¿Es necesario publicar videos hechos por terroristas para advertir sobre su peligrosidad?

¿Es necesario publicar videos hechos por terroristas para advertir sobre su peligrosidad?

Las imágenes de violencia producen efectos que no son uniformes: o son estímulos para la conciencia, o excitan la curiosidad morbosa.
Fotografía: Karl Sinfield en Flickr / Usada bajo licencia Creative Commons
Red Ética FNPI

Fox News publicó un video donde se ve cómo integrantes del Estado Islámico queman vivo a un piloto jordano. ¿Se justifica esta publicación como advertencia a la sociedad sobre la peligrosidad de este grupo terrorista?

Sergio Marín
Redactor independiente
Sanatander, España

 

R.-Las imágenes de violencia producen efectos que no son uniformes: o son estímulos para la conciencia, o excitan la curiosidad morbosa.

Quien los maneja, si es consciente de esas reacciones, buscará el resultado positivo, prevendrá el daño y, en ningún caso, será indiferente a los efectos de su información.

Cuanto más se estimula el razonamiento y menos se acude a lo emocional, más fácil será ejercer un control sobre la dinámica de la imagen.

Puesta en primera página, en gran tamaño y a todo color, y acompañada por un texto excitante, esta imagen convendrá –y de qué modo– a los propósitos de los victimarios de aterrorizar, de demostrar la existencia de un nuevo poder y de imponer violentamente una idea. El receptor resulta convertido así en rehén de la imagen y sin defensa alguna contra la agresión visual.

Influyen, en cambio, el tamaño de la foto, el blanco y negro en vez del color, los textos, la ubicación en páginas y dentro de la página, para convertirla en un elemento informativo y no en elemento excitante del morbo o del terror.

Es responsabilidad del editor tener en cuenta y aplicar estos elementos bajo  el supuesto del servicio al receptor de la información y no del eventual crecimiento de la circulación o de la sintonía.

En cualquier caso lo ético es ser consciente del poder de una imagen como esta y prever los daños posibles que se seguirán de su divulgación, con la clara conciencia de que el daño que se haga nunca será reparado totalmente y de que el bien logrado dará una legítima satisfacción profesional.

Documentación

En el código de ética de UNESCO se le recuerda al periodista que su conciencia ética es la norma próxima de comportamiento pero que, objetivamente hablando, el criterio final al que ha de someter sus informaciones, es el bien de la sociedad. La información no es un mero producto, una mercancía u objeto de transacción. Es un bien social, es decir, humano.

Ese carácter humano se decanta al conformar la información con la propia conciencia, como regla próxima de conducta y con el bien del gran público como criterio objetivo final.

De esta forma, el informador queda moralmente liberado de la influencia de las ideologías políticas y de los poderes económicos, lo que le pone en una situación lo más favorable posible para informar con el mayor grado posible de objetividad.

La atención del periodista debe centrarse en los asuntos de bien común y de carácter público y no en la vida de las personas o en intereses particulares. Las normas profesionales del periodista exigen el respeto total a la comunidad a la que sirven, a las instituciones democráticas y a la moral pública.

Es un servicio al público que exige al periodista ejemplaridad y sacrificio. Al abstraer de los intereses particulares, pero servir exclusivamente a los comunitarios, no siempre es cosa fácil en la práctica.

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Si usted tiene preguntas para nuestro Consultorio Ético, puede formularlas aquí para que sean respondidas a la mayor brevedad por el maestro Javier Darío Restrepo.

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