En Nelson Mandela, una de las barriadas populares de Cartagena de Indias, Colombia, el eco de Cronicando y sus protagonistas cada vez resuena con más fuerza en las historias que investigan sus vivaces protagonistas: niños, niñas y adolescentes, que cursan de 7º a 9º grado en la Institución Educativa Bertha Suttner.
Son 20 reporteros en potencia, soñadores y curiosos por sus realidades, las que plasman en fotografías, entrevistas, escritos y videos. Lo hacen como parte de este programa que promueve incentivar habilidades para narrar sus mundos con un enfoque crítico pero también para ayudar a hallar soluciones, comunicar y visibilizar, siguiendo el legado de Gabo.
En la biblioteca de la institución educativa, los participantes de Cronicando se encontraron recientemente para el acto de cierre de la quinta edición del taller. Fue un encuentro en el que primó el intercambio de experiencias, las reflexiones sobre sus logros y, también, la diversión.
Nuevas experiencias
Este acto de cierre ha sido un espacio fortuitamente enriquecedor pues a la cita acudieron integrantes de la primera generación de este programa social, que se formaron en los primeros cuatro ciclos de Cronicando (entre los años 2016 y 2019).
Esta cohorte inicial del programa promovido por la Fundación Gabo y la Fundación Tenaris TuboCaribe alcanzó a realizar productos comunicacionales como piezas radiofónicas, videos y una exposición fotográfica, además del logro de agremiarse en un colectivo de comunicaciones.
Ahora, se han convertido en jóvenes universitarios, de diferentes disciplinas, que sienten nostalgia de ver a la nueva generación de Cronicando, que comenzó su formación en 2022. “Yo soy de uno de los primeros ciclos del taller y la exposición fotográfica fue como nuestro trabajo de tesis. A esta nueva generación la veo bastante joven, así que va a haber Cronicando para rato. Les recomiendo que aprovechen lo que más puedan esta experiencia”, comentó Marcos Rodríguez, exparticipante del taller.
De otra parte, las chicas y los chicos novatos, ven en sus antecesores inspiración y el reflejo de todo aquello en lo que pueden llegar a convertirse. “Lo que más me ha gustado de esto es conocer personas que vinieron a contarnos sus experiencias y a contar un poco sobre lo que ellos hacen. Y de Cronicando en sí, me gustó mucho aprender también a manejar la cámara de fotografía”, comentó Paula Andrea Betancour, participante de Cronicando, quien también estuvo a cargo de dirigir el espacio de clausura, con entrevistas en vivo y una muestra del trabajo de sus compañeros.
Un paralelo generacional
Ha sido el periodista, investigador y docente David Lara Ramos, director del programa de Comunicación Social de la Universidad de Cartagena y coordinador periodístico de Cronicando, quien ha hecho un paralelo entre las dos generaciones que ha servido de buen ejemplo al mostrar el camino de quienes ya han participado del programa y lo que ha representado para sus vidas este taller. “Lo novedoso de esta versión es que todos los chicos son nuevos; en la anterior versión habíamos trabajando con chicos que venían desde la primera edición de Cronicando. En esta oportunidad, todo ha sido nuevo para ellos, todo ha sido una exploración”, ha mencionado Lara.
Historia de Cronicando
Cronicando nació en el barrio Nelson Mandela, en 2016, con un énfasis en periodismo escrito en las dos primeras versiones; en periodismo radial en la tercera edición; y en fotografía en el cuarto ciclo. En esta quinta versión, los participantes trabajaron el lenguaje desde la mirada textual, desde lo auditivo y la imagen, con lo que construyeron un diccionario de ‘mandelemas’, que son palabras o expresiones propias de Nelson Mandela, las cuales ilustraron en un mural en el barrio, como parte del cierre del taller.
“Estamos muy contentos de este encuentro intergeneracional de Cronicando y esperamos mucho de esta mutua retroalimentación. La Fundación Gabo se ha transformado con la experiencia que hemos tenido aquí, Cronicando nos ha acercado más a Cartagena”, mencionó Jaime Abello Banfi, director general y cofundador de la Fundación Gabo.
“Lo que quiero resaltar es cómo el intercambio de estas experiencias es lo que nos fortalece, como pueblo, como sociedad, como seres humanos. Ya se darán cuenta de los poderes que están dentro de ustedes y se van a divertir, van estar mejor preparados para la vida y para el ejercicio de la ciudadanía. Todos los que estamos en este proceso nos alimentamos con la alegría de ver los resultados”, añadió Abello.
“Es una experiencia de muchos años en este proceso formativo. Tenemos al mejor aliado que puede haber en Colombia, como es la Fundación Gabo. Doy las gracias porque tengamos la energía y la fuerza de seguir sacando este programa adelante. Sé que Cronicando lo han llevado a otros lugares como Argentina y saber que nació aquí me llena de orgullo”, sostuvo Francisco Ruiz, presidente de la Fundación Tenaris TuboCaribe.
Sobre la Fundación Tenaris TuboCaribe
La Fundación Tenaris TuboCaribe contribuye al desarrollo social y económico de las comunidades en las que opera Tenaris, mediante proyectos de educación primaria y técnica, así como con actividades que promueven el deporte, la cultura y la recreación. Tenaris es líder mundial en la fabricación de tubos y oferta de servicios para la industria energética. Su sistema industrial tiene una capacidad de producción anual de 6,4 millones de toneladas y emplea a 21.600 personas alrededor del mundo en plantas productivas en 16 países, Centros de Investigación y Desarrollo en 5 países y una red de servicios y distribución en 30 países. En Colombia, Tenaris cuenta con su centro productivo TuboCaribe ubicado en Cartagena y una capacidad de producción anual de 250.000 toneladas de tubos de acero para la industria petrolera.