Los reportajes de investigación parten de una hipótesis, una conjetura sobre un hecho que nos ha llamado la atención y que buscamos sustentar mediante la recolección de pruebas. El periodista mexicano Daniel Lizárraga, quien formó parte del equipo que sacó la exclusiva de la 'casa blanca' del expresidente mexicano Enrique Peña Nieto, o puso al descubierto casos de corrupción y negligencias, como el derrumbe de edificios provocado por el terremoto de México, ofreció consejos para trabajar las investigaciones delimitando una hipótesis.
Su método fue expuesto como una forma de encauzar las propuestas de 17 periodistas centroamericanos que asistieron al taller Investigando problemas y soluciones, realizado en Antigua Guatemala entre el 25 de febrero y el 1 de marzo.
El taller, organizado por la FNPI - Fundación Gabriel García Márquez para Nuevo Periodismo Iberoamericano fue impartido por Lizárraga y la periodista estadounidenses Tina Rosenberg, fundadora de la Red de Periodismo de Soluciones.
1. La hipótesis es una afirmación con una respuesta
Daniel Lizárraga propone, como método para guiar nuestros trabajos, elaborar una hipótesis a través de una afirmación, una sentencia afirmativa que pueda tener una respuesta. El propósito de nuestra investigación será comprobar o negar esta respuesta.
Esta afirmación, expuso Lizárraga, parte de un elemento disparador. Un hecho que nos ha llamado la atención y que creemos poder explicar a través de hallazgos. Este puede provenir de información de noticias, un dato de una investigación previa, una filtración o un expediente policial, entre otros.
Como ejemplo, el periodista mexicano menciona el caso de la investigación La casa blanca de peña nieto, elaborada en 2014 por el equipo de investigación de Carmen Aristegui, donde el elemento disparador fueron unas fotografías en la revista Hola, en las que la actriz mexicana y exprimera dama, Angélica Rivera, aparecía en una lujosa casa. Estas fotos aparecían acompañadas de una entrevista, en la que Rivera afirmaba que había dicho a sus hijos que, aunque en ese momento viviera en casa presidencial, esa sería su casa definitiva.
En este caso, el elemento disparador fue la posesión del presidente y su esposa de esta lujosa casa. La conjetura o hipótesis —la respuesta a este hecho— fue que podía haber sido obtenida producto de una coima para obtener contratos.
A continuación, si consideramos que nuestra hipótesis es viable, Lizárraga recomienda trazar una “segunda hipótesis directriz”, en la que se incluye una delimitación espacio temporal. “De cuándo a cuándo, qué periodo”.
La hipótesis, agrega Daniel Lizárraga, puede ir cambiando conforme avanza la investigación.
2. Estructura hipótesis, x = y
Para estructurar la afirmación con la que definir la hipótesis, Lizárraga propone, primero, concretar el problema. De éste, identificar por un lado la parte que conoces y, por el otro, la que desconoces o tu conjetura.
“identifica como x lo que sabes
identifica como y lo que no sabes
x = y”
3. Verificar el elemento disparador
Para asegurarnos de no empezar nuestra investigación a través de un dato erróneo, Daniel Lizárraga refuerza la necesidad de verificar el elemento disparador.
“Antes de la hipótesis, piensen en verificar sus datos. Verificar el elemento disparador. ¿En qué se apoyan para ofrecerme esta información?,¿De dónde sale esa base de datos? Vayan a las fuentes directas”, insta el codirector del taller.
Lizárraga propone, además, entender el sistema en el que opera nuestra conjetura. Pone como ejemplo el caso Odebrecht: “El tema estalla. Tenemos que entender cómo funciona, cómo operó Odebrecht, qué es Lava Jato”, —dice—, “Si no entiendo cómo operó Brasil, no voy a entender cómo operó México”.
4. Descomponer tu hipótesis o afirmación en partes
Para continuar trabajando con la hipótesis, Lizárraga la divide en partes, que poder analizar por separado. Lo ejemplifica con un sencillo caso. La siguiente afirmación: “Una niña de nueve años ha perdido el armazón. Ahora usa lentes de contacto”.
Una niña
Nueve años
Ha perdido el armazón
Ahora usa lentes de contacto
Tras descomponer la frase en todos sus elementos, el maestro mexicano pide chequearlos. “Para comprobar cada elemento de la hipótesis, tenemos una lista de tareas: verificar si realmente tiene 9 años, si ha perdido el armazón o sólo lo ha escondido, si realmente usa lentes de contacto”, dice.
En la búsqueda de hechos, Daniel Lizárraga pide que la investigación no se quede en testimonios de personas, sino que las declaraciones y opiniones recogidas “te lleven a encontrar formas de documentarlo, de sustentarlo”.
“Tratar de documentar con fotos, con documentos, con papeles, nuestra hipótesis”, expone.
Conforme las hipótesis son más complejas, la agenda de tareas para verificar y comprobar cada dato se vuelve más extensa, afirma el periodista, y comienza a ser necesaria la planificación. “Y, si hay plan de vuelo, podemos tener éxito en el aterrizaje”, dice.
“Descomponemos la hipótesis en partes, analizamos las partes por separado, y las volvemos a unir, para ver cuál es el funcionamiento”, explica Daniel Lizárraga.
5. La prueba maestra
Para poder sustentar nuestra investigación, es necesario encontrar lo que Lizárraga llama la prueba maestra, o el quid.
Si x = y, el signo igual equivale a esta prueba, algo que demuestra de forma irrebatible nuestra hipótesis.
“¿Cómo puedo unir el hecho y la consecuencia?, ¿cómo puedo lograr x=y?, ¿cuál sería la prueba que necesito?, ¿cuál es el quid del asunto?”, pregunta.
“Pensar en cuáles son las pruebas que necesitan conseguir con mayor ahínco para lograr algo. Ponerle foco a qué a reportear, ese es el quid de la investigación”, explica.
El periodista mexicano pide además empezar la investigación con los pies en la tierra y no meterse en imposibles. “Si no consigues las pruebas, todo el trabajo se te puede venir abajo”, adelanta.
6. Investigaciones de primer y segundo grado
Según Lizárraga, cuando una investigación logra esa prueba, y consigue demostrar algo que no se conocía, se clasifica como una “investigación de primer grado”.
“Una investigación de primer grado poner al descubierto algo que no está a la vista de nadie. No se ha publicado nada de eso. Y en la que hay que vencer resistencias, personales o institucionales, para hacerlo público. Se trata de información que alguien quiere ocultar”, expone.
Para él, es necesario contar con la prueba definitiva y tenerlo claro a la hora de presentar la información, porque, en caso contrario, se corre el riesgo de ofrecer un tema que no se sustenta a través del trabajo presentado.
En caso de no encontrar esta prueba definitiva, se puede realizar lo que clasifica como una “investigación de segundo grado”, que “describe el sistema en que funciona tu hipótesis”. Así, ejemplifica, puede ser que un periodista no logre la prueba para decir que es un pato, pero si puede decir que es un animal que tiene pico, plumas, patas amarillas y hace cuac.
“¿Estoy seguro de que lo hizo? Claro que sí. ¿Lo puedo comprobar? No. ¿Qué hago entonces? Describir lo que he visto. No he llegado al fondo del sistema, pero lo explico con un enfoque novedoso y profundo”, expone Lizárraga.
7. Ordenar las pruebas
Para ordenar el reportaje, este propone escoger las pruebas que nos ayuden a demostrar mejor la hipótesis. Los hallazgos que permitan darle armonía y un hilo conductor al reportaje. “Esto nos ayuda a ser más breves y contundentes. ¿Cuál es el corazón de tu historia?, ¿cuál es el hilo conductor de la investigación?”.
Para ello, es necesario, según el método expuesto en el taller, jerarquizar las pruebas recopiladas. “Para ver cuáles son más importantes, menos importantes y cuáles, aunque no voy a incluir en el reportaje, tenerlas me deja tranquilo”, explica.
8. El péndulo, para estructurar el reportaje
Una vez se han obtenido todas las pruebas para sustentar la hipótesis, una de las formas para presentar los hallazgos es la técnica que Daniel Lizárraga nombró como “el péndulo”. Esta consiste en ordenar la información oscilando entre las pruebas obtenidas para comprobar la hipótesis, y el contexto que permite ir entendiendo el tema y los hallazgos presentados. El método del péndulo consiste en ir y venir entre las pruebas y el contexto.
“Es una técnica narrativa. Me voy al lateral, doy contexto y vuelvo al centro de la historia; cuento algo colateral y regreso al centro de la historia”, describe.
Sobre el taller Investigando problemas y soluciones
Es convocado por la FNPI - Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, con apoyo de Open Society Foundations. Se realiza en Antigua Guatemala del 25 de febrero al 1 de marzo de 2019, con la participación de 17 periodistas de El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua, y la dirección de Daniel Lizárraga y Tina Rosenberg.