Buscando reflejar el panorama que dejaba el covid 19 en la crisis alimentaria, un par de periodistas salvadoreños se encontraron con varias historias que reflejaban todo lo contrario: no había escasez de alimentos, sino soluciones a la crisis global.
La revolución en Centroamérica es contra el hambre. Así lo demuestra este trabajo ganador de las Becas de Periodismo de Soluciones para esta región, que en El Salvador encontró, gracias a la propuesta de Adriana González y Mario Rogel, la posibilidad de conocer cómo varias comunidades de este país le hicieron frente a la crisis derivada de la pandemia del covid 19 con soluciones tan antiguas como la misma humanidad, si se quiere. Hablamos con ellos, los gestores de la idea, que terminó con un reportaje multimedia que aborda diversos formatos y entrega un panorama que va de lo particular a lo general, o viceversa, para demostrar la escala de una problemática que golpea a diversas regiones del mundo, pero sobre todo las formas de hacerle frente.
¿Cómo dieron con este tema, que además expone un modelo que nace en la Edad de Piedra?
Adriana González: Encontramos el tema buscando el reflejo de la problemática de inseguridad alimentaria en los pescadores; queríamos saber cómo se la estaban pasando. Para nuestra sorpresa, en la costa el panorama era totalmente opuesto a lo que esperábamos. Un día, llegamos un día al punto de embarque de El Sunzal, donde lejos de contarnos las carencias que habían pasado durante el confinamiento, nos dijeron que en la comunidad no había penas por alimentos debido al sistema que idearon sin darse cuenta. De hecho, ellos se niegan a reconocer la palabra “organización” porque todo nace de la solidaridad. Avanzando en la investigación, reparamos en que se trataba de una práctica que realmente está en la humanidad desde hace siglos y perdura hasta nuestros tiempos recordándonos que no estamos solos en tiempos de crisis.
Se trata de un tema bastante general pero que logran aterrizar a una realidad nacional con ejemplos concretos. ¿Siempre lo imaginaron así? ¿Cómo llegaron a abarcar esas dos dimensiones?
Adriana González: Fuimos de lo específico a lo general. Las historias nos llevaron a querer investigar más sobre estas prácticas, quisimos descubrir el modelo que había detrás de compartir y pensar en el bienestar común, antes del propio. Nos pareció que ambas comunidades compartían un mensaje esperanzador, pero sobre todo que literalmente devuelve a las personas a lo más sencillo. Nos pareció increíble cómo una alternativa tan sencilla pero con tal impacto siempre ha estado frente a nosotros sin darnos cuenta. Nos emocionó mucho compartir esta que podría ser una respuesta para muchos que sufren de inseguridad alimentaria en cualquier parte del mundo.
¿Cómo decidieron contar las historias de las conunidades esta manera y mezclarlas con el mapa de inseguridad alimentaria, por ejemplo?
Mario Rogel: Las historias se fueron forjando con el tiempo. No fue hasta que fuimos a campo, a reportear durante unas semanas, que nos encontramos con las verdaderas historias. Al tener el material en bruto y analizarlo creímos importante separar estas anécdotas (aparte del gran video) para resaltar dos situaciones críticas que se reflejan en muchas comunidades de América Latina y del mundo: La falta de alimentos y cómo combatir este problema, y el machismo intrínseco y cómo las mujeres pueden vencerlo.
Además, para comprender las historias y aplicar algunas soluciones, es importante dimensionar la problemática, a partir de eso, surgió la idea de implementar el mapa que demuestra el nivel de inseguridad alimentaria en El Salvador.
Pero también quisimos que una de las soluciones que se plantearon fuera accesible y digerible para las personas. Es por esto que se incluyó en el sitio web un infográfico que relata un paso a paso para aplicar un modelo económico que se basa en la solidaridad de las comunidades.
Manejan varios formatos: sonoros, gráficos, textuales. ¿Cómo eligieron cada formato para cada capítulo?
Mario Rogel: Desde un principio quisimos que la investigación se presentara como una experiencia y no como un simple texto, video o producto periodístico. En la actualidad, las audiencias no poseen el tiempo ni la costumbre de remitirse a investigaciones periodísticas largas y textuales.
Los componentes multimedia y audiovisuales nos dan la facilidad para que las personas se informen con formatos, hasta cierto punto, interactivos, los cuales permiten una experiencia más agradable para el usuario. Además de los productos audiovisuales, que hablan por sí solos, el sitio web también transmite parte de lo que nosotros experimentamos en las comunidades: los sonidos, las imágenes, los colores, etc. El objetivo es transportar a las personas a la vida de las comunidades que se reportearon.
¿Cómo fue la experiencia de trabajar con Javier Drovetto, uno de los principales exponentes del periodismo de soluciones en América Latina?
Adriana González: Es un cambio de chip. La mentoría con Javier nos abrió los ojos a un enfoque del cual quizá en algún momento dimos algunos pincelazos sin darnos cuenta. Ahora tenemos muy buenas herramientas para seguir trabajando en ello y perfeccionar el enfoque. Aprendimos cómo el periodismo de soluciones es una importante oportunidad para que la información sea de utilidad no solo para que las personas sean conscientes de problemas sociales, sino también para ofrecer alternativas de aplicación global.
Nos encantó la manera en que nuestro mentor nos llevó a colocar los cimientos de una experiencia que sin duda aplicaremos en cuanto se nos presente una nueva oportunidad. Estamos sumamente agradecidos por esta nueva ventana que además representa una forma innovadora de retar al poder.
Este trabajo fue hecho de manera independiente, y la plataforma en la que está presentado no está ‘amarrado’ a un medio de comunicación. ¿Cómo es hacer periodismo de soluciones desde lo ‘freelance’?
Mario Rogel: El trabajo completo no es en un formato “freelance” del todo. A pesar de que la dirección y producción sí estuvo a cargo de nosotros, también hubo una coproducción de Canal 33, el medio donde trabajamos. Hubo mucho personal de producción, postproducción, multimedia y mercadeo que se involucró y procuró que el trabajo fuera de la mejor calidad.
Sin embargo, la experiencia de ser directores, productores y periodistas a la vez ha dejado muchos frutos para cada uno, sobre todo desde el enfoque del periodismo de soluciones, el cual permite innovar en los enfoques y mostrar un estilo de periodismo diferente que casi nunca vemos en la región centroamericana.