Los retos y oportunidades por la irrupción de la tecnología en el mercado laboral
14 de Mayo de 2021

Los retos y oportunidades por la irrupción de la tecnología en el mercado laboral

Durante el taller ‘Ciudadanía inteligente: periodismo, tecnología y democracia’, el investigador y consultor Albert Cañigueral profundizó sobre la situación de la transformación del trabajo en tiempos digitales.
Bruno Ortiz B.

La tecnología se ha convertido en un elemento que atraviesa a todos los sectores de la sociedad, de eso no hay duda. Pero, a veces, nos quedamos maravillados al conocer una propuesta disruptiva, sin darnos cuenta que detrás de ella pueden haber otras tanto o más interesantes y que hasta pueden sacarle mejor partido a la plataforma digital. 

La situación de la transformación del trabajo en tiempos digitales fue uno de los temas del taller ‘Ciudadanía inteligente: periodismo, tecnología y democracia’, a cargo del periodista español Jordi Pérez Colomé, reportero de tecnología del diario El País. Para desarrollarlo, contó con la participación de Albert Cañigueral, investigador, consultor y divulgador centrado en los impactos sociales y económicos de las innovaciones digitales que están cambiando a la sociedad.

La pirámide digital

Durante su exposición, Cañigueral organizó a las nuevas plataformas digitales para generar ingresos en una pirámide, según su funcionamiento y manera de brindar los servicios. Así, la base estaba formada por los microtrabajadores quienes, realizando labores mecánicas desde cualquier ubicación, por ejemplo, entrenan a diversos sistemas de inteligencia artificial. Sobre ella estaban los trabajos bajo demanda. Allí se encuentran hoy empresas conocidas como Uber y Glovo, servicios de limpieza por día, servicios de belleza y cuidado personal en la casa, entre otros. Estos tienen la particularidad de que los trabajadores están en la plataforma esperando a que sus servicios sean requeridos. 

Luego, está el nivel de los trabajadores de cuello azul. Estos son mozos de almacén, reponedores de supermercados y otro tipo de posiciones que son requeridas por las empresas de manera esporádica y en temporadas específicas. Al funcionar sobre una plataforma digital, estas labores –que requieren un poco más de especialización y que son por un tiempo predefinido– permiten a las empresas tener disponibilidad casi inmediata del personal eventual. Más arriba están los freelancers de cuello blanco. A través de plataformas especiales, este grupo de profesionales se pueden permitir hacer trabajos muy específicos, en un menor tiempo y por un precio razonable. Sitios como Upwork, Workana o Fiverr, se han convertido en los preferidos de muchas empresas que prefieren tercerizar ciertos trabajos.

Y en la punta de la pirámide se encuentran los especialistas, es decir, lo mejor de lo mejor en el mercado laboral. Aquí, las plataformas se encargan de ejercer un mayor filtro y curaduría en cuanto a los candidatos para cada labor ofrecida. Por ejemplo, si una pequeña empresa emplea freelancers de cuello blanco para realizar determinados balances mensuales de su contabilidad interna, es posible que contraten a un especialista solo para una labor más delicada como la presentación de sus informes tributarios ante las autoridades. 

“Debemos tener en claro que la plataformización del trabajo no es la uberización de este. Lo que sucede es que eso que está en la calle y que es muy visible, nos termina ocultando todo lo otro que también está ahí, la diversidad que existe, modelos de plataforma, tipos de trabajo que utilizan –con sus cosas buenas y malas–, pero que se está convirtiendo en un modelo cada vez más copioso”, explica Cañigueral.

El experto compartió con los participantes del taller datos que fundamentan el crecimiento del uso de plataformas digitales con enfoque laboral. Por ejemplo, según datos de la OCDE, considerando a la población en edad de trabajar, entre el 1% y el 3% generan sus ingresos principales a través de estas plataformas, mientras que para entre el 12% y el 35%, se trata de una fuente de ingresos secundarios. Del mismo modo, mostró que –según un informe de la CAF y la OIT– más del 10% de los puestos de trabajo en la región ya son generados por plataformas digitales. 

En opinión del investigador Albert Cañigueral, son hay tres retos y tres oportunidades a considerar:

Retos de las plataformas digitales laborales 

1. Fragmentación de las relaciones laborales. Ya no hay un único empleador por una gran cantidad de año. Esto puede generar dificultades en los ingresos debido a que ahora son fluctuantes. Asimismo, se generan problemas de identificación con el centro de labores.

2. Encaje con regulación laboral. Esto hace referencia a los sistemas de protección para el trabajador. Se busca que, sin discriminar por el tipo de relación laboral, existan sistemas de protección que sean equivalentes. En todo esto juega un papel central la tecnología.

3. Datificación y gestión algorítmica del trabajo. Por la naturaleza de estos empleos es importante determinar la propiedad de los datos, así como el impacto que los algoritmos, inclusive, hasta en la generación de accidentes.

Oportunidades de las plataformas digitales laborales

1. Diversidad. Esto hace referencia a la inclusión laboral, pues puede que un tipo de trabajador no encaje en determinados entornos, por lo que hasta plataformas especializadas pueden ser la solución. Por ejemplo, plataformas de freelancers con autismo o de mujeres de alta especialización, pero que requieren horarios más flexibles. 

2. Trazabilidad. Aquí el código se convierte en la ley, pues promueve la formalización del trabajo, sobre todo en regiones como Latinoamérica. La digitalización del mercado laboral facilita la trazabilidad, de tal manera que permite saber qué es lo que ocurre en todas las fases. Se puede hacer el seguimiento a las actividades económicas que se realizan en el país, así como demostrar que las condiciones de trabajo pueden ser garantizadas en base al uso de algoritmos. “Pero para lograrlo se requiere un nivel de cooperación entre el gobierno y las plataformas, pero eso hoy no existe. Es una oportunidad de regulación”, recalca el experto.

3. Colectivos de trabajadores. Estos se convertirán en el nuevo poder, pues los trabajadores se agrupan con mayor facilidad alrededor de estas plataformas para exigir sus derechos. Así podemos encontrar a los grupos de repartidores a domicilio o a otro tipo de trabajadores. “Se trata de ‘tribus’ fragmentadas, pero con un alto sentido de pertenencia. El futuro es de estos colectivos”, dice Cañigueral.

Nadie sabe lo que va a pasar

El investigador español asegura que estamos viviendo en una circunstancia muy compleja, debido a un momento bisagra de la transformación digital.

“Estamos entre lo que ya no es y lo que aún no es. Todo el mundo en el que crecimos, la manera de trabajar, la narrativa, las mitologías, los sistemas de protección… todo eso está a un lado, y está en franco declive. Así, van apareciendo nuevas formas de trabajar, de relacionarnos, de construir instituciones. Incluso, el lenguaje no es preciso para definir estas innovaciones, pero tenemos que seguir con un pie a cada lado del valle. Por eso es normal tener miedo y dudas. Estamos en un momento importante para hacer preguntas, para cuestionarnos cosas”. 

Sobre Jordi Pérez Colomé

Es periodista especializado en temas de política internacional y tecnología en el diario El País, de España. A través de sus blogs Obama World y World Wide Blog, y en eldiario.es, hace un análisis crítico de la política exterior de Estados Unidos. Ha escrito seis libros, la mayoría de los cuales ha estado centrado en la política estadounidense, como La historia de tres campañas (2013). Además, es experto en los temas de política y conflictos actuales en Oriente Medio, zona que ha visitado varias veces. Ha sido galardonado con los premios José Manuel Porquet de periodismo digital (2012) y Letras Enredadas (2014), otorgado por iRedes.

Sobre el taller ‘Ciudadanía inteligente: periodismo, tecnología y democracia’

Este encuentro fue organizado por la Fundación Gabo y DiDi, en cuatro sesiones, entre 27 y 29 de abril, y el 4 y 6 de mayo del 2021. Contó con la participación de 20 periodistas de Panamá, Costa Rica, Chile, México, Colombia y Perú, que buscan profundizar sobre cómo el periodismo puede ayudarnos a entender mejor lo que sucede a nuestro alrededor.

 

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