Libertad de expresión en Internet
22 de Noviembre de 2017

Libertad de expresión en Internet

Fotografía: dimitrisvetsikas1969 en Pixabay | Usada bajo licencia Creative Commons
Marvin del Cid

La manera de comunicarnos en el mundo digital ha cambiado nuestra dinámica y sobre todo ha acelerado la forma en la cual nos expresamos.

Dentro de ese contexto las redes sociales se han convertido es una válvula de escape en donde millones de personas dan su punto de vista sobre de determinados tema, pero sobre todo en los que cada uno de nosotros se encuentra interesado.

Las redes sociales han ampliado las formas de comunicarnos, por lo tanto, no debemos limitarnos, pero sí ser responsables con lo que se dice. No es cuestión de censura o autocensura, tiene que ver las propias limitaciones que tiene la libertad de expresión.

Internet no debe ser un vehículo para la difamación y calumnia, apología del delito, odio o discriminación. No importa la forma en que se transmita, la responsabilidad deber ir inmersa en cada texto que se escriba por corto o extenso que sea.

Los periodistas y comunicadores tenemos que ser mucho más responsables así como sensatos al momento transmitir un mensaje. Nuestra exposición mediática, al igual que la de políticos, empresarios y líderes sociales, están doblemente frente a  la fiscalización de la sociedad.

Cuando  trasladamos una noticia debemos estar seguros de lo que publicamos, y si replicamos algo, de igual manera. No podemos darnos el lujo de compartir información si no es de fuentes confiables o que previamente hayamos verificado al publicar algo lo leen miles, y hasta millones de personas.

Fuentes confiables

¿Cuántas veces ha compartido usted algo sin haber leído lo que traslada? Es un error que seguramente hemos cometido y debemos ser muy cuidadosos. Como periodistas debemos siempre estar atentos a las mentiras y que nuestras fuentes sean confiables.

La libertad de expresión es un derecho fundamental por el que debemos trabajar, fortalecer y respaldar todos los días. Nuestra voz no debe ser silenciada, pero tampoco debemos permitir que no gane la emoción de transmitir mensajes sin fundamento. Nuestra labor como periodistas deben ser siempre verificar, verificar y verificar.

En las redes hay mucha información, pero mucha de esa información carece de sustento o veracidad. Nuestra labor como periodistas, por lo tanto, debe ser mucho más profunda e investigativa, que no nos gane solo la emoción o el tema de la inmediatez, la responsabilidad que tenemos ante la sociedad es muy grande.

Cada jueves nos reunimos a debatir y dar nuestros puntos de vista en los tuit debates que organiza la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), el tema del que ahora escribo se ha discutido de distintas formas y que se complementa con lecturas de respaldo compartidas con los colegas que organizan la discusión. Para mí es una buen ejercicio, pues no solo tengo más elementos sobre determinados temas, sino también conozco la opinión de otras personas.

Estamos llamados como periodistas a ser responsables, ya sea con nuestra opinión o cuando hacemos un trabajo periodístico como tal. En una era en donde la desinformación, las notas virales (sin sentido) y la difamación son parte del día a día, nuestra responsabilidad es aún mayor, recordemos que muchos de nosotros somos referentes.

La rigurosidad debe ser parte de nuestro trabajo sin excepción y debemos debatir constantemente sobre el trabajo que realizamos. Precisamente eso es lo que nos hace periodistas, muchos llevamos años en este oficio y a pesar que la forma de comunicarnos ha cambiado aceleradamente, tengo la certeza que podemos marcar la diferencia y hacer que nuestro trabajo sea respetado en la sociedad.

Quienes somos periodistas debemos asumir nuestra responsabilidad.

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Las opiniones expresadas en nuestra sección de blogs reflejan el punto de vista de los autores invitados, y no representan la posición de la FNPI y los patrocinadores de este proyecto respecto a los temas aquí abordados.

 

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