A propósito de la masacre cometida en contra del semanario satírico Charlie Hebdo, consultamos la opinión de Jean-François Fogel, periodista y ensayista francés, maestro de la FNPI, quien trabajó en reconocidos medios de su país como Le Monde, el grupo France Televisions y la agencia AFP.
Charlie Hebdo es una revista satírica que tiene una larga historia. Existía desde los años 60’. Primero se llamó Hara-Kiri, para luego de una interdicción de publicación transformarse en Charlie Hebdo.
Se ha caracterizado por publicar contenidos de humor sobre temas satíricos, con mucha ironía, burlándose del ejército y de los políticos. Pero sobre todo ha tenido un enfoque fuerte respecto a la religión: el catolicismo, el islam, el judaísmo. El papa, por ser muy visible, es un blanco continuo de sus sátiras.
Con el auge del islamismo radical en el mundo, hubo muchas amenazas a este semanal. Tomaron un tono fuerte cuando sus editores tomaron la decisión de reproducir las caricaturas de Mahoma que habían sido publicadas por un diario danés. Desde entonces hubo varios atentados contra el semanario, uno de ellos provocó un incendio muy fuerte. Por eso contaba con una protección de la policía de manera permanente.
Los terroristas que mataron a balazos a una gran parte de los periodistas y dibujantes atacaron el miércoles justo en la hora de la reunión semanal de redacción, al final de la mañana. Eran dos personas vestidas de negro, con el rostro cubierto, armas de guerra. Abrieron el fuego de manera indiscriminada sobre la redacción. Mataron a 12 personas y dejaron a 4 más en estado muy crítico. Entre las 12 personas hay dos policías, ocho periodistas y dibujantes. Dos de estos dibujantes son muy famosos, con una larga historia: Cabu y Wolinski. Ambos trabajaban en otros medios muy conocidos: Cabu en Le Canard Enchaîné y Wolinski en París Match.
No solo contra el periodismo
Hay una gran conmoción en Francia. Este no ha sido un ataque solo contra el periodismo. Plantea el problema que tiene Francia con el islamismo radical más allá de un atentado contra la libertad de expresión de manera global. El ataque no se limita al periodismo. Hablamos de dos franceses, nacidos en Francia que matan a una redacción de periodistas franceses.
Entonces, es un problema político para el régimen republicano en Francia. No es un problema específico del periodismo, que fue tomado aquí como rehén. En 2012 tuvimos atentados muy violentos en contra de escuelas judías o de militares. Era la expresión de un islamismo radical. Lo de Charlie sigue en el mismo camino. Por eso digo quee no hay que centrarse solo con la prensa, que fue el blanco de lo que ocurrió en esta ocasión.
El estilo de Charlie Hebdo es la sátira a través de una expresión que en Francia llamamos “Dibujo de Prensa”. Es una forma gráfica de escribir un editorial o una crónica muy comprometida. Los dibujantes lo hacían muy bien, con mucho talento pero sin límites en la expresión, con un tratamiento que puede ser a veces muy grosero o muy sofisticado.
Lo que caracteriza a Charlie Hebdo es su creencia en que nada ni nadie es intocable. Especialmente entre los poderosos, los que quieren mandar. Charlie no ataca a las personas como tal, sino a sus comportamientos, sus creencias. Es decir, no se va a burlar del aspecto físico de un político, sino de su manera de hablar, de su ropa o su manera de actuar.
La manera principal por parte de la opinión de juzgar lo que sucedió es desde el punto de vista de la libertad de expresión. No fue un ataque personal o en respuesta a acusaciones falsas. Fue la voluntad de hacer callar a una redacción. En este caso, dos culturas se enfrentan: la línea radical de una cultura con una creencia religiosa que se ubica en un comportamiento nacido varios siglos atrás; y la línea republicana, moderna, donde se permite una expresión pública muy abierta. El periodismo que conocemos pertenece a la segunda cultura.
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Sobre Jean-François Fogel
Jean-François Fogel es periodista y ensayista, trabajó para la Agencia France-Presse, el diario Libération y el semanal Le Point. Paralelo a su carrera de periodista fue también asesor de empresas de prensa. Fue el asesor del director del diario Le Monde. Desde 1994 a 2002 se dedicó a renovar por completo los seis sitios de los diarios del grupo francés Sud Ouest. Ahora, crea una nueva plataforma de información digital para el grupo France Televisions. Asesora a varios medios en Europa y América Latina tanto en la concepción de sitios como en la organización de la producción digital. Hace parte del equipo pedagógico de la escuela de periodismo del Instituto de Estudios políticos de París (‘Sciences po”) para definir el enfoque de la enseñanza en el campo digital. Ha publicado varios libros sobre literatura francesa y América Latina.