Cada vez son más los medios que deciden darle un enfoque diferente a sus contenidos, priorizando el abordaje de problemáticas sociales desde una mirada orientada a brindar soluciones. A continuación, analizamos la actualidad de este modo de hacer periodismo en el mundo y en la región.
Periodismo de soluciones, periodismo regenerador, periodismo constructivo, periodismo de impacto, periodismo humano, periodismo con propósito, periodismo útil, periodismo de servicio... Estas son solo algunas de las denominaciones que ha recibido en el último tiempo una –no tan– nueva forma de hacer periodismo. Un periodismo que, en lugar de solo brindar noticias acerca de los últimos acontecimientos económicos, sociales, culturales y/o políticos de la actualidad, propone una mirada propositiva –y muchas veces, positiva– sobre las problemáticas acerca de las que informa. Un periodismo que pone el foco en destacar las iniciativas que trabajan para contrarrestar las consecuencias negativas de los conflictos y/o sugerir formas de mejorar los problemas sociales, y contribuir así a una mayor calidad de vida y convivencia en comunidad.
Del mismo modo que no existe un consenso general en torno a las fronteras conceptuales de este enfoque periodístico, tampoco existe una fórmula para llevarlo a la práctica. Así, lo que ocurre es que cada medio adapta su visión y sus prácticas en función de su propia interpretación de lo que entienden por “periodismo regenerador”, “útil” o “de soluciones” (o cualquiera de los demás conceptos disponibles). En consecuencia, el resultado termina siendo un mosaico heterogéneo, cuyo punto en común se reduce al material con el que sus piezas han sido elaboradas: la voluntad de forjar un periodismo que trascienda el paradigma de comunicar solo malas noticias y, en su lugar, ofrezca una alternativa para un número cada vez mayor de lectores que buscan consumir otro tipo de contenidos.
“Periodismo de soluciones”: sus comienzos y su evolución
El “periodismo de soluciones” como fenómeno mediático no es nuevo. Si bien la genealogía sobre sus orígenes no resulta del todo clara, uno de los hitos iniciadores, sin dudas, fue la creación en 1993 de Positive News, un medio dedicado exclusivamente a informar acerca de aquello “que va bien” (“what’s going right”). Su fundadora, Shauna Corckett-Burrows, era una activista de la sustentabilidad y la espiritualidad, quien más tarde fue reconocida y premiada por su labor en pos de un periodismo enfocado en comunicar noticias positivas.
Diferentes medios siguieron el camino de Positive News a lo largo de la década de los noventa. En particular, este fenómeno se extendió rápidamente en los Estados Unidos. En 1998, Susan Benesch –abogada estadounidense devenida en periodista e investigadora del discurso– publicó un artículo en la Columbia Journalism Review en el que describía el significativo aumento de la publicación de historias centradas en soluciones en distintos medios locales. En aquel entonces, Benesch definía a este enfoque periodístico como aquel cuyo objetivo era “informar acerca de los esfuerzos que parecen tener éxito en la resolución de determinados problemas sociales”.
En lo que va del siglo XXI, el periodismo de soluciones y de noticias positivas continuó creciendo de manera sostenida y expandiéndose a cada vez más países. En 2001, Silvio Malvolti fundó en Italia el medio digital BuoneNotizie.it, dedicado a promover un modelo de información constructivo y sostenible. Posteriormente, en 2004, creó la asociación cultural “Buone Notizie”, que en 2018 se convertiría en la actual Asociación Italiana de Periodismo Constructivo.
Un camino similar ocurrió en Francia. En 2004, Christian de Boisredon fundó la organización no gubernamental Reporters d’Espoirs, con el objetivo de acercar el periodismo de soluciones a los/as francoparlantes. En 2007, De Boisredon creó el suplemento Libé des solutions dentro del periódico francés Libération. Años más tarde, en 2012, fundó la agencia Spark News, un emprendimiento social dedicado a identificar, compartir y amplificar las iniciativas positivas, favoreciendo su visibilidad y la creación de redes de conexión entre ellas.
Entre los distintos proyectos que lleva adelante Spark News, desde 2013 organiza el Impact Journalism Day. Se trata de un evento internacional en el que la agencia se asocia con los diarios más importantes del mundo para publicar el mismo día, en formato impreso y digital, suplementos con más de 60 soluciones inspiradoras y factibles para problemas concretos. Participan de este evento decenas de medios de comunicación de países de todos los continentes: El País (España), Khaosod (Tailandia), The Hindu (India), Haaretz (Israel), The Asahi Shimbun (Japón), The Nation (Nigeria), Sydney Morning Herald (Australia), Folha de S. Paulo (Brasil) y La Nación (Argentina), entre muchos otros.
También en Estados Unidos continuó creciendo el periodismo constructivo, positivo y de soluciones. Por ejemplo, el New York Times creó una sección de columnas denominada Fixes, con el fin de presentar soluciones a diferentes problemas sociales. Por su parte, tanto The Washington Post como The Huffington Post lanzaron iniciativas de periodismo positivo: en el primer caso, un newsletter (The Optimist); en el segundo, una sección dentro del sitio web (Good News).
El trabajo colectivo por encima de las iniciativas individuales
Dentro del periodismo de soluciones existe una gran vocación por la construcción colaborativa y cooperativa. En tal sentido, desde hace algunos años comenzaron a proliferar organizaciones internacionales con el fin de conectar, capacitar y dar visibilidad a diferentes medios de comunicación inspirados en el periodismo positivo, constructivo y/o de soluciones. Así, en 2013, nació la Solutions Journalism Network (SJN) en los Estados Unidos; en 2014, el Constructive Journalism Project en el Reino Unido; y, en 2017, la Constructive Journalism Network en los Países Bajos. Esta última diseñó un mapa interactivo en el que pueden observarse los diferentes medios de comunicación de impacto positivo que hay actualmente en el mundo.
El periodismo de soluciones y/o constructivo también se convirtió en objeto de estudio y de divulgación en ámbitos universitarios. Autores/as como Cathrine Gyldensted (2011), Alexander Curry y Keith Hammonds (2014), Tanja Aitamurto y Anita Varma (2018), Peter Bro (2018) y Karen McInyre (2019) contribuyeron al análisis y a la difusión académica de este fenómeno periodístico. Gyldensted y McInyre, por su parte, también publicaron en conjunto una guía práctica de periodismo constructivo. A su vez, desde 2017 existe el Constructive Institute en la Universidad de Aarhus (Dinamarca), con el objetivo de ayudar a periodistas y medios de comunicación en la aplicación de las técnicas del periodismo constructivo en su trabajo diario; para ello, facilitan recursos digitales, ofrecen becas de formación y realizan investigación académica.
La llegada del periodismo de soluciones a Latinoamérica
En Latinoamérica, la recepción y el crecimiento del periodismo de soluciones también ha sido notable. En particular, la Fundación Gabo, a partir de una alianza con la SJN en 2019, comenzó a promover este enfoque periodístico a través de su red. Así, crearon una sección dentro de su web destinada exclusivamente a difundir el periodismo de soluciones: allí publican regularmente consejos y recursos para periodistas, y comparten notas de periodistas y medios latinoamericanos que implementan este enfoque periodístico en sus investigaciones. A su vez, también organizan talleres y encuentros de formación, y otorgan premios y becas para promover el periodismo de impacto social.
Una de las referentes latinoamericanas del periodismo de soluciones es Liza Gross, periodista argentina, además de editora y experta en innovación en medios de comunicación. Actualmente, además de ser una de las principales capacitadoras de la Fundación Gabo en esta técnica periodística, es parte del staff de SJN (donde se desempeña como VP de Practice Change).
Gross define al periodismo de soluciones como “la cobertura rigurosa y con evidencia de respuestas sistemicas a problemas sociales”. Y agrega: “el periodismo de soluciones es una técnica periodística, pero más allá de eso es una forma de ver la realidad que como periodistas retratamos para ofrecer un panorama mas completo y complejo a nuestras audiencias”.
Al ser consultada acerca de la situación de este enfoque periodístico en la región, la periodista se manifiesta optimista. “Con la Fundacion Gabo estamos trabajando en América Latina desde hace ya tres años, y debo decir que estoy profundamente alentada con la calurosa respuesta que tuvo el periodismo de soluciones en la región”, reconoce.