Tina Rosenberg, ganadora del Pulitzer de periodismo en 1996 y cofundadora de la Red de Periodismo de Soluciones, explica por qué este tipo de periodismo puede mejorar a la profesión en general, y cómo puede aplicarse adecuadamente a la cobertura de la pandemia del covid-19.
Ni es periodismo positivo ni es publicidad. El periodismo de soluciones es una profesionalización robusta de la labor periodística, asegura Tina Rosenberg en esta entrevista para Fundación Gabo. Ella cofundó en 2010 la Red de Periodismo de Soluciones (SJN por sus siglas en inglés), con sede en Nueva York. Desde entonces, en paralelo con su conocido trabajo en publicaciones como el New York Times o la New York Magazine, Rosenberg se ha encargado de difundir y expandir un periodismo que busca presentarle a los lectores las historias completas. No solo la denuncia del problema, muy necesaria, sino también las posibles respuestas que existen para ese problema. Esto último es igual de necesario, pero puede resultar incluso más útil para los lectores.
En 2020, si quedan editores reacios a adoptar el periodismo de soluciones en sus redacciones, es porque todavía no lo comprenden. Les recomendamos encarecidamente leer las respuestas de Rosenberg a estas preguntas; algunas hechas desde el prisma del escepticismo.
El periodismo de soluciones presenta respuestas o soluciones a problemas sociales, económicos, etc., impulsadas por alguien o algo. ¿No es una forma de hacerle publicidad gratuita a quienes las promueven?
Si lo haces mal, puede ser simplemente relaciones públicas. Pero si lo haces bien, no estás celebrando respuestas a problemas, sino que las estás cubriendo. Y estás buscando lo que funciona de ellas y lo que no funciona de ellas. También vas a poner lo que escribas sobre ellas en perspectiva. Vas a decir: “Escogí subrayar esta solución o respuesta por esta razón, pero no es la única interesante. También están esta y esta otra”. Básicamente, el punto es que si eres cuidadoso con tu lenguaje, no dirás que una solución es LA solución. Mejor di: “Aquí tenemos esta respuesta a un problema, y esto es lo que funciona y lo que no funciona sobre ella”.
Los mismos estándares que usas para hacer periodismo tradicional los debes usar para hacer periodismo de soluciones. Siempre hay que tener una mirada crítica, solo que esta vez está enfocada en una respuesta a un problema, y no al problema en sí.
Algunos editores reconocidos de medios que son escuelas de periodismo en sus países miran con escepticismo sobre el periodismo de soluciones. A veces lo llaman 'periodismo positivo', y se lo ve como menos que el periodismo anticorrupción, por ejemplo. ¿Cómo convencerlos de que deberían interesarse en esta práctica?
No es periodismo positivo. Porque periodismo positivo puede ser una historia sobre un niño que abre un stand para vender limonada para recaudar fondos porque su hermano necesita una operación por cáncer. Eso es periodismo positivo, pero no es periodismo de soluciones.
El periodismo de soluciones está interesado en lo que funciona y cómo lo hace. En respuestas que tienen claves y aprendizajes que otras personas pueden aprovechar y replicar. Es mucho más riguroso que algo simplemente positivo. Periodismo de soluciones no es necesariamente noticias para hacernos sentir bien.
Para convencer a un editor, yo le contaría cómo fue la primera vez que hice periodismo de soluciones, en el 2000.
Yo quería escribir una historia para la revista del New York Times del domingo sobre el precio de la medicina contra el sida en países pobres. Sobre el hecho de que en países donde la incidencia del sida era la más alta, también lo era el precio de las medicinas, y nadie podía costearlo. Esa me parecía una historia investigativa muy importante. No solamente decir que esto estaba ocurriendo, sino por qué, y la razón era una colusión entre Washington D.C. y fabricadores de medicamentos para meter presión política en otros países, con el objetivo de que no pudieran hacer versiones genéricas de estos medicamentos.
Y mi editor me dijo: “Eso es muy deprimente y no podemos infligir otra larga historia a nuestros lectores sobre cómo todos van a morir en Malawi”. Entonces me devolví y lo pensé mejor. Encontré un país que estaba desafiando esa presión política: estaba fabricando medicamentos genéricos y los estaba distribuyendo gratuitamente a personas que los necesitaban. Y ese país era Brasil. Le di la vuelta completa a la historia. Era la misma investigación, pero desde la perspectiva de la lucha de Brasil para hacer lo que estaba haciendo.
Fue una historia muy diferente. Mucho más impactante. Demostró que era posible para países con pobreza salvar a su población del sida. Lo publicamos mientras la ONU discutía si crear un fondo global para el sida, la malaria y la tuberculosis. Mi trabajo mostró que era posible para los países pobres responder al problema.
Hay que enseñar que es posible hacer mejor las cosas. Es así como las personas cambian. No cambian únicamente con críticas. Cambian sabiendo que alguien igual que ellos está haciendo mejor las cosas. Eso es lo que el periodismo de soluciones puede lograr.
(Aquí puedes leer el reportaje de Tina Rosenberg en inglés: Look at Brazil)
Solemos asociar el buen periodismo a reportajes investigativos frontales, anticorrupción, o que denuncian problemas estructurales de la sociedad. ¿Usted cree que estos trabajos mejoran si además presentan el enfoque de soluciones a estos problemas?
Depende del tipo de historia. Si estás haciendo una investigación sobre corrupción, puede que no sea ese el reportaje más adecuado para periodismo de soluciones. Tiene que ser sobre un problema que muchos sitios diferentes están enfrentando en circunstancias similares.
Por ejemplo: si estás cubriendo un hospital, algo en lo que nos solemos enfocar es lo siguiente: “El personal del hospital es corrupto, está robando dinero”. Ese es un tipo de cobertura del problema, pero otro tipo de cobertura del problema se acerca más a lo que los lectores están viviendo, como por ejemplo: “Este hospital no tiene suficiente medicina”. “Este hospital tiene un alto grado de infecciones”. “Este hospital tiene tiene un alto número de malas prácticas en cirugías”. Y en todos estos temas puedes hacer una investigación sobre el problema, pero luego puedes también reportear sobre otro hospital en condiciones similares que no tiene estos problemas, y enseñar cómo arregló estos problemas; cómo lo hace. De esta forma le quitas las excusas al primer centro de salud que mencionamos. Esto no lo puedes hacer en una investigación de corrupción.
¿Quién puede hacer periodismo de soluciones?
Al tener un nombre y un apellido, 'periodismo de soluciones', da la impresión de que solo periodistas especializados pueden hacerlo. ¿No se cae en un elitismo contraproducente?
Muchos periódicos tienen secciones especializadas en periodismo de soluciones, pero nosotros creemos que cualquier periodista puede usarlo en casi cualquier tema. Cualquier reportero puede. Si cubres violencia, entonces puedes cubrir comunidades que han reducido la violencia. Si cubres salud, puedes cubrir lugares que lo están haciendo bien en salud. Si cubres un área geográfica, puedes cubrir respuestas a problemas que esa sociedad está implementando. El periodismo de soluciones puede funcionar para cualquier tema, excepto para noticias de última hora.
La palabra ‘solución’ es absoluta, pero no todos los problemas tienen soluciones totales, y algunos ni siquiera parciales. ¿Está bien empleada la palabra ‘solución’ en periodismo de soluciones? ¿No da una falsa idea?
Es una palabra equivocada y no deberíamos llamarnos así. Deberíamos llamarnos “Red de Periodismo de Respuestas a Problemas”. Es mejor nunca usar la palabra “solución” en una historia. No existe algo como una sola solución porque nada es perfecto; nada es una solución completa a un problema, y en todo caso no soluciona todo el problema. Es mejor cortar el problema es diferentes tajadas o partes más pequeñas. Y buscar quién lo hace bien o mejor en cada una de estas tajadas. Eso es lo que realmente sucede cuando estás haciendo periodismo de soluciones. Es una práctica que es un poco diferente de la práctica común, y que requiere otra mirada; otro enfoque.
¿Por qué las salas de redacción deberían hacer periodismo de soluciones? ¿Es más rentable, es mejor periodismo?
Las dos cosas y más. Es mejor periodismo. Es más completo. Si solamente cubres lo que está mal, lo que va mal, tienes una obligación con tus lectores de también enseñar cómo las personas están tratando de solucionar problemas. Es mejor para retener a tu audiencia. Muchos estudios nos han dicho que, de lejos, la razón principal por la que muchos lectores se alejan de las noticias es la negatividad. Y todos podemos sentir eso. Incluso los periodistas nos alejamos de las noticias por la negatividad. Las personas no quieren solo ese flujo constante de malas noticias. Queremos saber qué más está pasando para solucionar estos problemas.
Es mejor para el engagement. Este tipo de historias llevan a más suscripciones, a tiempos de lectura mayores, a mayor tiempo en página. Más compartidos. Pero también es mejor para la sociedad. Te doy un ejemplo.
Si cubres una comunidad que está excluida o marginalizada de alguna forma, la tendencia de los grandes medios es escoger el peor estereotipo de esa comunidad y escribir sobre cuán verdadero es ese estereotipo. “Es hasta más verdadero de lo que pensábamos. Iré al sur de Chicago y escribiré sobre tiroteos y violencia armada”.
Estas son coberturas de comunidades marginalizadas para el beneficio de lectores de la élite. Y esto no es lo que deberíamos hacer. Deberíamos cubrir estas comunidades de forma completa. Mirando cómo están solucionando estos problemas. Qué ocurre en estas comunidades además de la violencia. Si no lo hacemos, estamos quitándoles su capacidad de acción humana. Los retratamos solo como víctimas o victimarios. Y las comunidades marginalizadas lo odian. Lo odian. Las comunidades de color en Estados Unidos odian cómo los cubren los grandes medios. Igual la gente en el sur. Sienten que las élites se burlan de ellos, enfocándose únicamente en sus peores rasgos. El periodismo de soluciones es una respuesta a esto.
Tina Rosberg durante un taller de periodismo de soluciones de la Fundación Gabo.
¿Cómo se convence a un medio que deje de caricaturizar comunidades cuando quizás esta práctica le genera más clicks?
Eso es lo que siempre hemos hecho, pero ya no está funcionando. Y tenemos que cambiar. Puede ser que genera clicks, pero los clicks ya no son el rey. Ya no podemos depender de la publicidad web. Ese no es un modelo de negocio que te llevará al futuro. El modelo de negocio para el futuro es establecer una relación con tus lectores. Y para esto no puedes seguir el camino que hemos seguido hasta ahora. Tienes que publicar historias que harán que los lectores confíen en ti como periodista, que te respeten, y que sientan que escribes para ellos y no solo acerca de ellos.
Periodismo de soluciones en tiempos de pandemia
En medio de la pandemia de la covid-19, las aparentes lecciones o soluciones copiadas de algunos países que gestionaron bien la emergencia, como Costa Rica o Corea del Sur, son hasta cierto punto parciales o se han debilitado, ya que los casos aumentan y las segundas olas epidémicas son más agresivas. ¿Se puede usar el periodismo de soluciones en esta crisis con soluciones tan volátiles?
Es difícil, porque no existe evidencia de éxito. No sabemos qué funciona aún. Cuando escribes sobre lo que hizo Taiwán, lo que hizo Nueva Zelanda, lo que hizo Costa Rica, tienes que asegurarte de decir: “Esto es lo que vemos ahora mismo”. No puedes dar la idea de que esa situación será para siempre. Y para historias más pequeñas, tienes que apuntar que hay ideas efectivas que algunas personas están intentando, y aunque no hay todavía evidencia contundente de que funciona, vale la pena subrayarlo.
La covid es salud, educación, medioambiente, injusticia. Es todo. Y estos son temas sobre los cuales puedes hacer periodismo de soluciones con mayor confianza. Para la contención de la covid-19 como tal, hay que estar seguros de precisar que es una fotografía. Es una captura de pantalla en un momento preciso.
¿Por último, qué consejo puede darle a un periodista dispuesto a hacer periodismo de soluciones? ¿Con qué mentalidad tiene que salir?
El punto de partida más útil es la excepción positiva. Cuando escribes acerca de un problema, mira la data y busca quién lo está haciendo bien o quién lo está haciendo mejor. Y así tienes respuestas al problema para mirar con detenimiento, fundamentado en datos, que tiene la misma relación hacia problema. No vayas por la linda historia de la ONG, porque suele dar soluciones de cinco onzas a problemas de cinco toneladas. Si escribes sobre un hospital con problemas, busca un hospital que lo esté haciendo mejor. Si escribes sobre el problema de una ciudad, busca una ciudad similar que lo está haciendo mejor. La mentalidad es muy simple. Las respuestas a problemas existen. Nos hemos acostumbrado a no definirlas como noticias. Hemos definido como noticias solo a los problemas. Definimos nuestro trabajo como la cobertura a los problemas. Tenemos que redefinir nuestro trabajo para cubrir la historia completa. Los problemas y las respuestas.
Sobre el proyecto de periodismo de soluciones en América Latina
La Fundación Gabo y la Red de Periodismo de Soluciones (SJN, por sus siglas en inglés) trabajan en alianza en un proyecto que busca formar e incentivar a los periodistas de América Latina a la aplicación del periodismo de soluciones, enfoque que busca investigar y narrar historias que aborden las respuestas que dan o podrían dar los ciudadanos e instituciones a problemas sociales en la región.
El proyecto, apoyado por la Fundación Tinker, contempla la difusión y apropiación de herramientas y guías, así como la realización de actividades de formación como talleres, seminarios virtuales y el desarrollo de espacios aprendizaje en las redacciones de algunos medios de comunicación de la región interesados experimentar con esta modalidad.