El lobo estepario está en extinción. La afamada investigación Panama Papers evidencia el éxito de ejercer un oficio colaborativo. Marina Walker y Rigoberto Carvajal estuvieron enseñándole a los asistentes del #FestivalGabo cómo desarrollar historias de gran envergadura e impacto global.
Tal vez la conclusión más importante es el cambio de paradigma en el oficio, que la investigación colaborativa que estuvo detrás de los Papeles de Panamá.
Hasta ahora, los periodistas han sido lobos esteparios, siempre priorizando la primicia, el éxito individual y alcanzando, tan solo, un impacto local. Pero la posibilidad de trabajar cientos de colegas alrededor del mundo rompe las fronteras, consiguiendo historias de impacto global.
Lo fundamental para lograr esta compleja labor: esos lobos tienen que desaparecer.
Carvajal también advierte del uso de herramientas como Dropbox y Google Traductor por las que se puede filtrar fácilmente la información. La clave para saber si el portal que está utilizando tiene este inconveniente: conocer sus políticas de privacidad.
La vicedirectora del ICIJ y Carvajal enfatizan en la necesidad de prever los peligros para saber blindarse. Para ello, también es importante adoptar prácticas sanas durante la investigación, como el almacenamiento y transporte de data con encriptaciones, no usar redes públicas abiertas, solo acceder a estos archivos desde computadoras propias, utilizar servidores VNP si el anonimato es necesario, conectarse usando autenticaciones de dos pasos y no tener una misma contraseña para todas las plataformas.
Y ¿qué obstáculos se podrían anticipar? Los talleristas dieron algunas ideas:
– Las fuentes se impacientan. El momento de mayor vulnerabilidad de una fuente es durante la investigación pues es cuando sus vidas corren más riesgo y la incertidumbre está en su máximo.
– Conflictos entre aliados. Deben ser aislados, no se puede permitir que afecten al gran grupo de trabajo.
– Alguien quiere romper el embargo. Puede desembocar en que todos lo hagan…
– Aliados que toman y no dan.
– Filtraciones antes de la publicación.
– Censuras al interior de un medio.
– Espionaje.
La mejor defensa, el control de la calidad:
– Verificación de dato por dato.
– Atribución a documentos y otras fuentes sólidas.
– Ojo con errores en la edición y adiciones de último momento.
– Revisión legal.
Tratar los datos ‘con guantes de seda’
No solo hay que velar por su seguridad. Los miles de archivos que puede tener una red de periodistas en sus manos tienen que ser válidos, legibles, auténticos y solo entonces se puede pasar al siguiente paso: ¿en qué formatos van a ser analizados? ¿Qué mas falta?
Procesar esta información también es primordial pues al hacerlo se pueden identificar relaciones entre cientos de carpetas, conexiones que construirían una historia.