Tetas que se vencen y un país que existe poco: tercer día del Taller de libros periodísticos 2023
31 de Mayo de 2023

Tetas que se vencen y un país que existe poco: tercer día del Taller de libros periodísticos 2023

El pasaje de la implantación a la 'explantación' de siliconas de Julieta Morón y el intento de contar la complejidad de Taiwán de Barbara Celis, fueron los proyectos analizados durante el tercer día del taller.
Foto: Isabel Infantes/ Feria del Libro de Madrid
Laureano Debat

Julieta Morón es argentina y nómada, ha dado la vuelta al mundo y ahora vive en Palma Mallorca, pero no sabe hasta cuándo. Barbara Celis es española y reside en Roma después de haber vivido en Nueva York, Taiwán y Londres, donde trabajó en todos esos países como corresponsal para diferentes medios. Dos periodistas muy viajeras protagonizaron la tercera sesión del Taller de Libros Periodísticos dirigido por Martín Caparrós en la Biblioteca Eugenio Trías del Parque de El  Retiro durante la Feria del Libro de Madrid. 

Dos cronistas inagotables que consiguieron alumbrarnos sobre aspectos insospechados de dos mundos sobre los que creíamos saber alguna cosa pero que ellas, con su trabajo, nos aseguraron que sabíamos poco y nada: la cultura y la industria de la belleza, en el caso de Morón a partir de una experiencia personal de cirugía estética, y el complejísimo universo que representa Taiwán, con el proyecto de Celis. 

Implantes que se ‘explantan’

Entre marzo y diciembre de 2022, Julieta Morón decidió contar en el podcast ‘Tetas vencidas’ su experiencia con los implantes mamarios que se puso al cumplir los 18 y que, al cabo de unos años, decidió quitárselos porque se les vencieron. De esta manera, pasó de la implantación a la explantación. Y todo este tránsito que narró en el podcast ahora se propone contarlo en un libro que busca reflexionar sobre qué representan las tetas en nuestra sociedad, por qué hay mujeres dispuestas a meterse bolsas de silicona y, sobre todo, por qué hay cada vez más mujeres que deciden sacárselas. 

“Es un tema del que no sabemos nada y nos encantaría saber. Me pareció interesante convocarte porque es un género claramente distinto a los de ayer. Nos ayuda a ver la diversidad de encuadres y de formas que puede tener este tipo de trabajo”, comentó Martín Caparrós sobre el proyecto de Julieta Morón. 

“A partir de mi experiencia personal, el objetivo es abordar las diferentes aristas del tema, sobre todo la hegemonía y el marketing de la belleza. Quiero evitar pararme en la cuestión moral de que, ahora que me las saqué, decir que está mal ponerse tetas. Para nada. Tampoco es que tener tetas fue todo una agonía, también las disfruté un montón”, dijo Julieta Morón durante la presentación de su proyecto ante los asistentes. 

Lisseth Boon Bartolozzi destacó que tiene “un título de best-seller” y recomendó “que la experiencia sea una excusa para hablar de toda la sociología contemporánea relacionada con los patrones estéticos y los ideales de belleza hoy en día”. Daniel Pardo reconoció que es un tema que le fascina y que “compraría el libro sin dudarlo, pero le falta periodismo, le falta lo que la ciencia ha dicho sobre el tema, si enferma o no, investigar casos, demandas”. Bárbara Celis fue por otro lado: “Tienes un diamante en bruto aquí al que le falta pulirlo. Echo de menos algo de introspección ahí, me gustaría saber más de ti, de la protagonista de la historia”.

De acuerdo a las diferentes aristas que destacaron los participantes del taller y las preguntas que respondió Morón, hay dos caminos en el proyecto de la periodista argentina que se entrelazarán inevitablemente al momento de la escritura: lo interior, lo íntimo, lo personal de la experiencia de la autora con los implantes de las siliconas y, después, con la explantación; y lo externo o contextual en donde incluirá datos y conceptos vinculados con los mecanismos de la industria de la cirugía estética y la cultura de la belleza y también entrevistas a una mujer que se puso implantes por un cáncer de mama y a una amiga suya que se pondrá implantes en su transición de hombre a mujer. Es decir, que su experiencia personal se pondrá en relación a otras para ampliar el concepto de implante, hablar de los implantes en sus diversas aristas. 

A la hora de recomendar un modelo narrativo para este proyecto, Caparrós destacó “el de quirófano, que es el más logrado” y propuso “una lista de situaciones que merecen la pena ser contadas, con toda la honestidad y el desgarro necesarios: cuando decidiste operarte, cómo terminas de tomar la decisión concreta: cómo van a hacer, de qué material, cuánto cuestan”. También destacó la importancia de incluir datos en el proyecto: qué tipo de mujeres lo hacen, qué peso tiene esto como industria, el rol del cirujano y el lugar de las tetas en la historia, cómo va cambiando según el tiempo y las culturas.

Para finalizar, surgieron otros ejes importantes en el debate grupal en torno al proyecto de Morón: los mecanismos de la escritura en presente, el turismo hospitalario all inclusive en el sudeste asiático y en regiones de Sudamérica (hotel, playa, operación, internación y post-operatorio), qué es considerado bello y estético en el mundo contemporáneo, la pérdida de sensibilidad que sufrió la protagonista tras los implantes y otras cuestiones que se mueven siempre en este vaivén transversal a todo el proyecto: de lo personal a lo contextual, de lo particular a lo universal, ambos polos en constante retroalimentación. 

El país que existe poco

“Hay países que existen mucho, todo el tiempo. Y Taiwán es un país que existe poco”, dijo Martín Caparrós en relación al proyecto de Barbara Celis, en el cual se propone contar las aristas más desconocidas de una región en la que vivió dos años. Anteriormente, Celis había vivido en Nueva York y allí escribía crónicas sobre la ciudad norteamericana en el blog Crónicas bárbaras, sobre todo aquellos temas, enfoques y personajes que no tenían cabida en los medios de comunicación para los que trabajaba. “Fue un intento de contar una ciudad”, comentó la autora. Y Made in Taiwan es un intento de contar un país. 

“Contame un territorio extraño y exótico y a ver cómo es tu experiencia. Por ese lado a mí me compraste, quizás porque conecta con mi perfil de viajera”, dijo Julieta Morón, valorando el proyecto en tanto libro de viajes. A Daniel Pardo le interesó el concepto de “made in Taiwán” y propuso profundizar en torno a eso, además de ver “Taiwán fuera de Taiwán, las consecuencias globales de este país, con cuáles tiene relaciones más cercanas, como por ejemplo ese vínculo extraño con Paraguay”. César Batiz hizo una lectura más política del proyecto de Celis a partir del dato de que en el último congreso del Partido Comunista chino se planteó recuperar Taiwán. “Uno espera de los libros que te muestren un mundo que no conocías y con este sucede de manera literal”, dijo José Guarnizo y destacó la habilidad de Celis para centrarse en cosas cotidianas y explotar bien esa fascinación que genera poner la lupa en los detalles y después alejarse de ellos.

“China es lo que va a pasar, es lo que estamos esperando, el futuro más o menos inmediato del mundo. Y el hueco de tu proyecto está ahí: en una forma diferente de ser chino”, dijo Caparrós sobre un posible eje a explotar en el libro de la periodista española. Y retomó un eje recurrente durante estos días de taller: para quién escribimos, cómo elegimos el ámbito de funcionamiento de un proyecto. Para graficar esta discusión compleja, citó una frase que escribió Celis: “al más puro estilo Gürtel”, una referencia sobre corrupción política que solo se entiende dentro de España. “No significa que esté mal o bien; son decisiones que tenemos que tomar a la hora de escoger las palabras”, dijo Caparrós sobre cómo se puede empezar a definir quién o quiénes queremos que nos lean. Enseguida, citó otro españolismo del texto de Celis: “una chinita en el zapato”, que en el contexto español significa “una piedrita en el zapato” –una molestia–, pero que en relación al conflicto entre Taiwán y China puede funcionar como una metáfora interesante y, por lo tanto, propuso dejarla. 

“El sueño húmedo de algunos editores es el castellano neutro, pero eso no existe. Tenemos derecho a elegir en qué tipo de castellano o en qué dialecto queremos escribir, a posicionarnos con nuestra elección de las palabras”, concluyó Caparrós para acabar la jornada. 

 

Sobre Martín Caparrós

Maestro y miembro del Consejo Rector de la Fundación Gabo. Periodista, novelista y ensayista (Buenos Aires, 1957). Utiliza herramientas de la historia, de la literatura y de la reportería para escribir sus textos. Ha practicado periodismo cultural, político, policial, deportivo, gastronómico y taurino en prensa, radio y televisión. Comenzó en 1973 en el diario Noticias de Argentina. Vivió en París, donde se licenció en Historia, y más tarde en Madrid donde colaboró con el diario El País y distintos medios franceses. De regreso a su país dirigió los mensuarios El Porteño, Babel, Página/30 y Cuisine & Vins. Ha publicado más de treinta libros traducidos a más de treinta idiomas. Sus tomos de crónicas se estudian en las universidades del continente. Como novelista ganó el premio Planeta Latinoamérica 2004 por Valfierno, el premio Herralde 2011 por Los Living. Su libro El Hambre ha tenido repercusión mundial y le ha valido diversos premios; últimamente recibió el Premio Nacional de Periodismo Miguel Delibes (España) y el Premio María Moors Cabot, de la Universidad de Columbia (Estados Unidos).

Ahora vive en Madrid y publica sus trabajos en El País. Es maestro de la Fundación Gabo desde 2001 y miembro de su Consejo Rector desde 2013.

 

Sobre el taller

El taller de libros periodísticos busca reunir a ocho periodistas y escritores iberoamericanos que estén trabajando en la escritura de un libro para discutir sus proyectos durante una semana bajo la guía de Martín Caparrós.

El libro es el refugio del mejor periodismo narrativo de nuestros países. Ante la reticencia de muchos medios a publicar artículos largos o su desinterés por determinados temas, los periodistas más comprometidos eligen esa forma de trabajo paciente, esforzada e intensa que consiste en sacarle tiempo al tiempo para escribir su libro: el espacio donde pueden hacer lo que quieren sin restricciones, sin órdenes, sin más límites que su capacidad.

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