¿Has notado como muchos medios de comunicación, durante procesos electorales, mantienen una agenda de trabajo totalmente apartada de los ciudadanos? ¿Te has percatado de la existencia de notas “periodísticas” sobre candidatos y partidos políticos con cierto tono de propaganda electoral?
Si tu respuesta es sí, esto pudiera deberse a que gran parte de la cobertura electoral de los medios de comunicación, al menos en el caso mexicano, se centra en actos de campaña, boletines y entrevistas, con poca o nula crítica hacia los candidatos o sus partidos, por lo cual las noticias publicadas se asemejan más a la propaganda que al periodismo verdadero.
En México actualmente se desarrolla un proceso electoral en el que se renovarán 500 curules de la Cámara de Diputados, así como más de 1.500 cargos de representación popular en 18 entidades del país. Desde el arranque de la campaña, el pasado 5 de abril, los medios nacionales, regionales y locales difunden ampliamente la propaganda electoral de partidos políticos y candidatos a través de propaganda pagada. También los noticieros y periódicos de todo el país trasmiten entrevistas y notas sobre el desarrollo de la contienda.
Durante todo el día hay una amplia difusión propagandística y noticiosa del proceso electoral, pagada en la mayoría de los casos por los propios partidos políticos -vía el erario público-, donde los mensajes de propaganda y noticias son muy parecidos.
A esa situación hay que sumar que en la mayoría de los medios se difunden acusaciones, “no corroboradas” o “anónimas”, relacionadas con la vida privada de ciertos candidatos, quedando en segundo o tercer plano sus propuestas y el análisis crítico de éstas.
Estas son prácticas son poco recomendables, que a decir del periodista Javier Darío Restrepo, se subsanan cuando el comunicador “se blinda interiormente contra las presiones de las campañas y de su propio medio, o de colegas parcializados; y mantiene la convicción de que servir preferentemente al elector y mantenerlo bien informado es la mejor ayuda para el bien de la sociedad”.
Restrepo, bajo esa premisa, pone al ciudadano y no a los candidatos, como el objeto principal de la cobertura noticiosa durante un proceso electoral, lo que muchas veces sucede en los medios de comunicación, quienes a base de jugosos contratos publicitarios ponen en primer plano a los candidatos y sus partidos.
Para saber cómo hacer buen periodismo en época de elecciones, compartimos 5 recomendaciones de Javier Darío Restrepo para mejorar nuestra cobertura noticiosa electoral.
“El estudio del desempeño de los medios en tiempos de agitación preelectoral ha dejado experiencias que, aplicadas, mejorarán esta clase de información y contribuirán a un ejercicio electoral, libre y democrático.
Entre esas experiencias se pueden destacar estas:
1.-La de la información centrada en el elector, mirado como objetivo y como fuente principal. Es una información que tiene en cuenta y defiende los derechos del elector, hace conocer esos derechos y denuncia los atentados con el derecho del elector.
2.- La información que destaca las expectativas de los electores como referencia para el análisis del discurso de los candidatos. En esta información es importante el discurso del candidato en tanto en cuanto consulta y responde a las expectativas del elector.
3.- Más que difusión, el buen periodismo hace crítica del discurso y las actitudes de los candidatos, para abrir los ojos de los electores.
4.- Esa crítica supone una cuidadosa selección de los hechos y palabras que el periodista convierte en noticia. Los escándalos, las declaraciones explosivas, las encuestas, son materiales informativos que se valoran como ayuda para el conocimiento de los electores y se desechan cuando se descubre su naturaleza de recursos publicitarios de las campañas.
5.- Otras buenas prácticas son las de buscar las reacciones de los electores y las de señalar la distancia entre el discurso de los políticos y los problemas reales de los electores”.
¿Qué otras recomendaciones pueden ser útiles para colegas que cubren temas electorales?
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