5 consejos para garantizar el rigor al hacer periodismo en salud
3 de Diciembre de 2018

5 consejos para garantizar el rigor al hacer periodismo en salud

Carlos Francisco Fernández, asesor médico de El Tiempo, compartió una serie de claves para cubrir la fuente de salud con exactitud y para no servir a intereses ajenos al de informar a la audiencia.
Carlos Francisco Fernández dirigió el taller 'El sistema de salud en Colombia'. Foto: FNPI.
Camila Del Villar

Durante el taller ‘El sistema de salud en Colombia: desafíos de la cobertura periodística’, organizado por la FNPI- Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano Gabriel García Márquez y Coosalud, el médico cirujano, asesor médico de El Tiempo Casa Editorial y editor periodístico de Citytv, Carlos Francisco Fernández Rincón, compartió con los 25 periodistas participantes varias estrategias para hacer información más rigurosa en el periodismo en salud.

La función de un periodista de salud, explica Fernández Rincón, es ser traductor y mediador entre las fuentes y las audiencias, investigar en profundidad, contrastar información y ahondar en la realidad de forma crítica. Así mismo, a través de su trabajo el periodista tiene la posibilidad de modular comportamientos en sus audiencias por el  alcance que tienen sus contenidos y dada la tendencia de las personas de hacer búsquedas en línea sobre padecimientos de salud, explicó el experto.

“No piensen que lo que ustedes están haciendo en periodismo en salud está pasando por alto. Siempre alguien lo va a leer. Esto exige un componente muy serio de responsabilidad”, dijo a los asistentes.

Fernández Rincón compartió con los periodistas un reporte elaborado por el Pew Research Center que cuantificó la forma en que los estadounidenses consumen información en salud por medios tradicionales y digitales, y que encontró lo siguiente:

  • 61% de adultos han usado redes o medios como fuente de salud
  • 92,4% encontraron respuestas a sus dudas
  • 53% manifestó que esta información por lo menos una vez modificó su forma de pensar de la salud.
  • 30% cambió algún comportamiento,
  • 60% comentó con su médico los hallazgos en la información de los medios .
  • 44% tuvieron más argumentos para preguntar durante la consulta.
  • 80% piensa que su médico estaría dispuesto a conversar sobre lo encontrado en medios

“Todo lo que se diga en salud puede impactar en el comportamiento de la gente”, dijo Fernández Rincón. Por este motivo insistió en la importancia de la rigurosidad científica y la verificación al hacer periodismo en salud y recomendó las siguientes prácticas:

1. Si un avance científico no está publicado en una revista científica, hay que descartarlo.

Con frecuencia el periodista de salud recibe boletines de prensa y artículos con información de avances de investigaciones científicas o de productos farmaceúticos. Fernández Rincón sugirió que antes de simplemente replicar esa información hay que verificar que dicho avance sea en realidad una investigación científica publicada, dado que en ocasiones hay detrás de esa información intereses particulares.

“Todo avance científico, adelanto farmacéutico, cura o componente de desarrollo técnico en salud para que sea válido tiene que estar publicado en una revista científica. Si no, no existe en el mundo científico”, dijo el médico y periodista .“Ningún investigador hace gran información para regalarla en un artículo de prensa porque en la en la ciencia habla la ciencia”, añadió.  

Como herramienta para verificar la veracidad de tales avances recomendó a los periodistas en salud usar el buscador Pubmed, el repositorio más importante y completo de artículos de investigadores del mundo. En él los periodistas pueden comprobar si la investigación ha sido publicada. También el buscador es útil para verificar si el autor de este estudio o cualquier investigador que sea potencial objeto de cobertura es referente dentro del mundo científico.

2. Usar voces que estén avaladas para equiparar la información científica.

“No se atrevan a dar una recomendación de temas científicos o médicos si no está publicada o respaldada por un experto avalado”, dijo Fernández Rincón a los periodistas participantes de 15 medios distintos del país.

Una vez verificada la información sobre desarrollos científicos es importante contrastar con otros expertos. Para esto el asesor médico de El Tiempo, sugirió buscar fuentes que estén acreditadas para hablar acerca de ese tema. Igualmente, para tratar temas de terapias o tratamientos, siempre es necesario consultar con más de un especialista.

3. Antes de hablar del riesgo de algo, fijarse en el riesgo relativo.

En ocasiones los periodistas de salud publican informaciones que reciben por agencias o que ven en otros medios acerca del riesgo de algún producto, actividad o hábito en la salud de las personas. “Cada vez que les hablen de riesgo o les diga ‘esto causa o esto produce...’, pregunten: ¿cuál es el riesgo relativo?”, recomendó Fernández Rincón. Según él, para evitar causar una alarma social basada en información poco precisa, siempre hay que averiguar este dato antes de lanzar una noticia.

“El riesgo relativo hace referencia a la posibilidad de que me pase algo cuando hago algo, comparado a un grupo de personas que no lo hace”, explicó. Dentro del rango de medición, si el riesgo es mayor de 1, es preocupante, y si es mayor de dos, es suficiente para declarar un riesgo, dijo el médico y periodista.

La institución encargada de calcular ese riego en Colombia es el DANE.  “Por ejemplo, la posibilidad de que muera en un accidente aéreo es 0,4 veces más que a las personas que no viajan en avión. Eso no quiere decir que viajar en avión sea riesgoso, mientras que el riesgo relativo de fumar y desarrollar cáncer es de 4, por lo que sí es un riesgo para todos”, aseveró .

4. Interpretar y contextualizar las cifras.

Además de adquirir la formación necesaria para interpretar estadísticas, el periodista de salud debe ser riguroso en contextualizar cualquier indicador que decida utilizar en su información y verificar a qué se refiere cada cifra exactamente.

Por ejemplo, no es simplemente publicar ‘nueve mil casos de dengue en el último mes’, dijo Fernández Rincón; hay que verificar si la cifra se refiere a una incidencia, es decir, a los casos nuevos de una enfermedad en un periodo de tiempo en un determinado lugar por el número de habitantes, o a una prevalencia, que es el número de casos que permanecen de una enfermedad en un determinado lugar por número de habitantes. Así mismo, si se refiere a cifras prevalentes, es necesario comparar con otros meses y, si hay aumentos, referirse a ellos como picos epidémicos.

El periodista debe ser preciso en el uso de términos como ‘epidemia’. “Una epidemia es algo que se transmite de persona a persona por lo que sería un error hablar de ‘epidemia de embarazos’ o ‘epidemia de desnutrición’ ”, dijo Fernández Rincón. Solo las autoridades pueden declarar una epidemia, añadió el experto; por tanto, si el periodista se encuentra con una cifra que llama su atención, debe verificar con el Instituto Nacional de Salud, pero nunca declarar una epidemia.

5. No hablar de muertos, hablar de cuerpos.

Un periodista tampoco puede declarar una muerte antes de que sea reportada por quien le compete, explicó Fernández: “Solo los médicos pueden declarar muertos”. Si a la hora de publicar la noticia, no hay reporte médico o de medicina legal, debe usarse el término ‘cuerpo’.

 

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Sobre el taller El sistema de Salud en Colombia: desafíos de la cobertura periodística

Es convocado FNPI - Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano-  y Coosalud. Se realiza en Cartagena de Indias, Colombia, del jueves 29 de noviembre al domingo 2 de diciembre de 2018 con la participación de 25 periodistas de salud provenientes de 15 ciudades de Colombia. La actividad contó con la dirección de Carlos Francisco Fernández, asesor médico de El Tiempo, y las intervenciones de Iván Darío González, viceministro de Salud; Fabio Aristizábal, superintendente nacional de Salud; Pablo Correa, editor de temas ambientales, salud y ciencia de El Espectador; Carlos Dáguer, exasesor de comunicaciones del Ministerio de Salud; Gilberto Barón, economista y asesor del Ministerio de Salud; Julio César Castellanos, director del Hospital Universitario San Ignacio; y Elisa Torrenegra, directora de Gestarsalud.

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