Periodistas despedidos se unen en colectivo para replantear el rol del comunicador de medios públicos en Ecuador

Periodistas despedidos se unen en colectivo para replantear el rol del comunicador de medios públicos en Ecuador

Periodismo Público nació como una cooperativa sostenida por sus integrantes que busca ofrecer una propuesta de comunicación pública al servicio de la ciudadanía.

Periodismo Público es el nombre del colectivo formado por ex trabajadores de los Medios Públicos de Ecuador. Foto: YouTube
César López Linares

Más de 500 trabajadores de la empresa de Medios Públicos de Ecuador se enteraron la mañana del 24 de julio de 2020 que habían quedado en el desempleo. Cerca del 80 por ciento del personal del canal Ecuador TV, la Radio Pública y el diario El Telégrafo habían sido desvinculados de sus fuentes de trabajo como parte de una “optimización del sector público” emprendida por el presidente Lenín Moreno para hacer frente a la crisis económica que venía arrastrando el país y que se vio agravada por la pandemia del coronavirus.

De la noche a la mañana, y con un atraso en el pago de sus salarios, estos cientos de trabajadores quedaron sin ingresos, en medio además de los embates de la crisis sanitaria. La versión impresa de El Telégrafo dejaría de circular y el diario se tornaría totalmente digital, mientras que Ecuador TV y Radio Pública mantendrían sus operaciones con un mínimo de personal.

Pero estos comunicadores despedidos encontraron en la ruptura laboral una oportunidad para hacer un ejercicio de autocrítica y repensar el papel que debían tener los comunicadores de medios públicos, a través de la creación de un colectivo periodístico que busca servir a la ciudadanía.

Fabricio Cevallos, periodista con más de 20 años de experiencia y quien fuera presentador y jefe de noticias de Ecuador TV, fue uno de los empleados desvinculados de la empresa de Medios Públicos. Previo a su despido, Cevallos ya vislumbraba lo que se venía y desde entonces comenzó a prepararse para un panorama complicado.

“Desde antes de esa desvinculación yo ya estaba en contacto con algunos compañeros viendo el escenario que se estaba presentando y les decía que era importante que no nos desactiváramos de un momento a otro de la actividad periodística”, contó Cevallos. “Veía importante que siguiéramos en vigencia ejerciendo el periodismo. Era necesario replantear nuestro rol, nuestro ejercicio periodístico y llevarlo a cabo de una manera mucho más independiente, mucho más plural”.

La crisis económica y la falta de recursos le impedían lanzar un proyecto periodístico propio para continuar vigente, pero al ver que eran cientos los colegas en la misma situación, concluyó que organizarse en un modelo de cooperativa era la única manera de continuar ejerciendo el periodismo en esas circunstancias.

Al día siguiente de su baja laboral, Cevallos convocó a sus excompañeros y juntos comenzaron a formar el colectivo de periodistas que más tarde se llamaría Periodismo Público.

“Generamos un grupo que se llamaría Periodismo Público, porque nacimos como periodistas del primer medio público del Ecuador y fuimos construyendo esa imagen de los medios públicos del país y creía que debíamos mantener ese legado”, dijo Cevallos. 

Tras lograr, a base de protestas y de una campaña en redes sociales, el pago de sus liquidaciones y sueldos atrasados, 40 extrabajadores, entre periodistas, camarógrafos, editores y redactores de Ecuador TV, la Radio Pública y El Telégrafo, se sumaron a Periodismo Público. Abrieron cuentas en redes sociales y comenzaron una campaña de expectativa.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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El colectivo comenzó a trabajar de inmediato en la creación  de su primer producto informativo: un noticiario que se transmitiría en vivo vía streaming. Poco más de un mes después, el 14 de septiembre, el primer programa salió al aire a través de YouTube y Facebook. 

“Esta nueva propuesta de comunicación pública tiene como objetivo generar información que sea de utilidad para la ciudadanía y que esté al servicio de la ciudadanía, que sea plural y que evidencie que sí es posible construir una comunicación distinta”, dijo Cevallos.

Una proyecto periodístico de quienes lo trabajan

Ante el panorama de crisis del periodismo en América Latina, las cooperativas han emergido como una alternativa para salvar a las empresas de medios o para que periodistas desempleados puedan reinsertarse en el mercado laboral. 

Algunos medios que han probado con éxito el modelo de cooperativa en la región incluyen al diario Tiempo Argentino y al portal de noticias Infonews. Quienes la han llevado a cabo, aseguran que esta modalidad ofrece la posibilidad de ejercer un periodismo más autónomo, alejado de intereses corporativos y de gobierno.

“Lo que hemos hecho es organizarnos bajo un concepto de solidaridad, de cooperativismo entre todos los que formamos parte de este colectivo de Periodismo Público”, dijo Cevallos. “En medio de nuestras necesidades decidimos hacer aportes económicos para poder arrancar y poner en marcha este proyecto. La idea es que todos los que forman parte de esta propuesta se sientan dueños de ella”.

Los integrantes de Periodismo Público acordaron inicialmente realizar aportaciones bimestralmente, la primera de ellas en septiembre, antes de lanzar su noticiario. Con estas cuotas iniciales, el grupo pudo adquirir lo más indispensable para comenzar a operar: un paquete de internet para optimizar el streaming de su noticiario y el dominio para lo que sería su sitio web.

Pese a que la mayoría de los 40 integrantes del colectivo son comunicadores, varios de ellos fueron elegidos para ejercer funciones administrativas, para que el manejo de los fondos sea transparente para todos.

La emergencia por el COVID-19 también forzó al colectivo a organizarse y trabajar a distancia. Los reporteros arman sus notas desde sus casas con equipo propio, los conductores del noticiario transmiten desde lugares separados y las entrevistas se realizan a través de videollamadas.

Los objetivos de Periodismo Público son por el momento darse a conocer, generar una base de seguidores y crear la confianza para que en un corto plazo, las marcas busquen anunciarse en sus espacios y en sus plataformas.

“La idea es que nosotros más adelante podamos abrir la oportunidad a que se pueda poner pauta en nuestros productos, pero con una debida regulación y claridad para que ese financiamiento de empresas no comprometa el contenido editorial”, dijo Cevallos.

Para incentivar la búsqueda de financiamiento, Periodismo Público implementó un modelo de comisiones en el que los propios miembros son quienes buscan posibles patrocinadores a cambio de una parte de la cantidad recibida.

“Quien consiga un auspicio tiene el 15 por ciento del valor de esa pauta. El resto va para Periodismo Público hasta que (el proyecto) se capitalice”, explicó Cevallos. “Aspiramos a que llegue un momento en que ese fondo ya nos permita tener rentabilidad y distribuir esos recursos entre los integrantes de Periodismo Público”.

Mientras Periodismo Público logra generar ingresos para repartir entre sus miembros, estos son libres de buscar trabajo y realizar otros proyectos que les permitan subsistir, siempre que sigan colaborando con la iniciativa en la medida de sus posibilidades. 

“Hay un compromiso de todos los que formamos parte a hacer esto porque nos gusta hacer periodismo”, dijo Cevallos. “Estamos dando la posibilidad de que cada uno pueda tener un trabajo pero también asuma ese compromiso de apoyar esta iniciativa de Periodismo Público, que envíe notas, que edite una nota, que busque a un entrevistado, que genere un texto, que revise la pauta, lo que sea”.

Periodismo Público planea además establecer a mediano plazo una cooperativa paralela que funcione como una agencia de comunicación, con servicios de producción de video, entrenamiento de medios, manejo de imagen y relaciones públicas. Eso les permitiría diversificarse y generar nuevos canales de ingresos.

“Para dar paso a la cooperativa tienes que generar estatutos, direcciones internas, algunos niveles de gobierno interno e incluso una contribución económica por parte de los socios”, explicó Cevallos. “Quisiéramos ver más adelante que esta cooperativa de comunicación pueda apoyar y respaldar a Periodismo Público”.

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

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Una línea editorial conocida en un lenguaje retador

Para tomar la decisión sobre la línea editorial que debería tener el proyecto de Periodismo Público, los integrantes del colectivo se basaron en la guía de de lineamientos periodísticos desarrollada por comunicadores de la hoy extinta empresa de Medios Públicos de Ecuador. Esta guía detallaba la que debía ser la misión de los medios públicos, pero que por factores externos no se pudo llevar a cabo del todo, detalló Cevallos.

“En esa guía editorial nosotros dejamos claro por dónde debería ir la construcción de la información desde los medios públicos, y era pensado en información al servicio de la ciudadanía: poder educar, informar y entretener de manera sana”, dijo. “Pero durante mucho tiempo los colegas de los medios públicos estuvimos sometidos a presiones, a censuras que muchas veces chocaban con los principios y la gestión de un comunicador social”.

Periodismo Público adaptó esa línea editorial de los Medios Públicos de Ecuador a su propuesta de colectivo y bajo esos principios siguen impulsando su proyecto. Uno de los lineamientos que más tienen en mente al momento de desarrollar contenidos, dice Cevallos, es el de no dirigirse a una audiencia abstracta, sino a una ciudadanía específica.

“Entendemos a las audiencias, no como audiencias, sino como ciudadanos que tienen derechos. Necesitamos respetar sus derechos y tratar de generar información de calidad para que atiendan especialmente esas expectativas de ellos como ciudadanos”, dijo.

En ese sentido, el noticiario de Periodismo Público incluye contenido en quichua, una lengua indígena de importante presencia en Ecuador, así como interpretación en lenguaje de señas. 

A un mes de haber lanzado su primer producto informativo, los integrantes de Periodismo Público se muestran satisfechos de haber logrado armar y transmitir un noticiario de una hora y cuarto con muy pocos recursos. Sin embargo, también reconocen que en estas primeras semanas han enfrentado retos importantes, como el adaptarse al lenguaje de la web.

“Ha sido un proceso algo complejo porque definitivamente la lógica que se maneja en los medios tradicionales como la televisión es muy distinta a la que se maneja en las redes sociales”, dijo Cevallos. “Hemos ganado como tres mil seguidores en un mes, pero esto de mantener audiencias en vivo sí ha resultado una tarea complicada”.

Cevallos y su equipo han notado que los contenidos segmentados de su noticiario que publican en redes sociales registran el doble o hasta el triple de vistas que las que alcanza el programa completo en su transmisión en YouTube. Por ello planean revisar la estructura del noticiario con el fin de incrementar el número de personas que los ven en vivo.

“Lo que hemos evidenciado es que es necesario ir segmentando un poco esos contenidos para poder captar más interés de la gente”, explicó. 

Tres lecciones aprendidas con Periodismo Público

Fabricio Cevallos compartió los principales aprendizajes que le ha dejado su proyecto de Periodismo Público, a un mes de su lanzamiento.

1. La comunicación debe ser entendida como un derecho y debe ser manejada como tal.

“Es necesario mejorar el tema de la comunicación radical y definitivamente, y creo que ahora podría ser el momento al menos para dar un paso: puede ser pequeño, pero podría ser muy grande al poder construir una imagen, una comunicación distinta”.

2. La cooperación y la solidaridad ayudan a concretar proyectos, pese a la adversidad.

“La gente cuando llega a un acuerdo común de manera solidaria, de respaldarse, de apoyarse frente a las circunstancias y a los momentos adversos, puede obtener resultados positivos. Eso nos ha mostrado que con compromiso, a pesar de las dificultades, de no tener nuestros sueldos y de estar en el desempleo, las cosas se pueden hacer y se pueden concretar”.

3. En momentos críticos, salen a flote talentos desconocidos.

“De la noche a la mañana, quedarte sin trabajo no ha sido fácil, pero esto también me ha permitido descubrir nuevos talentos en mí. Todos tenemos talentos escondidos que se han puesto a flote durante este momento. Eso nos ha permitido a nosotros tener un valor agregado para fortalecer lo que hacemos ahora”.

Sobre este proyecto

La Fundación Gabo en alianza con Google News Initiative buscan descubrir, analizar y presentar las más valiosas iniciativas de innovación periodística que se están produciendo en Iberoamérica.

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La selección de casos que se publican en este espacio está a cargo de Ismael Nafría (España), director de la revista National Geographic España, y Olga Lucía Lozano (Colombia), directora de En Modo P. La coordinación del proyecto desde la Fundación Gabo está a cargo de Karen De la Hoz, directora de comunicaciones.

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