“¡Preparen, apunten, fueeeegoooool!”, es la forma en que un narrador deportivo suele narrar los cobros desde el punto penal en los partidos del fútbol profesional colombiano.
Pero él no es el único. Llamar ‘verdugo’ al goleador de un partido, calificar como ‘masacre’ una goleada, ‘robo’ a una aparentemente injusta decisión arbitral o ‘bomba’ a un tiro libre potentemente cobrado son clichés del periodismo deportivo desde tiempos inmemoriales. De hecho, el Libro de Estilo de AP añadió recomendaciones recientemente para combatir estas expresiones tan equivocadamente usadas y trilladas.
Adicionalmente, en España ha venido tomando fuerza un movimiento de profesionales de la comunicación preocupados por la forma en que esta manera de utilizar el lenguaje en la prensa deportiva termina fomentando la violencia en los estadios y fuera de ellos. El profesor José Luis Rojas Torrijos, quien condujo uno de nuestros webinars dedicado al tema, es muestra de este movimiento.
¿Fomentan realmente la violencia los periodistas que usan lenguaje bélico en sus crónicas deportivas? ¿Es el lenguaje violento una forma válida de atraer audiencia en los medios deportivos? ¿Qué alternativas usar en lugar de verdugo, masacre o bomba en los relatos deportivos? ¿Revela el uso de este tipo de expresiones la falta de preparación de algunos periodistas deportivos? ¿Cómo desterrar el lenguaje que incita a la violencia de la prensa deportiva?
Para responder a estas y otras preguntas, los seguidores de la cuenta @EticaSegura participaron en uno más de nuestros tuitdebates semanales usando la etiqueta #ÉticaEnRed. Los mejores trinos producidos durante la hora del debate fueron recopilados el siguiente Storify.
La Red Ética Segura hace parte de la alianza Ética Segura, de la FNPI y el Grupo SURA, que propone un espacio de reflexión y debate acerca de los cambiantes desafíos éticos del oficio.