Las narrativas presentes en las coberturas de temas relacionados con las drogas han estado atravesadas, principalmente, por una mirada única enfocada en la violencia, en las políticas prohibicionistas, las sustancias y en quienes las comercializan. Una mirada que, muchas veces, parte de los mitos más que de los saberes, e impide que el fenómeno de las drogas sea abordado con profundidad, desde sus complejidades y distintas aristas.
Catalina Gil Pinzón (Colombia), consultora en política de drogas y construcción de paz; Alejandra Sánchez Inzunza (México), cofundadora y directora de Dromómanos; Guillermo Garat (Uruguay), periodista y editor freelance, y Ramón Campos Iriarte (Colombia), director académico del Fondo para investigaciones y nuevas narrativas sobre drogas, conversaron sobre este discurso dominante y la importancia de renovarlo durante la charla web ‘Nuevas miradas y narrativas sobre drogas desde el periodismo’, realizada en el marco de la segunda edición del Fondo para investigaciones y nuevas narrativas sobre drogas, convocada por la Fundación Gabo y Open Society Foundations.
El Fondo otorgará entre 15 y 22 becas, de 2.000 y 6.000 dólares cada una, a periodistas ‘freelance’ que presenten, hasta el 14 de septiembre de 2020, sus propuestas de proyectos periodísticos innovadores que aborden con rigor, ética y calidad los desafíos, retos y oportunidades relacionados con las políticas de drogas en Latinoamérica, una convocatoria que busca fomentar nuevas miradas y narrativas.
Entonces, ¿por qué desintoxicar los discursos que desde el periodismo se construyen alrededor de las drogas? ¿Por qué es necesario investigar más allá de las medidas prohibicionistas? Aquí, algunas de las razones.
1. Para dejar de ocultar otros fenómenos
“Si dos chicos duermen en la calle, se dice que lo hacen porque consumen drogas. En realidad habría que estudiarlo en detalle y hablar con ellos para saber su trayectoria de vida, pero lo que ha pasado es que esos chicos se han caído de todos los lugares que nos ha dado la sociedad para que no caigamos nosotros. Cuando decimos “drogas” ocultamos otros fenómenos, y uno de los más importantes es la pobreza, un fenómeno estructurante de nuestros países que los políticos, muchas veces, no quieren abordar integralmente, entonces prefieren decir que es un problema de “drogas”. Cuando hablamos de drogas hay que ser finos y cautos con la mirada e ir más allá del sentido común y de lo que los conceptos asociados a la droga supuestamente nos quieren decir”: Guillermo Carat.
2. Para hablar con conocimiento y no con desconocimiento
“Cuando se dice la palabra “drogas” parece que entendemos todo, que es una palabra cabal y que nos explica desde las desviaciones anómicas juveniles hasta el tráfico internacional entre continentes, porque es una palabra cargada con un simbolismo muy fuerte. Cuando empecé a investigar el tema me encontré con mi propio desconocimiento, con el desconocimiento de la sociedad, de renombrados expertos que aparecen en medios y de una buena parte del periodismo. Desconocemos las situaciones que se esconden detrás de la palabra droga. No podemos verlas por dispositivos discursivos que lo impiden. Hay sociólogos que han planteado un concepto interesante: que con las drogas ocurre una alucinación colectiva hiperreal, donde los discursos públicos terminan formando una idea de lo que supuestamente son las cosas y no nos permiten ir desgranando”: Guillermo Carat.
3. Para proponer nuevos enfoques e historias
“Se tiene un imaginario colectivo de que las drogas son el gran enemigo y hay una narrativa de más de 50 años que ha delineado el discurso latinoamericano. Para nosotros el narcotráfico ha sido un hilo conductor para en realidad hablar de corrupcion, de pobreza, de discriminación, de violacion de derechos humanos y de consumo mismo. Cuando hablamos de drogas siempre hablamos de cosas malas, de muertes, de violencia, y en realidad el uso de las drogas está relacionado con el placer y eso no está contado. Hablamos de un enemigo que no conocemos. Recientemente se sabe más de marihuana gracias a la popularidad de la legalización, lo que hace que se hable de las propiedades mágicas del cannabis, pero fue gracias a un cambio de política pública. De todas las demás sustancias no tenemos ni idea de su historia, sus efectos y potenciales científicos. A través de las drogas se pueden encontrar historias diferentes, interesantes y muy humanas”: Alejandra Sánchez Inzunza.
4. Para no propagar el discurso del miedo
“Hay un componente muy importante en este tema de narrativas tradicionales sobre las drogas y es el miedo que generan en la sociedad, en las audiencias y en los lectores. En Colombia hemos tenido esa experiencia durante décadas e incluso hasta hoy día las campañas políticas giran alrededor de la generación del miedo. La última campaña de la Alcaldía de Bogotá hablaba de prohibición de consumo de marihuana en los parques porque está esa idea de que si hay alguien fumando marihuana en un parque entonces tus hijos se van a volver adictos, de ahí van a pasar a la cocaína y luego se van a inyectar heroína y van a terminar muertos en la calle, un manto de desconocimiento importante, por lo que es una gran responsabilidad para el periodismo poder explorar esos temas con mayor conocimiento”: Ramón Campos Iriarte
5. Para abordar y explicar otras dinámicas
“Parte de lo que ha hecho el prohibicionismo es crear una muralla muy grande que obstaculiza el conocimiento. Llevamos mucho tiempo viendo las mismas narrativas y eso también ha llevado a los mismos periodistas a buscar otras historias. Las personas que tienen consumo problemático en el mundo son la minoría y toda la narrativa que se crea alrededor de que las drogas matan y van a acabar con la vida de los niños y jóvenes se ha construido con base a esa minoría. Si los periodistas se acercaran más a las personas expertas en drogas o leyeran más informes, sabrían que esa narrativa se ha creado sobre una minoría y buscarían más las historias de ese otro porcentaje. Creo que, en conjunto, periodistas y expertos pueden mostrar todas esas otras dinámicas que existen alrededor de las drogas”: Catalina Gil Pinzón
Sobre Catalina Gil Pinzón (Colombia)
Consultora en política de drogas y construcción de paz. Ha trabajado en temas de reintegración de excombatientes, jóvenes y entornos vulnerables, procesos de memoria con víctimas por medio de lenguajes artísticos, resolución pacífica de conflictos, y política de drogas. Lo ha hecho desde el gobierno nacional, organismos multilaterales y fundaciones nacionales e internacionales. Escribe sobre la relación entre arte y paz y la necesidad de nuevas narrativas y enfoques en las políticas de drogas.
Sobre Ramón Campos Iriarte (Colombia)
Documentalista y periodista bogotano que ha enfocado su trabajo en conflictos sociales y medioambientales en las américas. Se formó en ciencia política en la Universidad Nacional de Colombia, y tiene maestrías en Media Studies de New School, y Politics de New York University. Ha trabajado con publicaciones, canales y organizaciones como Univision, Aljazeera, Americas Quarterly, VICE y Avocats Sans Frontiers. Con frecuencia escribe crónicas para el periódico El Espectador. Desde 2019 es el director académico del Fondo para investigaciones y nuevas narrativas sobre drogas convocado por la Fundación Gabo y Open Society Foundations.
Sobre Alejandra Sánchez Inzunza (México)
Es cofundadora y directora de Dromómanos. Sus historias han sido publicadas en medios como The New York Times, Vice News, Esquire, El País, Gatopardo, The Caravan y Etiqueta Negra. Es co-autora de Narcoamérica (Tusquets, 2015) y ha participado en antologías periodísticas como Los 12 más pobres (Planeta, 2016) y Ciudades Visibles (Editorial RM, 2016). Ha sido reconocida, entre otros premios, con el Ortega y Gasset y el Nacional de Periodismo en México.
Sobre Guillermo Garat (Uruguay)
Periodista y editor freelance. Colaborador de The Associated Press en Uruguay. Inició su carrera en 2000 cuando empezó a integrar redacciones de publicaciones periódicas, digitales y radios en Uruguay. Desde 2008 trabaja como freelance. Sus artículos han sido publicados en Le Monde Diplomatique, Gatopardo, revista Anfibia, Vice, New York Times en Español, EFE (Berlín) y otros. La mayoría de ellos sobre drogas y sociedad. Ha sido productor para televisoras como Al Jazeera (EEUU) o SBS de Australia y colabora regularmente para Deutsche Welle en Español. Autor del ensayo periodístico Marihuana y otras yerbas: regulación y uso de drogas en Uruguay (Random House, 2012). Ha sido invitado a editar artículos en la revista de periodismo narrativo Lento. También editó el libro Al otro lado: crónicas y reportajes sobre drogas y personas en Ecuador y Fármakon, el blog de La Diaria sobre drogas en América Latina. Tallerista en Uruguay y Ecuador sobre periodismo de drogas. Autor del ensayo Paraguay, la tierra escondida: análisis al mayor productor de cannabis de América del Sur. Egresado del Internationale Journalisten-Programme de Alemania.