en el que participaron 15 periodistas de República Dominicana.
Seducir al editor y a la audiencia
La misión de aquellos reporteros que decidan especializarse en un campo específico es, según Ángela, “explicar cosas muy complicadas con la simplicidad y exactitud máximas de forma amena”. Para ello propone que las historias sobre economía circular, particularmente, tengan:
- Un énfasis en las soluciones: no todo es una tragedia.
- Humanizar los temas que parecen engorrosos: ¿quién es la persona detrás de la investigación?, ¿por qué debería importarnos lo que hace?
- Entender la ciencia para poder explicarla mejor.
- Dejar de ver al plástico como basura y mejor como un recurso renovable que debe desecharse de forma correcta.
“Los periodistas de ciencia y medioambiente tenemos que poder escribir o hablar sobre la biología de un virus, la geología de un volcán, la física de un árbol y las motivaciones en el corazón de los seres humanos que son retados por el cambio climático”, dijo Ángela. El principal desafío, luego de tener muy claro el tema y haberlo estudiado lo suficiente, es venderle la idea al editor, cautivarlo: “somos unos detectives que ‘disfrazamos’ las historias para venderlas. El reto es seducir a la audiencia y eso empieza convenciendo al editor”.
Ángela Posada-Swafford mostró los distintos medios en los que ha publicado sus reportajes: desde New Scientist, Wired y National Geographic hasta Gatopardo, Maxim y Esquire. En todas, aunque algunas no sean revistas especializadas en ciencia, ha intentado introducir el tema en la agenda de una manera creativa. Aconseja no afanarse por ir detrás de la noticia y salir de primeras, sino pensar en enfoques más originales, temas interesantes y poco conocidos que “puedan abrir puertas a lugares imposibles”. Si la historia es buena y está bien investigada, dice, logrará abrirse camino en cualquier parte.
Una manera efectiva de enganchar a nuestra audiencia y jefes –quienes a veces no suelen estar muy familiarizados con la ciencia– es usando metáforas y comparaciones con cosas o sucesos más cercanos a la cotidianidad. Por ejemplo:
- “Un meteorito es como el helado que sirven los restaurantes chinos: congelado por dentro y con una capa crujiente por fuera”.
- “El experto llevaba el equivalente en virus a la población de China, dentro de una botellita”.
- “Los delicados cuerpos de las criaturas abisales son como droguerías esperando ser estudiadas. Pero estudiarlas desde un buque en la superficie es como tratar de estudiar una mariposa desde un avión”.
Claves para reportear sobre medioambiente con éxito
La ciencia no tiene por qué ser aburrida. Hay múltiples herramientas para capturar la atención del público, sorprenderlo con información rigurosa, útil, precisa, balanceada, interesante, creativa, atractiva y que deje una idea revoloteando en la cabeza para tomar mejores decisiones.
En el segundo día del taller, Ángela Posada-Swafford entregó una caja de herramientas que los reporteros deben tener en cuenta a la hora de sumergirse en un tema científico:
1. Abran los ojos.
A veces sentimos que las grandes noticias, los personajes interesantes o las historias más llamativas ocurren en otros países, distantes a nuestras posibilidades, cuando en realidad basta con voltear la mirada al “patio de la casa”. Las buenas ideas, sin embargo, no aparecen de la noche a la mañana: hay que preguntar, activar los sentidos, investigar y mantener un contacto fluido con las fuentes para que nos den luces sobre las preguntas que se intentan resolver en sus campos de estudio.
2. Vayan más allá de los grupos ambientales.
Los temas sobre cambio climático o economía circular, por ejemplo, deben ser abordados de manera holística y multidisciplinaria. No basta con una sola mirada cuando hablamos de temas complejos.
3. Piensen en perspectivas y ángulos distintos sobre un mismo tema.
Además del ángulo científico, comunicar sobre cambio climático y reciclaje inclusivo va más allá del impacto a la naturaleza. Podemos explorar desde
- Un ángulo social y humano: un personaje o comunidad como hilo conductor
- El ciclo de vida de los productos: saber cómo se extrae la materia prima, se diseña, fabrica, empaca, distribuye, usa y se dispone un objeto)
- La política: cuáles son las leyes que se están cocinando alrededor del tema, cómo se hicieron, quién asesoró, qué estudios utilizaron.
- La mirada de las industrias: ¿saben qué tipo de impactos generan al aire, el agua, la tierra o al sistema biológico con sus operaciones? Y si sí, ¿están haciendo algo para mejorarlo?).
4. Manténgalo simple.
“Con suficientes horas o días [para sacar adelante una historia] nos podemos poner creativos y jugar con los tiempos y las palabras, pero si no lo hay, el orden cronológico de los hechos nunca falla”.
5. Busquen personas que sean hábiles con los medios.
A veces una idea nunca se termina de materializar porque el entrevistado no sabe cómo expresar de manera sencilla la importancia de sus propios hallazgos. Y aquí entran a jugar cuatro reglas clave:
- Nunca traten de explicar algo que ustedes mismos no entienden.
- No hay preguntas tontas, háganlas todas y no se queden con dudas. Tal vez no haya una segunda oportunidad.
- Vayan a la fuente original y no se confíen de los boletines de prensa.
- Eviten la jerga científica engorrosa. Mejor explíquenlo.
6. Piensen en su trabajo como reporteros: ¿desde el escritorio o desde el basurero?
Tienen que salir de la redacción, ser activos y críticos, estar en contacto permanente con sus fuentes, monitorear las secciones científicas de revistas y medios especializados y prestar atención a las conversaciones en redes sociales. En resumen: “sea un periodista las 24 horas del día porque la ciencia está en todas partes”.
7. Usen todas las herramientas narrativas que tengan a su alcance.
Agárrense fuerte de todas las distintas maneras en las que se puede comunicar (fotografías, videos, audios, textos, ilustraciones, infografías) para reforzar la historia. Pueden aprovechar distintos ángulos, como: destacar una tendencia, poner en contexto un hallazgo, seguir una investigación, retratar a un personaje, recorrer un laboratorio/museo/centro de investigaciones, etc.
8. No se desanimen.
Las mejores historias salen después de mucho escarbar y excavar. Pulir el texto, pensar en un primer párrafo cautivador que enganche a nuestra audiencia, una idea que se desarrolla de manera clara y atractiva, con contexto, y un final potente llevan tiempo. Continúen.
“A los medios de comunicación les gusta el blanco o el negro, pero el color real de la investigación es gris”
Con esa frase de David Sharp, subdirector de la revista científica The Lancet, la maestra Ángela quiso hacer énfasis en la importancia de entender cómo funciona la ciencia y cómo piensan los científicos. Cuando los periodistas no entienden eso, dijo, pueden caer en un equilibrio primitivo: “No se necesita darle media página a los negacionistas del cambio climático para balancear la historia. Cuando el periodista no entiende la ciencia, usa el recurso de citar a los extremistas que están a ambos lados del espectro de opiniones”.
Pero no solo eso, el reportero también puede caer en dos errores garrafales: creer a ojo cerrado en todo lo que dice el boletín de prensa e inflar los resultados para que suenen más noticiosos y seductores. “Por favor, no traguen entero. Consulten las fuentes directas de la investigación y también a otras fuentes independientes del estudio para ampliar el espectro. Ustedes no son los voceros del científico”, le dijo a los participantes del taller.
Se trata no sólo de dar a conocer los resultados de la investigación (la noticia), sino también es indispensable proporcionar elementos para que se conozca qué es y cómo funciona la ciencia: quiénes y de qué manera obtuvieron esos resultados, en qué condiciones, con cuál enfoque y qué dificultades tuvieron que sortear para llegar hasta ese punto.
El mundo según los científicos:
- Las ideas científicas están sujetas a cambios
- La ciencia no puede proveer respuestas completas a todas las preguntas
- Los descubrimientos son por lo general inciertos
- La ciencia está en permanente evolución
El mundo científico visto de manera incorrecta por los periodistas:
- La incertidumbre es señal de mala ciencia
- La ciencia es blanco o negro
- Para que las notas de ciencia suenen como otras noticias, los reporteros a veces inflan su importancia y minimizan las incertidumbres
Lo que los científicos deben aprender:
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Se deben capacitar, adquiriendo las destrezas necesarias para crear un puente de comunicación entre estos cuatro mundos: el académico, el político, el de los periodistas y el de la gente que consume las historias (la audiencia).
La maestra recalcó que aunque las historias están llenas de grises, hay que aprender a diferenciar la incertidumbre de lo que es mentira. “Ojo con los fraudes noticiosos de la falsa academia. Hay noticias demasiado increíbles, ciencia wow muy buena, pero también otra que es puro fraude”, enfatizó.
Cuando le preguntaron sobre qué hacía cuando una científica o científico pedía ver el artículo antes de ser publicado, Ángela contestó que la nuez del asunto es la desconfianza. Dijo que en varias oportunidades ha enviado sus textos a los expertos para que chequeen si hay alguna imprecisión o error, pero que cada quien sabe qué tipo de historia está escribiendo, qué se puede mostrar y qué cambios se pueden hacer.
Romper esa desconfianza con las fuentes, dijo, es posible si se llega a la entrevista con la tarea bien hecha (habiendo investigado del tema previamente) y, de esa manera, “no solo podrán guiarla correctamente y motivar al personaje a ahondar más, sino que tendrán la capacidad de encontrarle nuevas patas a la mesa (enfoques diferentes)”.
Cambio climático: el gran tema
El acelerado aumento de la temperatura del planeta es uno de los desafíos más apremiantes que atraviesa la humanidad y exacerba otros problemas que ya existen como el hambre, la inequidad, la injusticia racial, la violencia y la transmisión de nuevas enfermedades zoonóticas. De ahí que la maestra de la Fundación Gabo hiciera énfasis en algunas preguntas que no se pueden escapar.
Preguntas claves que un periodista debe hacer para informar sobre cambio climático:
- ¿Cuál es la diferencia entre cambio climático y variabilidad climática?
- ¿Qué tanto se está calentando el planeta?
- ¿Qué tan grave es?
- ¿Hay algo que yo pueda hacer?
- ¿Cuál es el escenario optimista?
- ¿Cuál es el peor escenario?
- ¿Hay alguna tecnología de punta que nos ayude a resolverlo?
- ¿Los pronósticos son confiables?
- ¿Por qué la gente no cree en el cambio climático?
- ¿Está el clima loco y extremo asociado al cambio climático?
- ¿Hay alguien que se beneficie con el calentamiento global?
- ¿Hay razones para tener esperanza?
- ¿Cómo afecta la agricultura al cambio climático?
- ¿Subirá el mar por igual en todo el planeta?
- ¿Realmente todo tiene que ver con el carbono?
Para empezar a cubrir medioambiente con acierto, y más un tema que es tan complejo y multidisciplinario como el cambio climático, Ángela propone:
- Investigar sobre el tema a profundidad.
- Evitar al máximo abrumar al lector con demasiados datos y jerga científica.
- Organizar la información y desplegarla a lo largo del texto: no embutirla en un solo párrafo.
- Elegir lo mejor de lo mejor: lo demás se desecha.
“Mucha gente no se siente conectada a estos temas porque los ve lejanos”, cree Ángela. “Aprender la ciencia lo más a fondo que puedan le permite al periodista especializado plantearse preguntas distintas y nuevas tendencias”. Frente al cambio climático, Ángela considera que el periodismo cayó en el error de “hacernos sentir mal por el simple hecho de estar en este planeta respirando, como regañando y echándonos la culpa. Y a veces [para generar cambios de comportamiento] hay que acercarnos de forma amigable a la audiencia, con soluciones pero sin simplificar el mensaje”.
Ángela insiste en que hay que “ser proactivos” y buscar las grandes historias sin necesidad de que llegue un boletín de prensa. “Un artículo sobre ecología en realidad puede venderse a un editor como otra cosa: ciencia y tecnología, viajes y aventura, historia, deportes al aire libre o perfiles”, dijo. Estos últimos a veces son los más cautivadores.
Puntos de partida para historias sobre ciencia
Ángela Posada-Swafford propuso algunas preguntas para empezar una entrevista al reportear sobre temas de ciencia:
- ¿Qué pregunta básica está haciendo en su investigación?
- ¿Cómo comenzó a hacer investigaciones en esta área?
- ¿Qué disfruta más sobre hacer investigación?
- ¿Qué es lo más sorprendente que ha descubierto hasta ahora?
- ¿Cómo lo descubrió?
También propuso una lista de preguntas clave para hacer a los expertos:
- ¿Qué es nuevo en este suceso?
- ¿Qué no es nuevo?
- ¿Cuál es su importancia?
- ¿Cuál es su conexión con el tema?
- ¿En qué evidencia se basa?
- ¿Quién no estará de acuerdo?
- ¿Quién pagó por la investigación?
- ¿Cuál es el siguiente paso?
- ¿Con quién más debería hablar?
¿En dónde conseguir ideas fuertes de historias? Ángela propuso esta lista:
- Centros de investigación.
- Publicaciones indexadas y bases de datos.
- Conferencias anuales.
- Premios (Nobel, por ejemplo).
- ONU (“El año internacional de …”)
- Alertas por correo electrónico de universidades.
Trabajar en red
Finalizando el taller, la maestra pidió que los participantes contaran algunas de las ideas que quisieran empezar a investigar sobre economía circular y reciclaje inclusivo en República Dominicana. Salieron estos temas:
- ¿Cómo afecta de manera directa el consumo de plástico a los peces de la isla? ¿Cuáles especies se ven más afectadas?
- El micro plástico que llega a nuestros platos de comida a través de la cadena trófica.
- ¿De qué manera el arte ayuda a visibilizar las problemáticas ambientales, como la contaminación marítima?
- ¿Cómo hacer incidencia política más cercana a la ciudadanía sobre asuntos ambientales? ¿Se cumple lo que está en papel?
- Monitorear las corrientes de agua en República Dominicana para ver si parte de la basura que llega viene de otros países o no.
Sobre Ángela Posada-Swafford
Cuenta con una trayectoria de 30 años que la destacan como una autora especializada para escribir sobre astronomía, paleontología, oceanografía, genética, medio ambiente, entre otros temas. Fue la primera persona hispana en recibir la beca del Knight Science Journalism Fellowship otorgada por el Instituto Tecnológico de Massachusetts, MIT; ha escrito una serie de artículos para importantes revistas especializadas y no especializada y es autora de una serie de novelas de ficción que escribió para niñas, niños y adultos: Los aventureros de la ciencia.