Hacer periodismo político y ser viral parecen objetivos contradictorios. Sin embargo, Animal Político, el portal informativo de referencia en México, lo ha logrado. Con más de un millón de seguidores en Facebook y Twitter, mantienen a sus lectores enterados sobre corrupción, medio ambiente, violencia y derechos humanos a través de noticias, investigaciones con datos, videos, columnas y chequeos.
Con un modelo de negocio basado en la diversificación de fuentes de ingresos, involucran permanentemente a la audiencia bajo una premisa clara: nunca sacrificar la independencia ni la calidad. Muestra de ello fue la investigación sobre la desviación de recursos públicos por parte del gobernador de Veracruz, que llevó a la captura del funcionario.
Daniel Moreno, el director fundador de Animal Político, conducirá un taller para periodistas emprendedores del Caribe colombiano, organizado por la FNPI- Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano y Promigas. Moreno comparte algunas lecciones sobre periodismo y financiación aprendidas en los siete años de este medio.
Inscríbete sin costo al Taller de periodismo emprendedor en el Caribe colombiano.
Uno de los principales retos de los emprendimientos periodísticos es la financiación, ¿cómo han afrontado ese desafío desde Animal Político?
Quien crea un nuevo sitio periodístico debe eludir una primera tentación: ceder a la dictadura del clic. Es decir, si tu modelo de negocio se basa en tener visitas, habrá que asumir que la primera consecuencia es que deberás darle prioridad a los contenidos virales, a las cabezas escandalosas y a la ausencia de rigor, antes que a los contenidos periodísticos.
El reto es mantener un equipo reducido, con un área comercial propia, y con ingresos generados de diversas fuentes: consultoría, goggle-adsense, publicidad nativa, sindicación de contenidos.
¿Qué lecciones les deja la experiencia de crowdfunding involucrando a la audiencia?
En América Latina el crowdfunding es una alternativa que todavía está verde. Son pocos los que tienen el hábito, el interés o la cultura de la donación y menos quienes suman a la ecuación la importancia y la urgencia del periodismo independiente.
Aún así, soy un convencido de que debemos mantenernos en esta línea y buscar que sean los lectores quienes financien el periodismo. Por lo pronto, lo que mas ha servido –y con lo que creo se debe iniciar- son iniciativas para financiar investigaciones o proyectos específicos, como los Super Amigos de La Silla Vacía.
¿Cuál ha sido la experiencia con Animal Gourmet? ¿Por qué un portal político se embarca en una aventura como esa?
Animal Gourmet nació a raíz de las constantes negativas de la iniciativa privada de publicitarse en un medio dedicado a temas “duros” (violencia, corrupción, derechos humanos…), como es Animal Político. Vimos a AG como la posibilidad de hacer periodismo de un tema muy de moda en México, pero comercialmente viable.
¿Qué tan importante es para Animal Político entender a su audiencia? ¿Cómo lo hacen?
Fundamental. Nosotros no sólo trabajamos para los lectores, como hace cualquier periodista por definición, sino que “salimos a buscarlos” para que conozcan y lean nuestros contenidos.
Es decir, no sólo nos interesa hacer buen periodismo, sino tener visitas. Y para ello le damos prioridad al número de lectores, a su perfil, al tiempo que le dedican a nuestros principales contenidos, a cómo los compartimos en redes, pero también a la publicación de contenidos con videos o con gráficos, que los hagan más atractivos, con diversas entradas de lectura. Y además, a la generación de “periodismo útil”, de servicio, que atraiga a quienes no nos conocen.
Animal Político tiene un fuerte apoyo en redes sociales, superando incluso el número de seguidores de medios tradicionales ¿Cuál ha sido la estrategia para lograrlo?
Creo que la diferencia central es que nosotros entendemos las redes sociales no sólo como una forma de compartir nuestros contenidos, sino también de dialogar con los lectores. Es decir, a diferencia de medios tradicionales, no apostamos por el monólogo, por sólo distribuir contenidos. También nos interesa lo que comentan, corrigen, agregan de nuestras notas o lo que nos sugieren investigar.