Siete ideas para la cobertura electoral

Siete ideas para la cobertura electoral

Consejos de Fernando-Alonso Ramírez, editor del diario La Patria de Manizales, y ganador del Reconocimiento Clemente Manuel Zabala a un editor colombiano ejemplar, entregado por el Premio Gabriel García Márquez de Periodismo 2017.
Fotografía: Pixabay | Usada bajo licencia Creative Commons.
Fernando-Alonso Ramírez

Orlando Sierra Hernández, subdirector del periódico La Patria de Manizales, fue asesinado el 30 de enero del 2002, seis semanas antes de las elecciones para Congreso de la República y cuatro meses antes de las presidenciales. Flor Alba Núñez, periodista asesinada en Pitalito (Huila), el 11 de septiembre del 2015, un mes antes de las elecciones para alcaldías y gobernaciones.

No es que los asesinatos de los periodistas estén ligados siempre a las campañas electorales, pero es cierto que cuando los ánimos políticos están exacerbados, se incrementa el riesgo para los periodistas. Si se tiene en cuenta que el 2018 tendrá una campaña política que, según todos los analistas coinciden, será sucia, es casi imposible para un periodista escapar.

Por eso es interesante que pensemos en cómo abordar la campaña electoral, que muchas redacciones cubren como una noticia más, pero si lo siguen haciendo incrementan las posibilidades de ser usados.

1.       Haga un plan

En países como Colombia, la agenda informativa se mantiene tan copada que nos podemos levantar cada mañana sin previsiones con la fe puesta en que algo ocurrirá, pero yo no creo en el azar. El peor plan es no tenerlo. A lo que ayuda tener una agenda programada con temas e ideas es a perfilar trabajos de más hondo calado que trasciendan de la declaracionitis de candidatos a informes que les resulten útiles a los posibles electores. Por supuesto que esto no puede verse como camisa de fuerza y habrá que tener los ojos abiertos por si es necesario moverse en algún momento, pero si se tiene un plan seguro será más fácil el reacomodo, que cuando toca improvisar sobre la improvisación.

2.       Verifique dos veces

En toda temporada electoral llegan informaciones por cantidades, muchas tan bien elaboradas que es fácil creer que basta con publicarlas, pero generalmente se trata de cáscaras que nos hacen resbalar. Las paparruchas, más conocidas como noticias falsas, llegaron para quedarse y multiplicarse. Para combatir este fenómeno debemos comportamos con la desconfianza natural de todo buen reportero. En época electoral bien vale la pena redoblar esta virtud. Hay que verificar cada información por lo menos dos veces antes de publicarse, y más veces si se trata de señalamientos o afirmaciones que intentan desprestigiar a algún candidato o partido.  Es imperioso validar el video que circula por las redes sociales, el comunicado que envió la oficina de prensa del candidato y hasta las declaraciones sobre ejecutorias hechas por estos, que muchas veces son solo humo. Esto se resume fácil: “no nos dejemos meter los dedos a la boca”.

3.       No ayude a la violencia verbal

¿Alguien dudará de que el país está polarizado? Esta polarización es notoria en la campaña electoral, tanto de candidatos como de electores. Lo peor de todo es que también se cuela en el periodismo y, si algún papel tenemos en este momento de la historia, es no ayudar a exacerbar los ánimos. Esto se logra haciendo lo que se necesita en tiempos tan convulsos: explicar, explicar y no cansarse de explicar. No se trata simplemente de abrir micrófonos para que el bravucón de turno injurie o calumnie como si nada. Se cree que es suficiente con luego llamar a la contraparte a que se defienda en igual tono bravucón. Esto es simplemente pereza. La tarea del periodista es verificar esas afirmaciones para ver si les da trámite o no. Tenemos que poner las palabras de estos personajes en contexto y decirles a los ciudadanos las causas que motivan tamaña deslenguada. ¿Es más trabajo? Sí, nadie dijo que sería fácil.

4.       Siga el dinero, como siempre

¿De dónde sale el dinero para las campañas de los políticos?  Es bueno insistir en esto. Estar atento a la contabilidad de la campaña y contrastar los recursos reportados frente a la realidad. Una ventaja en las regiones es que si las ciudades son pequeñas, se pueden hacer estimativos de costos. Un mínimo presupuesto sobre las vallas más visibles, el número de cuñas radiales, las campañas en redes sociales y los avisos en periódicos, además de pendones o de otras formas. También es bueno indagar la trayectoria pública del candidato o en qué negocios ha estado involucrado, si viene de familia con dinero o no, y poder entender si se trata de alguien con la capacidad de gasto que afirma tener. Claro, en un país como Colombia, esto siempre resulta complicado, pues la reserva bancaria no ayuda, pero hacer este tipo de cuentas permitirá concluir si hay asomo de realidad en los números o si nada cuadra. Apóyese en universidades o haga equipo con otros medios, los resultados se verán pronto.

5.       No ceda en su agenda propia

Este será su mayor logro, no se la deje imponer de los candidatos o de los partidos, o como suele suceder, de otros medios de comunicación que ponen el ojo en cierto tema. Defienda su propuesta y avance en sus trabajos diferenciadores, que le ayuden a la opinión pública a entender las propuestas de los candidatos y lo que se juega el país o la región en la contienda. Esto no se hace sentado en los escritorios. Escuche a la ciudadanía para entender qué es lo que desea de los políticos, hable con analistas, confróntelos.

6.       No cree la sensación de hecatombe

Esto puede conducir a la apatía que tanto daño ha traído en varios procesos electorales en el mundo. Si bien se debe denunciar, si algo lo amerita, también dé importancia a los hechos positivos que no faltan, a los candidatos que tienen cosas para mostrar, a resultados o procesos positivos de la política y sea muy pedagógico en los informes para mostrar el poder de una ciudadanía que vota informada y a conciencia.

7. Haga una información diferente desde la región

¿Cuáles temas de campaña presidencial tocan directamente a su región? ¿Hay candidatos regionales que quieren crecer en el país y pasar al Senado? ¿Qué senadores de otras regiones quieren capturar votos en su departamento? ¿Qué pierde o gana su región con esto? No deje de imponer sus temas, los que le sirven a su audiencia y emprenda trabajos ambiciosos. Si es constante y sabe trabajar en equipo, si atiende a las inquietudes de su audiencia y busca las respuestas, al final verá la satisfacción. No crea que esta se encuentra en lograr que la gente vote de la forma que usted imagina correcta. Esto lo puede llevar a la frustración. Pero si el día de mañana el tiempo le da la razón, nadie podrá acusarlo de que como periodista no hizo su trabajo de decir las cosas que la gente no quiso escuchar, pero necesitaba escuchar.

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