Tras la solicitud enviada por el concejal bogotano Marco Fidel Ramírez al director del oficial Canal Capital, Hollman Morris, pidiéndole revelar cuántos empleados del medio de comunicación distrital pertenecen a minorías sexuales, la discusión sigue abierta.
El concejal perteneciente al Partido de Integración Nacional (PIN), fundador de la congregación cristiana Iglesia Familiar Internacional y conocido en el cabildo capitalino como “el concejal de la familia”, citó a Morris a rendir cuentas respecto a 57 preguntas, entre las cuales se incluían algunas relacionadas con la orientación sexual de los trabajadores del canal, pidiéndole presentar una lista con sus nombres, hojas de vida y monto de sus sueldos.
De acuerdo a Ramírez, Morris está favoreciendo los contenidos relacionados con la comunidad LGBTI (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales e Intersexuales) en el canal al emitir programas como “El Sofá” y “Sexo Sin Censura”.
Ante la presión del concejal, Hollman Morris declaró en entrevista concedida a W Radio que no revelará la información solicitada por Ramírez, pues la considera “discriminatoria”.
A su turno, Ramírez respondió con un comunicado en el que afirma que su lucha no es contra la comunidad LGBTI, a la cual dice amar, sino por la transparencia del canal de los bogotanos, que según él “no está cumpliendo la función social que debe tener”, como declaró también en entrevista al diario El Tiempo.
Ante esta situación ya se han pronunciado ya la Fundación Para La Libertad de Prensa (FLIP) y la Federación Colombiana de Periodistas (FECOLPER), manifestando su preocupación y apoyo a la postura asumida por Morris.
Al responder en el Consultorio Ético de la FNPI sobre inquietudes similares a la arriba expuesta, Javier Darío Restrepo ha expuesto sus razones para defender el derecho de los periodistas mantener sus preferencias sexuales al margen de su vida privada, a pesar de ser personajes públicos.
“La vida sexual de las personas se rige por decisiones personales sobre el uso de su sexualidad que, mientras no se demuestre lo contrario, no afectan un desempeño público. El de un presentador de televisión es un desempeño que no se afecta por su vida sexual por tanto, puesto que es parte de su intimidad, debe ser respetada”, dijo en una respuesta a una inquietud planteada por una productora de televisión argentina.