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Numerosas voces de rechazo generó la publicación de la columna titulada “Francisco, en la patria de los narcos”, escrita por José Manuel Vidal, periodista especializado en información religiosa y uno de los vaticanistas más respetados de España.
“Lamentable título en @elmundoes de un Sr. José Manuel Vidal. Referencia innecesaria y estigmatización. Claramente no entendió nada de nada”, dijo la periodista Diana Montoya.
El también periodista Mauricio Jaramillo estimó que “José Manuel Vidal no es ningún aparecido ni un practicante. Es el experto en temas religiosos de @elmundoes. Pero no mostró ningún respeto”.
La columna de Vidal es un interesante análisis sobre la visita del papa a Colombia, en especial sobre su parada en la ciudad de Medellín, cuna del capo Pablo Escobar, pero hoy en día una de las urbes más pujantes de Colombia.
“El pueblo, el pueblo llano y sencillo, también tiene otros santos, que no pertenecen al imaginario católico... santos del otro lado, del reino de la oscuridad, como Pablo Escobar, el narcotraficante de Medellín, adorado por la gente, recordado y añorado”, argumenta Vidal.
Hasta el momento no hay un pronunciamiento de la Cancillería o del Presidente de Colombia sobre la columna de Vidal. El único pronunciamiento por parte de un integrante del Gobierno fue el expuesto por el Viceministro de Economía Digital de Colombia, Daniel Quintero Calle, quien también manifestó su ofuscación a través de Twitter. “Señores @elmundoes exigíamos rectificación inmediata ¿Cuánta cocaina se consume en Madrid en un fin de semana? Cuánta doble moral”, escribió.
¿Estigmatización?
No es la primera vez que la ciudad de Medellín es objeto de estigmatización en la prensa extranjera por causa de su pasado reciente.
Un reportaje gráfico publicado en 2015 por el diario británico The Guardian fue criticado porque retrataba a las mujeres de Medellín de una forma despectiva, encasillándolas como si todas ellas buscaran encajar con una estética narco.
El reportaje fue motivo de uno de nuestros tradicionales tuitdebates semanales, en el cual distintos periodistas compartieron sus recomendaciones para evitar caer en la estigmatización.
“Hace falta capacitar a los editores sobre las faltas éticas que incurrirían con estas publicaciones”, recomendó Daniel Quiroz Castro.
Miguel Ángel Bastenier, quien era un habitual participante en nuestros tuitdebates, también aconsejó “no escenificar fotos, diciendo tú ponte ahí, la señora más allá y el niño en la cuna”.
En el Consultorio Ético de la FNPI, han sido numerosos los llamados del maestro Javier Darío Restrepo para evitar el lenguaje estigmatizador en la prensa, especialmente en sociedades que han vivido épocas de alta polarización.
“Al periodismo corresponde la creación de un ambiente propicio para la reconciliación y el perdón; y para la reconstrucción de la confianza. Estas tareas presuponen otra agenda, otro lenguaje, otros enfoques, otro modo de hacer periodismo”, responde Restrepo ante la pregunta de una periodista colombiana.
Además, Restrepo acude al libro ‘Pistas para narrar la paz’, escrito por José Navia y publicado por de Consejo de Redacción y la Fundación Konrad Adenauer, el cual se estima que en un país como Colombia, “el periodismo tendrá que cambiar junto con la sociedad, no se puede quedar en lo mismo que se pensaba antes. Los periodistas también tenemos que desarmarnos; en las salas de redacción hay muchos colegas que tomaron partido. Nos tocará participar en ese desarme y comenzar a tener miradas mucho más incluyentes, menos estigmatizadoras”.