Los Objetivos de Desarrollo Sostenible refuerzan el rol fiscalizador del periodismo

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible refuerzan el rol fiscalizador del periodismo

Esta vez el paquete de compromisos se extiende hasta 2030 y abarca 17 focos de actuación, que comprenden nada menos que 169 metas específicas.
Sede de la ONU en Nueva York / John Gillespie en Flickr / Usada bajo licencia Creative Commons
Veet Vivarta

La Asamblea General de las Naciones Unidas se reunirá en Nueva York del 25 al 27 de septiembre para adoptar oficialmente los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una agenda de alcance global que entrará en vigor en 2016, en sustitución de los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Esta vez el paquete de compromisos se extiende hasta 2030 y abarca 17 focos de actuación, que comprenden nada menos que 169 metas específicas.

Aparte de que el proceso de implementación de los nuevos objetivos representará un amplio campo de investigación sobre las políticas públicas, vale destacar el hecho de que algunas de las metas propuestas contribuyen a la consolidación de un ambiente institucional más favorable a la práctica periodística. Al mismo tiempo, redoblan la atención sobre la responsabilidad social de las empresas de comunicación.

A pesar de que la multiplicación de focos estratégicos es algo en verdad impresionante  –hasta ahora el planeta perseguía un conjunto de 21 metas específicas bajo el paraguas de los 8 objetivos del Milenio–, no puede considerarse que esa sea la principal característica diferencial de los Objetivos de Desarrollo Sustentable. Una de las facetas sobresalientes de este acuerdo lo constituye la noticia de que esta vez los países desarrollados también están metidos en el mismo barco y deberán monitorear y dar cuenta a la comunidad internacional de cómo va el progreso –o eventual retroceso— en este viaje rumbo a los objetivos marcados. Otro elemento digno de mencionar es la fuerte presencia, entre las 17 prioridades establecidas en el documento, de las temáticas de corte ambiental, a las que se presenta en directa relación con los vectores sociales. Ese modelo empezó a tomar forma durante la preparación de la Cumbre Río+20.

En cuanto a los méritos y límites del sistema diseñado por las Naciones Unidas, hay pocos cambios. Los progresos logrados por muchos países con relación a varios de los Objetivos del Milenio sirven de argumento para renovar la apuesta sobre este tipo de estrategia. También pesa a favor de esta campaña el hecho de que, en general, no sólo los gobiernos del mundo sino significativos segmentos del sector privado y de las organizaciones no gubernamentales se implicaron en la consecución de las metas.

Por otra parte, los problemas que enfrenta la iniciativa no son menores. Como cabría esperar, los países en situación más vulnerable son los que han tenido mayores dificultades para lograr avances sólidos con relación a las metas vigentes hasta ahora. Asimismo, deja que desear el volumen de los aportes económicos de las naciones desarrolladas con el fin de impulsar mejoras más decididas en las más atrasadas. Hasta ahora, nada parece indicar que vaya a haber alteraciones en estas variables con la entrada en vigor de los ODS.

No obstante, la experiencia indica que, a raíz de esa dimensión añadida que describimos y de la complejidad de los nuevos compromisos, una de las principales dificultades radicará en la definición y monitoreo de los indicadores de desempeño. Los indicadores relativos a varias de las metas todavía están por desarrollar, y luego hay que probarlos y ver si funcionan. Claro que nunca se les considerará suficientemente precisos. Así y todo, incluso para los que gozan de cierto grado de consenso y aprobación entre la comunidad científica, el reto es tremendo, porque el proceso de adopción e implementación de esas herramientas exige elevadas inversiones, lo cual a su vez vuelve a dejar en posición sumamente desventajosa a los países que están más abajo en la escala de desarrollo socioeconómico.

¿Y qué tiene que ver con todo esto el periodismo latinoamericano?

Pues mucho, desde el punto de vista de la cobertura de las políticas públicas. Las evaluaciones elaboradas por la ONU de los progresos alcanzados en cuanto a la consecución de los ODM, evidencian que muchos estados de la región asumieron los compromisos con un grado razonable de seriedad. Al mismo tiempo, en varios países los medios de comunicación realizaron investigaciones sobre aspectos clave de los ocho objetivos y establecieron el debido debate acerca de los informes de evaluación de desempeño que producían sus gobiernos.

Teniendo eso en cuenta, podemos esperar que las redacciones del continente reaccionen con idéntico o mayor interés a la adopción de los ODS. A fin de cuentas, este paso que se aprestan a dar las Naciones Unidas es bastante más ambicioso: se colocarán sobre la palestra simultáneamente todos los grandes desafíos que hoy en día ejercen presión sobre la agenda planetaria.

Sin embargo, hay un factor que no puede pasar desapercibido para los medios de comunicación: a diferencia de los compromisos anteriores, los ODS incluyen algunos relacionados directamente con el quehacer periodístico. Aparecen bajo el Objetivo 16 y representan un potente incentivo para que los estados se esmeren por mejorar el ambiente institucional en lo referido al flujo de información, las transparencia de los órganos públicos y la prestación de cuentas a la sociedad. Es decir, que esas metas impulsarán la consolidación de principios que facilitarán la investigación por parte de las redacciones.

No se equivocan, por ejemplo, los que identifican la libertad de expresión como uno de los valores que abarca la formulación de la meta 16.10, que apunta a que el Estado debe:

Garantizar el acceso público a la información y proteger las libertades fundamentales, de conformidad con las leyes nacionales y los acuerdos internacionales.

En el mismo plano se expresa la Meta 16.6:

Crear instituciones eficaces, responsables y transparentes a todos los niveles.

Igualmente, se presta para leerse como área de intersección con una de las funciones de centrales del periodismo, la de vigilancia, control y supervisión, el texto de la Meta 16.5, que exige a los países:

Reducir sustancialmente la corrupción y el soborno en todas sus formas.

¿Y quién controlará a los controladores?

Claro que, como nada viene regalado, las empresas de comunicación tienen que entender que ese importante avance conceptual que consolidarán los ODS terminarán por colocar el foco también sobre su propio desempeño. Dicho de otro modo: la implementación de estrategias de monitoreo de estas metas del Objetivo 16 mencionadas más arriba fortalecerá necesariamente las exigencias cualificadas sobre la actuación de los principales actores que influyen sobre la esfera de la discusión pública, tanto estatales como privados.

En ese sentido se podría decir que el nuevo conjunto de compromisos elaborado por las Naciones Unidas subrayará la importancia de aspectos que los manuales de responsabilidad social empresarial ya venían destacando con insistencia en cuanto a las especificidades del sector de las comunicaciones; buen ejemplo de ello es el Suplemento para el Sector de los Medios de Información de Global Reporting Initiative (GRI).

Con la intención de promover que los grupos de comunicación presenten informes anuales y rindan cuentas a la sociedad acerca de la evolución de sus políticas de sostenibilidad socio ambiental, el documento de GRI destaca, en el bloque Estrategia y Perfil, la necesidad de que se visibilicen los parámetros que rigen las prácticas de cada empresa con relación a los siguientes aspectos:

  • ¿Cuáles son los impactos, riesgos y oportunidades relacionados con la creación y divulgación de contenido?
  • ¿Cómo ve la empresa su propio papel y el de los medios en general en la sociedad?
  • ¿Cómo evalúa la influencia de su contenido?

En el grupo de indicadores relativos al área de los Derechos Humanos, se insta una vez más a la dirección de las empresas de comunicación a evaluar en profundidad el modus operandi de su núcleo periodístico. La herramienta de GRI pregunta:

  • ¿Hay iniciativas para apoyar el libre flujo de información, el pluralismo de ideas y enfoques?

En síntesis, en lo que se refiere a los marcos legales nacionales, se puede afirmar que, a mediano plazo, las metas específicas del objetivo 16 de los ODS tienden a impulsar mejores condiciones para que las redacciones ejerzan, eficaz y consistentemente, las funciones más nobles asociadas al periodismo. Por otro lado, facilitarán a los diversos sectores de la sociedad comprender el papel estratégico que desempeñan los medios de información en la escena mundial contemporánea, con lo que se incentivará un análisis constante de la actuación de las empresas, tanto desde el punto de vista técnico como del ético.

Para los reporteros, editores y directores comprometidos en el traslado desde el plano teorético a la práctica del concepto de autorregulación de los medios, ambas posibilidades constituyen una buena noticia. Para los demás…

Para más información 

FÁCIL ACCESO En el documento Una nueva ruta empresarial hacia el periodismo de calidad – La autoevaluación como estrategia para asegurar la credibilidad de los productos informativos y una gestión sostenible, —publicado por la FNPI en colaboración con Sura, en el ámbito de la Red Ética Segura–, encontrarán una introducción objetiva y de fácil manejo a los principios más relevantes del Suplemento para o Setor de Mídia de GRI.

LA LUCHA POR LA TRANSPARENCIA Cabe mencionar que no es casualidad la presencia, entre los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las metas relacionadas con la transparencia, la rendición de cuentas y el acceso a la información. El proceso de discusión para definir los temas que habrían de integrar la nueva agenda estratégica de la ONU contó con momentos dignos de un campo de batalla. Por una parte, la cantidad de cuestiones relevantes era muy elevada, por lo que una parte de ellas forzosamente iba a quedar fuera del documento definitivo. Y por otra, también existía una resistencia muy fuerte por parte de los representantes de ciertos países a que se incluyeran temas que no les convenían política o económicamente; resistencia que se extendió a la etapa del debate sobre la formulación del texto de cada una de las metas que sí se escogieron.

En ese sentido, revistió una importancia crucial el trabajo de organizaciones como el Global Forum for Media Development (GFMD) y Article 19. Tanto con el apoyo técnico que ofrecieron en los debates, como con sus esfuerzos por movilizar a los representantes de naciones sensibles al tema de la libertad de expresión y de la investigación independiente, estas entidades contribuyeron muy eficazmente a que los valores que orientan la práctica periodística se pudiesen reconocer como esenciales para los esfuerzos en pos de la construcción de una comunidad global verdaderamente sostenible.

LOS 17 OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE

  • Erradicar la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
  • ODS 2. Poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible
  • ODS 3. Garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos para todas las edades
  • ODS 4. Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos
  • ODS 5. Alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas
  • ODS 6. Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos
  • ODS 7. Asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos
  • ODS 8. Fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos
  • ODS 9. Desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación
  • ODS 10. Reducir las desigualdades entre países y dentro de ellos
  • ODS 11. Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles
  • ODS 12. Garantizar las pautas de consumo y de producción sostenibles
  • ODS 13. Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos (tomando nota de los acuerdos adoptados en el foro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático)
  • ODS 14. Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, mares y recursos marinos para lograr el desarrollo sostenible
  • ODS 15. Proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación y detener y revertir la degradación de la tierra, y frenar la pérdida de diversidad biológica
  • ODS 16. Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, inclusivas y capaces de rendir cuentas, a todos los niveles
  • ODS 17. Fortalecer los medios de ejecución y reavivar la alianza mundial para el desarrollo sostenible

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PORTUGUÊS VERSÃO ORIGINAL

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Objetivos de Desenvolvimento Sustentável fortalecem papel fiscalizador do jornalismo

Por: Veet Vivarta 

A Assembleia Geral das Nações Unidas se reúne em Nova York, de 25 a 27 de setembro, para adotar oficialmente os Objetivos de Desenvolvimento Sustentável (ODS), agenda global que passa a vigorar em 2016 em substituição aos Objetivos de Desenvolvimento do Milênio (ODM). O pacote de compromissos dessa vez se estende até 2030 e envolve 17 objetivos, subdivididos em nada menos de 169 metas específicas.

Além do processo de implementação dos novos objetivos representar rica fonte de investigação sobre políticas públicas, merece destaque o fato de que algumas das metas propostas contribuem para a consolidação de um ambiente institucional mais favorável à prática jornalística. Ao mesmo tempo, amplificam a atenção sobre a responsabilidade social das empresas de comunicação.

Apesar da multiplicação de focos estratégicos realmente impressionar – o planeta persegue hoje um conjunto de 21 metas associadas a oito Objetivos do Milênio –, este não pode ser considerado, entretanto, o principal diferencial dos ODS. A notícia de que dessa vez os países desenvolvidos também estão no barco, devendo monitorar e prestar contas à comunidade internacional quanto ao progresso (ou eventual retrocesso) na jornada rumo aos objetivos estabelecidos, surge como um dos aspectos mais marcantes do novo acordo. Outro elemento digno de nota é a forte presença, entre as 17 prioridades do documento, das temáticas de cunho ambiental, as quais passam a dialogar de maneira estreita com os vetores da pauta social – modelo que começou a tomar forma durante o processo de construção da Conferência Rio+20.

Já no que se refere aos méritos e limites do sistema desenhado pelas Nações Unidas, pouco muda. Os avanços alcançados por muitos países em relação a vários dos ODM servem de argumento para a renovação da aposta neste tipo de estratégia. E o dado de que, de maneira geral, não apenas os governos, mas também expressivos segmentos do setor privado e da sociedade civil organizada terminaram por envolver-se na busca pelo cumprimento das metas, também pesa a favor dessa nova investida.

Quanto aos problemas, não são de menor porte. As nações em situação mais vulnerável são, como seria de esperar, as que vem apresentando maiores dificuldades em garantir progressos consistentes em relação às metas em vigor. A quantidade de aporte financeiro que deveria ser dirigida dos países desenvolvidos para os mais pobres, de maneira a impulsionar melhorias mais decisivas, também deixa a desejar. Até o momento, nada indica alterações decisivas nestas variáveis para a entrada em vigor dos ODS.

Mas a experiência atual mostra que um dos obstáculos mais graves, fruto da dimensão ampliada e da complexidade dos novos compromissos, estará na definição e monitoramento dos indicadores de desempenho. Para parcela das metas, estes indicadores ainda terão quer ser desenvolvidos e testados. Para outra parte, nunca serão considerados suficientemente precisos. Porém mesmo para aqueles que contam com certo grau de consenso entre a comunidade científica, o desafio é muito grave: o processo de adoção e implementação dessas ferramentas exige investimentos elevados, o que termina deixando outra vez em situação extremamente prejudicada as nações com piores índices de desenvolvimento socioeconômico.

E o jornalismo latino-americano, o que tem a ver com isso?

Do ponto de vista da cobertura de políticas públicas, tudo. Conforme evidenciam as avaliações de progresso dos ODM produzidas pela ONU, muitos Estados da região decidiram assumir os compromissos com razoável grau de seriedade. Ao mesmo tempo, em vários países os meios de comunicação desenvolveram investigações sobre aspectos chave dos oito objetivos e fizeram o devido debate sobre os relatórios de avaliação de desempenho produzidos pelos governos.

Sob essa perspectiva, é possível acreditar que as redações do continente reagirão à adoção dos Objetivos de Desenvolvimento Sustentável com idêntica ou maior atenção. Afinal, trata-se de um passo bem mais ambicioso, este que as Nações Unidas se preparam para dar: serão colocados em tela, de um só golpe, praticamente todos os grandes desafios que hoje pressionam a agenda planetária.

Entretanto, há um elemento que não pode passar desapercebido pelos meios de comunicação: ao contrário do conjunto de compromissos anterior, os ODS incluem metas que dizem respeito diretamente à prática do jornalismo. Estas metas integram o Objetivo 16 e representam poderoso incentivo para que os países aprimorem seu ambiente institucional no que se refere ao fluxo de informações, à transparência dos órgãos públicos e à prestação de contas à sociedade. Ou seja, tais metas impulsionam a consolidação de princípios capazes de facilitar o exercício investigativo desde as redações.

Não se equivoca, por exemplo, quem identifica a liberdade de expressão como um dos valores que encontra abrigo na formulação da Meta 16.10, a qual aponta para a necessidade do Estado:

Garantir acesso público à informação e proteger as liberdades fundamentais, de acordo com a legislação nacional e os acordos internacionais.

Dialoga com o mesmo contexto a Meta16.6:

Desenvolver instituições eficientes, inclusivas e capazes de prestar contas em todos os níveis.

E, igualmente, merece ser lida a partir de interface próxima com uma das funções centrais do jornalismo – a de watchdog – o texto da Meta 16.5, que demanda dos países:

Reduzir substancialmente a corrupção e o suborno em todas as suas formas.

Quem guarda os guardiões?

Mas como não há almoço grátis, cabe às empresas de mídia entenderem que esse relevante avanço conceitual consolidado pelos ODS acabará por colocar foco também em seu próprio desempenho. Ou seja, a implementação das estratégias de monitoramento destas metas do Objetivo 16 acima mencionadas necessariamente fortalecerá a cobrança qualificada sobre o comportamento dos principais atores que influenciam a esfera pública de discussão, sejam eles estatais ou não.

Sob essa perspectiva, pode-se dizer que o novo conjunto de compromissos elaborado pelas Nações Unidas virá a enfatizar aspectos que os manuais de responsabilidade social empresarial têm destacado com insistência, quando miram as especificidades do campo das comunicações. Um bom exemplo desta abordagem pode ser acessado no Suplemento para o Setor de Mídia do Global Reporting Initiative (GRI).

Ao estimular que os grupos de comunicação desenvolvam relatórios anuais a fim de prestar contas à sociedade quanto à evolução de suas políticas de sustentabilidade socioambiental, o documento do GRI destaca, no bloco Estratégia e Perfil, a necessidade de que sejam visibilizados os parâmetros que regem as práticas da companhia em relação aos seguintes aspectos:

  • Quais os impactos, riscos e oportunidades relacionadas à criação e divulgação de conteúdo?
  • Como a empresa observa seu próprio papel e dos meios em geral na sociedade?
  • Como avalia a influência de seu conteúdo?

No grupo de indicadores relativos à área de Direitos Humanos, os gestores das empresas de comunicação

voltam a ser instados a avaliar em profundidade o modus operandi de seu núcleo jornalístico. Pergunta a ferramenta do GRI:

  • Há iniciativas para apoiar o livre fluxo de informação, o pluralismo de ideias e de pontos de vista?

Em síntese, no que se refere aos marcos legais nacionais, é possível afirmar que, a médio prazo, as metas do Objetivo 16 dos ODS tendem a garantir melhores condições para que as redações exerçam, de forma eficaz e consistente, as funções mais nobres associadas ao jornalismo. Por outro lado, facilitarão aos diversos setores da sociedade compreender o papel estratégico desempenhado pelos meios informativos no cenário contemporâneo, incentivando a análise constante do perfil e da atuação dessas empresas, tanto do ponto de vista técnico quanto ético.

Para os repórteres, editores e gestores comprometidos em mover o conceito de autorregulação da mídia da teoria rumo à prática, ambas as possibilidades soarão como uma boa notícia. Para os demais…

Para conhecer mais 

FÁCIL ACESSO Uma introdução objetiva e de fácil manuseio dos princípios mais relevantes do Suplemento para o Setor de Mídia estão no documento Una nueva ruta empresarial hacia el periodismo de calidad – La autoevaluación como estrategia para asegurar la credibilidad de los productos informativos y una gestión sostenible, publicado pela FNPI em parceria com a Sura, no âmbito da Red Ética Segura.

A LUTA PELA TRANSPARÊNCIA Vale registro o fato de que não é obra do acaso a presença, entre os Objetivos de Desenvolvimento Sustentável, de metas que dizem respeito à transparência, à prestação contas e ao acesso à informação. O processo de discussão sobre quais temas deveriam integrar a nova agenda estratégica da ONU experimentou momentos dignos de um campo de batalha. Por um lado, era muito grande a quantidade de questões relevantes, donde parte delas obrigatoriamente ficaria de fora do documento final. Por outro, era também poderosa a resistência dos representantes de certos países a assuntos que lhes pareciam política ou economicamente inconvenientes – um problema que acabava se estendendo para a etapa de debate sobre a formulação do texto de cada uma das metas escolhidas.

Nesse sentido, o trabalho de instituições como o Global Forum for Media Development (GFMD) e Artigo 19 foi fundamental. Seja prestando apoio técnico aos debates, seja buscando mobilizar representantes de nações sensíveis ao tema da liberdade de expressão e da investigação independente, estas entidades contribuíram de forma efetiva para que os valores que orientam a prática jornalística pudessem ser reconhecidos como essenciais para os esforços em busca da construção de uma comunidade global verdadeiramente sustentável.

OS 17 OBJETIVOS DE DESENVOLVIMENTO SUSTENTÁVEL

  • ODS1: Acabar com a pobreza em todas as suas formas, em todos os lugares
  • ODS2: Acabar com a fome, alcançar a segurança alimentar, melhorar a nutrição e promover a agricultura sustentável
  • ODS3: Assegurar uma vida saudável e promover o bem-estar para todas as idades
  • ODS4: Garantir educação inclusiva, equitativa e de qualidade e promover oportunidades de aprendizagem permanente todos
  • ODS5: Alcançar a igualdade de gênero e empoderar todas as mulheres e meninas
  • ODS6: Garantir disponibilidade e manejo sustentável da água e de saneamento para todos
  • ODS7: Garantir acesso à energia barata, confiável, sustentável e moderna para todos
  • ODS8: Promover o crescimento econômico sustentado, inclusivo e sustentável, o emprego pleno e produtivo e o trabalho decente para todos
  • ODS9: Construir infraestrutura resiliente, promover a industrialização inclusiva e sustentável e fomentar a inovação
  • ODS10: Reduzir a desigualdade entre os países e dentro deles
  • ODS11: Tornar as cidades e os assentamentos humanos inclusivos, seguros, resilientes e sustentáveis
  • ODS12: Assegurar padrões de consumo e produção sustentáveis
  • ODS13: Tomar medidas urgentes para combater a mudança do clima e seus impactos (levando em conta os acordos adotados no âmbito da Convenção Marco das Nações Unidas sobre a Mudança Climática)
  • ODS14: Conservar e usar de forma sustentável os oceanos, mares e recursos marinhos para alcançar o desenvolvimento sustentável
  • ODS15: Proteger, recuperar e promover o uso sustentável dos ecossistemas terrestres, gerir as florestas de forma sustentável, combater a desertificação, deter e reverter a degradação da solo e deter a perda da biodiversidade
  • ODS16: Promover sociedades pacíficas e inclusivas para o desenvolvimento sustentável, prover acesso à justiça para todos e construir instituições eficientes, inclusivas e capazes de prestar contas, em todos os níveis
  • ODS17: Fortalecer os mecanismos de implementação e revitalizar a parceria global pelo desenvolvimento sustentável

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