Las ciudades son organismos inacabados y susceptibles de transformación constante. Así lo cree el periodista Ernesto Cortés, quien asegura que esto incide en la cobertura de temas urbanos.
Sobre este presupuesto se desarrolló en Bogotá el taller Ciudades sostenibles: la ciudad y el territorio como fuente de historias periodísticas, organizado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano –FNPI- y Findeter.
El director ejecutivo de la FNPI, Ricardo Corredor, detonó la reflexión sobre el tema y añadió cómo “los periodistas somos también responsables de esa ciudad en construcción permanente”. Esto, en su concepto, obliga a los reporteros a tener una mayor formación y criterio para entender las conexiones humanas y las dinámicas que se tejen en las ciudades y así estar preparados para narrar esas realidades cambiantes.
En la misma línea, el maestro Ernesto Cortés, editor del diario El Tiempo, advirtió que “no podemos seguir mirando las ciudades con la coyuntura del momento, con el trino del momento. Y la verdad es que no estamos pensando las ciudades”.
Pensar las ciudades es urgente a la luz de un momento particularmente complejo como el actual, en el que el crecimiento urbano acelerado y desordenado puede poner en riesgo la convivencia y la supervivencia en el planeta, enfatizó Cortés.
En 50 años el mundo pasará de tener 7.000 a 9.000 millones de personas habitando las ciudades, lo que supone preguntas desde el periodismo como: ¿existe una correcta planificación de las ciudades? ¿Están preparadas las urbes para garantizar a sus habitantes elementos como el agua, la comida o el empleo? Son ellos temas que, hoy más que nunca, deben estar presentes en las salas de redacción.
Un ejemplo de los cambios constantes en la realidad urbana se hacen evidentes a través de las decisiones que ha tomado Donald Trump desde su posesión como presidente. Decisiones cuyos efectos se reflejan principalmente en las ciudades.
Ante asuntos como la negación del cambio climático por parte del mandatario estadounidense, las órdenes ejecutivas en contra de la inmigración y el desafío a las denominadas ciudades santuario (aquellas metrópolis que son respetuosas y amigables con los inmigrantes), se impone una nueva configuración en las ciudades norteamericanas y en las de todo el mundo, que deben ser observados y cubiertos con criterio y contexto.
En ese sentido, Cortés recomendó no obsesionarse en contar los qué, sino más bien aprender a explicar los procesos de la ciudad, los por qué.
De otro lado, ante la profusión de información y lo que parece ser un papel cada vez menos relevante de los periodistas ante los ojos de los ciudadanos, Cortés estimuló a los participantes a no darse por vencidos en el cubrimiento de los temas urbanos y a mantener una actitud combativa del oficio basada en la buena cobertura periodística.
Por último invitó a sus colegas a convertirse en periodistas relevantes para la ciudadanía. Y para lograrlo es necesario construir una nueva narrativa de lo urbano, para así narrar historias que conmuevan.